Capítulo 1. Niño bonito de ojos chocolates

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1.

El más pequeño de la familia Rogers se encontraba triste en su habitación, extrañando a sus mejores amigos de su ahora antiguo vecindario: Bucky, Natasha y Sam.

Su pequeño grupito donde se pasaba todas las tardes conviviendo con ellos, pero ahora estaba solito en esta nueva ciudad.

Su madre notó que su pequeño cachorrito estaba algo decaído, trato de animarle concinandole su postre favorito, pero nada.

Sabía que su hijo era un poco tímido para hacer amigos pero ella no podía seguir viendo así a su pequeño retoño, decidida se dirigió a la habitación, tocó varias veces hasta que escucho un “pase” de parte de Steve y se adentró.

Cariño ¿porque no sales un poco a jugar en el jardín?, así podrás conocer a nuevos amiguito. — dijo Sarah Rogers con una pequeña sonrisa, Steve volteó a verla.

Pero mami, yo no quiero a salir a jugar con otros niños, yo quiero jugar con Tasha, Bucky y Sam. —el pequeño rubio hizo un puchero y unos ojitos que cualquiera caería pero esta vez su madre no a lo que sólo soltó una risa.

Pero nada jovencito, ahora se me pone de pie y sale al jardín, vamos. —tomó a su hijo de la mano y lo jalo despacio para llevarlo afuera mientras que el pequeño Steve iba haciendo berrinche.

[...]

Y dicho y hecho, su madre lo sacó al jardín sin antes advertirle que volviera hasta que conociera a alguien y consiguiera a un nuevo amiguito.

Y él ahí estaba, sentado en el césped sin hacer nada.

Esto es realmente tonto. —susurro, él ahora mismo estaría en la casa de Bucky jugando con sus militares, viendo una película o simplemente estar hablando con él.

Estaba tan concentrado recordando hasta que escucho un pequeño ruido a lado suyo, en la otra casa, le pareció tan extraño que se puso de pie y fue a investigar pero su sorpresa fue que estaba un pequeño niño moreno de ojos chocolates tratando de encontrar algo. Steve se quedó tan embobado observando al pequeño que no se percató que el otro niño bonito dejo de hacer lo que quien sabe estaba haciendo para observar a el niño rubio de ojos bonitos.

Em... hola, ¿se te ofrece algo? —mencionó el chiquillo de ojos bonitos que Steve estaba observando. El mencionado se asustó y dio un brinco que le causo una caída, no grave pero si le ocasionó un dolor en su manita.

Auch. —se quejó pero simplemente se puso de pie y le dio una pequeña sonrisa al niño. —Em... hola, esteee no solamente me llamo mucho la atención lo que estabas haciendo, estem... soy nuevo aquí, m-mi nombre es Steve y tengo 8 años y ¿tú?

Am... okay. soy Tony, tengo 7 y no me importa si eres o no eres nuevo, pero bueno ya que me viste buscando algo, de casualidad ¿no has visto unos cables de color? —dijo el chiquillo moreno.

esta bien, este no, no he visto esos cables. —Steve bajo la mirada, se sentía mal ya que por primera vez no estaba siendo tímido y parece que el niño de nombre “Tony” le molesta su presencia.

Tony notó un cambio muy drástico del peque, y eso provocó que el se sintiera mal, por primera vez un niño que no es uno de sus amigos le habla con buenas intenciones y él lo arruina.

oye perdón si sone muy grosero, yo no quería sonar así, disculpame, esteee... oye me tengo que ir, perdón pero que bueno que eres nuevo, estem... me alegra, ¡que bien!, bueno me voy, adiós. —se despidió y disculpó con Steve. Inmediatamente salió corriendo de ahí.

Por otra parte Steve estaba feliz, Tony se había disculpado con él y ahora parece que son amigos, entonces si valió la pena que él haya dejado de lado su timidez. El mencionado salió corriendo con su mami para contarle del niño bonito de ojos chocolates.

[...]

—¡Mamá! ¡Mami! ¡MAMIII! —escuchaba Sarah del pasillo que daba de la entrada principal a la cocina. Su pequeño sonaba y se veía realmente feliz.

¿Ocurre algo mi niño? —le pregunto mientras que su hijo se sentaba enfrente de ella para darle la noticia.

Mami acabo de conocer a un niño bonito de ojos chocolates, su nombre es Tony pero me gusta decirle el niño de ojos chocolates.

Steve no cabía de felicidad, le contó a su madre sobre el niño: que estaba haciendo, como le hablo, como se disculpó. Sarah escuchaba atentamente y veía a su cachorrito como se le iluminaban los ojitos.

Definitivamente tenía que conocer a Tony.

𝑬𝒔𝒕𝒂𝒓 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐; 𝒔𝒕𝒐𝒏𝒚 𝒂𝒖 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora