CAPÍTULO 1

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Lo mejor sería dejar atrás todo, sería mejor no sentir nada, sería mejor olvidar todo, sería mejor... entonces, por qué lloraba tan desesperadamente mientras marcaba un número telefónico en especifico desde arriba de un árbol de la Seirin mientras oía a sus compañeros buscarlo a gritos, menos el pelirrojo de sus "sueños" o pesadillas diría él.

- ¿Hola? - Sonó esa voz armoniosa.

- ¿Sigues en Japón? - Dijo desesperado con la única esperanza de una respuesta afirmativa, limpio sus lágrimas sorbiendo su nariz.

- mi rey, sigo en Japón - Nunca antes se sintió más feliz en su vida por una noticia.

- ¿Puedo ir contigo? - Preguntó temeroso a que le digiera un rotundo "no".

- Mi rey, no puedes, tienes cosas aquí que hacer, a parte, tu abuela y tu madre te necesitan - Sintió que su mundo se desvanecía con tan solo esa respuesta, dolía el saber que no podía escapar nunca, el nudo en la garganta era oprimente y desesperante, la garganta seca y los labios temblorosos en un puchero.

- Por favor, por favor, necesito irme de aquí, me siento atrapado, por favor - Su suplica era triste, con la voz rota, no quería quedarse más tiempo en se lugar, su madre había hablado de mudarse y su abuela no tenía objeción, o por lo menos eso parecía, pero antes, tenía que tener el traslado, no quería estar más ahí.

- Mi vida, tienes un partido el viernes, te iré a ver, si sigues con la misma idea de irte, nos vamos - Aquello rompió aún más su frágil corazón de cristal el cual se quebraba despacio y dolorosamente.

La llamada fue colgada, cuando sintió que lo jalaron del pie que colgaba sin ánimos desde el árbol.

- Kuroko, te buscamos desde rato, Riko dice que tienes que ir a practicar - Su castaño sempai lo sostenía en brazos, este solo se dejo, no tenía ánimos de ir a ningún lado ni de protestar, últimamente lo hacía regalandole sonrisas, como si de alguna forma tratara de aliviar el dolor que demostraba todo el tiempo.

Al estar frente a la puerta del gimnasio su sempai lo bajó y le acarició el cabello, con caballerosidad hizo que el menor entrara primero.

- Kuroko -Kun, ¿Dónde estabas?, la practica empezó hace rato, ve a correr - Sin animo alguno fue donde sus compañeros empezando a correr, sin pensar, simplemente su mente estaba en blanco, dejando que su memoria muscular hiciera todo el trabajo.

TOW HEARTS, ONE HEARTBEAT. (Reescribiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora