the boy of my dreams ま zerui.

I

— ¿Vamos a caminar? — El pelinegro extendió su mano hacia el más bajito, con una dulce sonrisa.

— Está bien. — Contestó el más bajo tomando su mano.

Caminaron por el verde sendero, adornado con dientes de león, vibrantes pastos, y una que otra flor amarillenta.
Al llegar al final del sendero, sin dejar de entrelazar sus dedos, se sentaron en una banca algo desgastada a admirar el bello atardecer que les brindaba ese precioso lugar de ensueño.

El pelinegro se volteó  a ver a el castaño, y le susurró infantilmente.

— ¿Sabías que me importas mucho?

Sus ojos se abrieron, y estaba nuevamente en su habitación.

— ¿Otra vez?

MingRui había estado teniendo este tipo de sueños con ese estúpido chico desde hace unos-muchos meses.
Pero no entendía por qué, ya que no conocía a ninguna persona que se asemejara con las finas facciones de el pelinegro de sus sueños.

Se levantó como es costumbre, un jueves; 7:36 de la mañana.

Mientras cepillaba sus dientes se había puesto a pensar, ¿Quién era él?, ¿Por qué siempre pasaba lo mismo?, ¿Por qué se sentía atraído hacia un chico?

Tantas preguntas y muy pocas respuestas.

[...]

— Volvió a ocurrir.

Comentó el castaño algo molesto, mientras se llevaba un panecillo de crema a la boca.

— Deberías visitar un psiquiatra. — Sugirió ShuYang, con la boca llena de galletas de chocolate.

— Pero no creo que sea tan grave. — Dijo rodando sus ojos.

El menor de los dos terminó de comer sus galletas y contestó;

— Veamos, sueñas con un chico que no conoces de nada todas las noches, pero al despertar lo recuerdas como si lo conocieras de toda la vida ¿A eso le llamas normal?

Mingrui solo bufó.

— Yo creo que nada es uNa coincidencia —  MingHao se unió a la conversación repentinamente.

— Esas son tonterías. — Comento Shuyang rodando los ojos.

— ¿Por qué simplemente no le preguntas acerca de él en tus sueños? — Sugirió MingHao alegremente.

El castaño simplemente asintió rápidamente.