III

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Esta vez, el castaño se encontraba sentado en una banca de una plaza.

Su Zeyu no aparecía.

Volteó a ver a todos lados, pero simplemente no se encontraba ahí.

Volvió a observar el lugar, los pájaros cantaban y los rayos de sol pasaban entre las ramas de los arboles. Todo muy bonito.

Por alguna razón, aquel lugar se le hacía familiar, muy familiar, así que se puso de pié, y caminó por al rededor de aquél lindo lugar.

— Claro, es la plaza del centro. — Susurró para sí mismo al ver la heladería frente a la plaza.

— Pero... ¿Por qué no hay nadie? — Volvió a susurrar observando a los diversos negocios al rededor.

[...]

— MingMing, hijo, vamos despierta.

El castaño abrió los ojos perezosamente para encontrarse a su madre intentando despertarlo.

— ¿Qué hora es? — Preguntó el pequeño sobándose sus ojos con sus pequeñas manos.

— Son las... 14:26 — Contestó su madre observando al reloj en su muñeca.

— ¿¡Qué!? — Contestó despabilándose por completo.

[...]

— El punto es que él no estaba en el sueño. — Comentó tomando otro sorbo de su café con leche.

— Oh no, espero que no sea permanente, si no perderías a tu chico — Respondió Minghao entre risas.

— ¡Zhang Minghao! ¡Esto es serio! — Contestó el castaño dando un suave golpe a la mesa con un notorio sonrojo.

El contrario solamente siguió riendo.

the boy of my dreams ま zerui.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora