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Los días que siguieron estuvieron llenos de conversaciones sinceras y momentos compartidos. Adrien y Marinette se esforzaron por construir una base sólida de confianza y comunicación en su relación. A medida que se abrían más el uno al otro, se daban cuenta de cuán profundo era su amor y cuánto habían estado perdiendo al mantenerse alejados.

Una tarde, mientras estaban en casa, Louis entró corriendo con una sonrisa traviesa en el rostro. —¡Papá, mamá, tengo una sorpresa para ustedes!

Adrien y Marinette intercambiaron miradas, curiosos por la sorpresa de su hijo. —¿Qué es, Louis?

Louis les entregó dos pequeños corazones de papel. —He escrito deseos en estos corazones. Papá, el tuyo es "Ser siempre feliz" y mamá, el tuyo es "Estar siempre rodeada de amor".

Las lágrimas se formaron en los ojos de Marinette, conmovida por la dulzura de su hijo. Adrien abrazó a Louis con ternura y miró a Marinette con una sonrisa amorosa.

—Louis tiene razón. Debemos aprender a dejar atrás las preocupaciones del pasado y centrarnos en ser felices juntos —dijo Adrien, mirando a Marinette con determinación.

Marinette asintió, emocionada. —Tienes razón. No podemos cambiar lo que sucedió, pero podemos construir un futuro en el que confiemos el uno en el otro y compartamos nuestras vidas sin reservas.

A medida que pasaban los días, Adrien y Marinette fortalecieron su relación día a día. Se convirtieron en un equipo imbatible tanto en la vida cotidiana como en su lucha contra los villanos. Juntos, exploraron nuevas formas de apoyarse mutuamente y de fortalecer su amor.

Una tarde, mientras observaban el atardecer desde el tejado, Adrien tomó la mano de Marinette y la miró con una sonrisa serena. —Marinette, estoy agradecido de haber superado nuestras dificultades juntos. Ahora sé que nuestro amor es más fuerte que cualquier secreto o temor.

Marinette le devolvió la sonrisa y apretó su mano con cariño. —Yo también, Adrien. Nuestro camino no ha sido fácil, pero estoy segura de que estamos en el lugar correcto ahora.

Se besaron suavemente bajo el cielo naranja y rosa, sintiendo que estaban finalmente en sintonía el uno con el otro y con sus propios sentimientos. Los días oscuros de duda y dolor quedaron atrás, dando paso a una nueva era de amor y confianza.

Louis, observándolos desde la puerta, sonrió y susurró para sí mismo: "Mis deseos se hicieron realidad". Sabía que su familia estaba unida de nuevo, más fuerte que nunca, y eso era todo lo que necesitaba para ser feliz. Con el sol poniéndose en el horizonte, los tres se abrazaron, sintiendo la calidez del amor y la seguridad de estar juntos. Juntos, enfrentarían cualquier desafío que el destino les trajera, fortalecidos por la fuerza de su amor y la certeza de que, como equipo, no había nada que no pudieran superar. 

La vida continuaba su curso y la familia Agreste-Dupain se encontraba en un nuevo capítulo de su historia. Adrien y Marinette seguían fortaleciendo su relación, compartiendo momentos de amor y complicidad. Los días de incertidumbre y secretos habían quedado atrás, y ahora estaban comprometidos a construir un futuro juntos basado en la sinceridad y la confianza.

Sin embargo, mientras el amor florecía entre los padres, Emma, la hermana menor de Louis, comenzaba a sentirse cada vez más desplazada. A pesar de los esfuerzos de sus padres por dedicar tiempo a ambos hijos, Emma interpretaba erróneamente la atención que Adrien y Marinette se brindaban como un indicativo de que no la querían tanto como a Louis. La sombra de la inseguridad comenzó a nublar su mente.

Una tarde, después de una jornada escolar, Emma llegó a casa y se dirigió a su habitación. Se sentó en su cama, sintiendo un nudo en la garganta. Louis notó que algo estaba mal y decidió ir a hablar con ella.

—Emma, ¿estás bien? —Preguntó Louis con preocupación, entrando en su habitación.

Emma se encogió de hombros y apartó la mirada. —Sí, estoy bien.

Louis se sentó a su lado y la miró con ternura. —Emma, sé que algo te está molestando. Puedes hablarme de eso.

Emma suspiró y finalmente miró a su hermano. —Es solo... no sé, Louis. Siento que mamá y papá están siempre ocupados entre ellos y no tienen tiempo para mí. A veces siento que no me quieren tanto.

Louis frunció el ceño, comprensivo. —Emma, eso no es cierto en absoluto. Mamá y papá te aman muchísimo. A veces, cuando están juntos, es solo porque también son amigos y compañeros. Pero eso no significa que te quieran menos.

Emma bajó la mirada, luchando contra las lágrimas. —Pero me siento sola.

Louis la abrazó con cariño. —No estás sola, Emma. Siempre estaré aquí para ti. Y también mamá y papá. A veces, solo tienes que decirles cómo te sientes para que entiendan.

Emma asintió lentamente, sintiéndose reconfortada por las palabras de su hermano. —Gracias, Louis. Supongo que podría intentar hablar con ellos.

Louis sonrió y le dio un beso en la frente. —Eso es lo mejor. La comunicación es importante en la familia. Y recuerda, te amamos mucho.

En los días siguientes, Emma tomó el consejo de su hermano y finalmente decidió hablar con sus padres sobre sus sentimientos. Adrien y Marinette la escucharon con atención y la abrazaron, asegurándole lo mucho que la querían y valoraban. Le explicaron que su amor por ella era incondicional y que nunca querían que se sintiera excluida.

A medida que la familia compartía sus emociones y preocupaciones, la relación entre ellos se fortaleció aún más. Adrien y Marinette se dieron cuenta de que, además de construir su relación de pareja, también tenían la responsabilidad de brindar un ambiente seguro y amoroso para sus hijos. Juntos, comenzaron a encontrar maneras de equilibrar su tiempo y asegurarse de que todos se sintieran amados y cuidados.

Los días siguieron avanzando, y la familia Agreste-Dupain demostró una vez más su capacidad para superar desafíos y fortalecer sus lazos. Con el tiempo, Emma comenzó a sentirse más segura en su lugar en la familia, sabiendo que su amor era inquebrantable. Juntos, enfrentaron cualquier adversidad que se cruzara en su camino, recordando siempre que estaban unidos por el lazo del amor y la voluntad de superar cualquier obstáculo como un equipo.

Mi Super Papá  (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora