Luego de la llamada de última parada me quedé un momento pensando, perdido en mis ideas, ¿cómo terminé aquí? Esto solo significaba una cosa, había tomado el tren equivocado, eso era muy malo para alguien como yo, cuyo pasatiempo dependía estrictamente del control, todo en mi vida siempre estaba cronometrado, desde el tiempo para beber un café hasta los minutos que debía recorrer de mi casa al trabajo
Veo la maleta a mis pies, esperaba que esto no me metiera en problemas, ¿cómo pude ser tan irresponsable?
—Señor, última parada...
El caballero que recoge los boletos se acerca a mí, trato de no parecer nervioso y tomo mi equipaje, ¿el lugar donde debía bajarme está muy lejos?
Le paso por un lado intentando no hacer contacto visual, él mira varias veces mi maleta, eso me pone nervioso, pero como no dice nada continúo
Afuera el paisaje natural es impresionante, si no tuviera fuertes preocupaciones podría quedarme admirándolo un par de segundos, pero no se puede, debo buscar lo más pronto posible otro boleto para llegar a mi destino
Camino a paso rápido, un funcionario me hace señas, eso basta para asustarme si voy hacia él será mi fin, hago como que no es conmigo el asunto y continúo caminando, tendré que dejar lo del tiquete para después
Llego a una especie de colina, reviso mis bolsillos al ver pequeñas casas, lo mejor será que busque un lugar donde quedarme y averigüe como seguir mi rumbo mañana
—¿Va a alguna parte?
Una mano en mi brazo hace que me gire, el oficial me observa con una seriedad que hace que los pelos se me pongan en punta, sonrío un poco, tratando de parecer amable, pero la verdad es que siento que el corazón va a salirse de mi pecho
—A... Yo, me dirijo a Buenos aires
Baja la vista a mi equipaje, sé que nota su tamaño descomunal, algo extremadamente inusual, mira con detenimiento y luego lleva la vista hasta mi rostro
—¿Qué lleva en el equipaje, señor?
Sabía que mi final había llegado, corro con todas las fuerzas que tengo y que puedo implementar llevando una maleta tan pesada como esa, tengo que lograrlo, debo escapar
No presto atención a sus órdenes para que me detenga, solo sigo como si mi vida dependiera de ello, claro, porque así es, si él me alcanza todo estará perdido
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Libreta de pensamientos
CasualeIdeas, poemas, cuentos y un par de cosas más que a veces escribo y ahora decido compartir con toda esta hermosa comunidad de lectores que como yo disfruta del simple placer de perderse entre líneas.