Capítulo 2: Hasta pronto.

440 28 3
                                    

Capítulo 2: Hasta pronto.

Los días pasan y pasan y aveces digo algo pero es en un instante porque después ya no puedo hacerlo, odio el sonido de mi voz, odio odiarla porque con ella decía su nombre y lo mucho que lo amaba. Además él la adoraba, también adoraba mi risa, por eso ya no rio; mis ojos por eso ya no me miro al espejo; y a mí entera, por eso quiero morir.

Todos me evitan excepto Alex porque soy su trabajo, si no fuera así seguro que lo haría porque soy insoportablemente silenciosa y tranquila y me muevo lo justo y porque parece que estoy más muerta que viva.

Y por la tarde Michael regresa a mi lado y entonces se va Alex diciéndome: -Mañana volveré y nos reiremos juntos- siempre lo dice, es como su chuleta para cuando termina el día.

Hago un gran esfuerzo, respiro profundo y las palabras salen de mi boca.

-Michael- digo.

-Alli, has hablado. Me alegro de haberlo presenciado, lo feliz que se pondrán todos cuando se enteren.-

-Michael- digo con un tono serio- Michael, necesito que te marches- finalmente lo digo fríamente.

-¿Qué?- dice él con una triste mirada.

-Quiero que te marches por una temporada con Anthony y Sophie, ellos estarán encantados de tenerte en su casa.- le explico

-Pero hermana, por que?- me dice- He hecho algo mal, te he molestado- cada vez me habla más triste y sintiéndose culpable.

-No- le digo a punto de llorar y lo abrazo.- Quiero que te vayas porque no quiero que me veas más triste. Todo estará bien.

Y cuando regreses estaré feliz de nuevo y entonces haremos con una gran fiesta por tu regreso y jugaremos como antes.

Volveremos a ser felices, seremos como una familia: tú y yo.

Michael me mira feliz y añade- ¿Y con Alaindelon también? Es que es como si fuera mi padre, y era el de Louis.

-Si, con Alaindelon también.- le digo.

-¿Cuánto tiempo estaré a fuera?- me pregunta.

-No mucho- le digo arrecostándome en mi cama en mi cama.

-¿Estás cansada?- me pregunta con ojos dormilones y bostezando.

-Mucho- le respondo con una sonrisa- ¿Y tú?-

-Yo no, tengo mucha energía- me dice.

-Mike, porque no te acuestas a dormir- indicándole que se acueste a mi lado.

-No, porque eso significa de que se acaba el día y me tendré que ir.-

-Es muy tierno, pero estás cansado y tienes que dormir.- le trato de convencer para que se acueste y entonces él lo hace pero me dice que le cante con esa mirada tan irresistible que tiene, como un lindo cachorrito.

Se acuesta a mi lado y me mira esperando a que comience.

Entonces no sé que cantar y la primera que se me viene a la mente es una que él me canta cuando está feliz.

Hay un lugar en este mundo

donde las personas sonríen mucho

donde al respirar hueles las rosas...

que para nada son apestosas.

Y entonces él me mira diciéndome que no es así y nos reímos.

Hace tiempo que no nos reíamos juntos, entonces Michael se me acurruca y me dice:

RecordariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora