Hace años, en una época olvidada por el tiempo, yacían cosas que al día de hoy, no podrían verse en ninguna parte, cosas como Fe , héroes e historias de gran valentía.
Hoy vengo a contar la historia de un campesino, que sin pensarlo, se habría convertido en algo más grande en verdad, y más valeroso que cualquier otro caballero de mesa redonda....Todo comenzó cuando la tierra era una gran conglomeración de continentes, bañados por un vasto mar y rodeados por pequeñas e ignotas islas, el continente más grande se llamaba "Terracorde" y se ubicaba al centro del gran globo. Era una tierra de grandes ambientes, Bosques de este y oeste, Valles esplendorosos, Montañas y Cerros, Nevadas y Desiertos, incluso Volcanes y Glaciares en sus extremos, hasta el fin del mundo...
La región de los bosques tenía por nombre "Hoja Esmeralda", famosa por sus imponentes castillos y palacios construidos entre los más densos árboles y magnos santuarios situados en las lejanías del madero y el pastizal. Aquí yace una ciudad de nombre "Viridi" , la cual está ubicada en el suroeste de la región.
Conectada al Mar, la ciudad "Viridi" posee una flota mercante de gran magnitud, usualmente llegan aquí mercaderes que vienen en busca de tranquilidad y negocios en armonía, trabajando a mano con el humilde campesino pescador, quien convive con sus vecinos mientras prepara las cosechas, quien vive rodeado de extensos campos de maíz y duerme bajo un cielo estrellado cada noche...
Este, es el lugar de encuentro con un joven, un campesino, Reynald, quien vive una vida tranquila casi siempre en el campo de esta ciudad.
El es un muchacho de unos 20 años, aunque aún es un joven, el es un humilde trabajador en el campo y se encarga de la repartición de trigo en el mercado.
Inicia sus mañanas regando y cuidando el sembrado mientras estos son iluminados por el cálido Sol que se asoma por el Oriente. Empaca sus cosas, se coloca un buen sombrero de heno, y viaja a la ciudad Viridi por el sendero de tierra.En la ciudad encuentra lo que necesita para trabajar en su campo, cruza la entrada principal que pronto conecta con la plaza central. Aquí, todo tipo de gente viene para conocer la ciudad, mercantes de especias y otras comidas, filósofos eruditos provenientes de las montañas, herreros metropolitanos en busca de nuevos clientes y canteras donde picar, incluso, realezas pertenecientes de los fines del mundo se han llegado a presentar a la famosa ciudad portuaria.
Llegando a la plaza, rodeada de otras casas u edificios con techo de heno, Reynald decide ir hacia el mercado, emprende viaje hasta allí y saluda a los cuantos vecinos que siempre descansan en las bancas del pasaje.
Mientras caminaba por el sendero al mercado, paso frente al Cuartel de Armas, la guardia de La Ciudad, liderada por un astuto líder, Casimiro, quien ha servido a la guardia por más de 10 años, y ha atrapado a varios criminales culpables de Hurto, Homicidio, y extrañamente, hechicería.
Reynald ya habría pasado el puesto de guardia y habría entrado al mercado, aquí, los aposentos y puestos de venta se empapan con el olor a pescado y especias, aunque su mayor producto de cambio es el trigo. Reynald, llega aquí y se dirige con su cambista de preferencia, abre su empaque, y saca de él un puñado de semillas de trigo, se las pasa al cambista y responde:
- Aqui tienes, un puñado de trigo, con esto puedes empezar a hacer tu propio campo allá en Valle Perenne
-Muchas Gracias Reynald, para que sepas ya tengo un campo allá, realmente la vida citadina cansa sabes?
-Enserio? Dijo Reynald.
- Si, estar lidiando todo el tiempo con las onzas, el estado de la balanza, los préstamos a los clientes, los cambios actuales en las monedas y demás...
Así veo, cada vez llegan más metropolitanos aquí, al parecer todos necesitan un descanso en estos días
- Bueno, tienes razón, nos vemos en unos días más, partiré rumbo a Valle Perenne de nuevo.
El Cambista empaca sus cosas y se sube a un carruaje de madera, pero antes...- Ah! Se me olvidaba, aquí tienes la paga del puñado..
El cambista arroja una bolsa de cuero pequeña en la dirección de Reynald, y este la levanta y la abre...- Gracias por las 5 monedas de Oro!! Dijo Reynald
- De nada, suerte con las cosechas!
El cambista se va cabalgando, sin más que decir. Reynald prepara su puesto, coloca las bolsas de trigo a sus espaldas y algunos trozos de madera amarrados, preparándose para la jornada del mediodía.Cae el atardecer, y la paga de Reynald se ve más que suficiente, 20 piezas de Oro y algunas monedas de plata.., bastante paga para un campesino regular, pero el esfuerzo paga como dicen por ahí. Reynald empaca sus cosas nuevamente, ahora con una ligera carga, y cruza nuevamente por los mismos rincones de la ciudad como cualquier otro día, esta vez para descansar de los extensos trueques, de los cambios, y de las esperas entre la marisma de olores porteños y marinos.
Reynald sale del mercado y camina por la plaza mientras se despide de aquellos niños y ancianos que juegan juntos alrededor de los árboles y las rocas, sale por la entrada principal, se despide de los guardias, y regresa a su campo de pasto y trigo.
La vida no pudo ser más simple para este joven campesino, pero esto no habría de mantenerse así para siempre, ya que un suceso inesperado, lo estaría esperando a las puertas....
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La Cruzada Eterna
FantasíaUna Historia de estilo medieval fantástico, que tratará sobre la vida de un joven llamado Reynald, humilde granjero y trabajador quien un día muere a causa de una invasión a su pueblo. Pero, antes de su descanso, se le llama, fuerzas celestiales qui...