12

1.4K 118 9
                                    

Ayer en la noche no estaba tan seguro, pero me terminé convenciendo que era la mejor decisión.
Cariño, he comprado pastillas para dormir y no me refiero exactamente a las de Insomnia.

Recuerdo como comenzamos y como terminamos, como haciamos el amor, las veces que discutimos, los momentos que nos arriesgamos, en resúmenes exactos, recordé todas las veces que nos amamos.

Bajé del taxi y mientras buscaba la dirección del tren en el cuál ibas a marcharte consumí una píldora de cianuro, mientras más me acercaba más difícil se me hacía observar, las lágrimas en mis ojos querían matarme, las removí y volví a buscarte con la mirada entonces me tropecé e intenté ponerme de pies pero nada parecía funcionar. Mis dedos no se movían, mis pies se empezaban a sentir dormidos y de pronto alguna otra cosa no funcionaba pero no le tomé importancia, porque tú estabas allí.

-Luke, levantate. -Agitaste mi brazo y yo intenté hacer lo posible para ponerme de pie, pero todo el cuerpo me pesaba y se sentía un poco duro respirar.

-Luke ¿Qué pasa?. - Preguntaste con un brillo de pánico reflejado en tus ojos. Al no obtener respuesta alguna abrazaste mi pecho e intentaste levantarme, pero solo lograste que la botella de píldoras saliera resbalando de mi chaleco.

Mis ojos se cristalizaban cada vez más al ver toda tú preocupación y no pude retener un momento más mis lágrimas, todo esto era mi culpa.

-Vamos Luke, dime que no lo hiciste. -Tus manos de porcelana acariciaban mi cara con miedo a soltarla. -Dime que es una maldita broma. -Rogaste llorando, maldición, me odiaba por hacerte llorar.

Algún día te había prometido no hacerlo nunca en mi vida, y ahora que estoy muriendo no puedo hacer más que desear vivir mil mundos contigo, pero aún me seguía convenciendo de que esta era la mejor manera para dejarte ir.

-Sé que no lo haces pero si te pregunto si me amas deseo que me mientas y digas que lo haces. -Apoyé  suavemente mi palma en tú mejilla y se me hizo un poco difícil porque ¡Demonios!. Juntos eramos todo lo que estaba bien y lo que estaba mal en este mundo.

-No me hagas esto Lukey, nunca te he dejado de amar. -Te inclinaste hacía mí y besaste mis labios fugazmente. Durante el beso decidí que eres, fuistes y seras lo mejor que me ha pasado en la vida.

Observe inquieto como tomaste una pastilla del frasco y la tragaste bruscamente, y aunque quise detenerte no pude, ya nada servía. No tenía fuerzas siquiera para hablar, mi corazón latía muy rápido y mis parpados se sentían extremamente pesados.
Pude observar como un oficial se acercaba hacia nosotros y tomé todas las fuerzas que me quedaban para devolverte el beso que me habías dado desde un principio.

-Te amo, como nadie tendrá idea, como solo tú y yo sabremos y como nunca lo he llegado a hacer. - Respiré profundamente en busca de algún tipo de energía para rejuvenecer la energía vieja. -Cuando nos encontremos en otro mundo te daré todo y un poco más de todas las galaxias, para que seas feliz y permanezcas a mi lado para siempre. -Besé tú mejilla y quité una pequeña gota salada que bajaba desde tu mejilla.
-Y aunque me odio por hacerte llorar, cariño esta era la única manera para terminar la tortura que ambos nos hacemos. -Intenté mirarte a los ojos una vez más pero ya era muy tarde.

Él oficial te separó de mi y pude escuchar tús gritos, quería levantarme y mantenerte a salvo, pero solo logré llorar en el piso.

-¡Salvenla!. -Grité con todas mis fuerzas atento a cada uno de tus movimientos. Lograste resbalar y caer a centimetros de mi. -Cariño, tú siempre te llevaras una gran parte de mi, siempre estaré a tu lado cuidandote. -Era irónico que nunca dejabas ir a lo que más amabas, era irónico que me tuviste atado a ti todo este tiempo.

-¿Nos volveremos a ver?. -Preguntaste cuando los médicos nos separaban y nuestras voces se alejaban.
-Nos volveremos a ver, lo prometo siempre estaré contigo.





En otro mundo prometo hacerte muy feliz, más de lo que lucías el día que te conocí...











Lie to me |lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora