¿diez años?┆yoonmin

Capítulo 2

[POV JIMIN]

Mi andar era tembloroso por los pasillos del colegio. Mi mente hacía un repaso de las últimas semanas, pero no encontré nada.

¿Por qué razón me llamarían a dirección?

No era un mal alumno, por el contrario, era uno de los mejores alumnos.
Mi papel no era ser el chico sociable, todo lo contrario.
Mi única preocupación era ir al colegio, sacar buenas notas, y volver a casa. Solo tenía a mis dos mejores -y únicos- amigos: Kim Taehyung y Jung Hoseok.

Creo que aquí siempre fui tomado como "ejemplo", si se puede decir. O eso es lo que me daban a entender los profesores.
Era un alumno que no traía problemas, solo estudiaba.

Mientras nadaba en mis pensamientos llegue a la oficina del director Min.

Tomé aire, suspiré y me dispuse a tocar su puerta.

Por alguna razón mis manos temblaban y mi corazón estaba por salirse de mi pecho.

Esperemos que sea por la situación, y no por algo más.

[POV YOONGI]

La puerta sonó tres veces alertando a mi corazón que lo vería entrar con su sonrisa.

Troné mis dedos, y cuello al mismo tiempo, tomé aire y pude soltar un débil -pero confiado- adelante.

Lo vi entrar tímidamente, supongo por la situación incomoda.

-Puedes sentarte.. -Pude notar sus nervios, pues comenzó a jugar con sus dedos y mantenía su cabeza gacha.

[POV JIMIN]

No podía calmar mis nervios, estaba espectante por la palabra de mi director.

Mis manos no paraban de temblar, quería no estar aquí.

Ni siquiera sabía la razón.

El ambiente estaba demasiado tenso, por unos segundos todo estuvo en silencio absoluto.

Pude ver, por su reacción; se acomodó en su asiento, y se dispuso a hablar.

-Antes que nada.. -me miró pensativo- no pienses que estas aquí por que tienes alguna inconveniencia con tus notas- puso una mano en su mandíbula, tratando de parecer pensativo-, y mucho menos por algún comportamiento indebido tuyo, puedes sacar esa idea de tu cabeza.

En ese momento, todo el aire que tenía en mis pulmones acumulados por la desesperación y los nervios de la situación desaparecen en un largo -y algo exagerado- suspiro que llena de alivio mi corazón.

-Entonces.. -lo miré con curiosidad- ¿Por qué estoy aquí?

-Tu madre me ha llamado, Jimin. Me ha dicho que tu tía ha tenido un pequeño inconveniente en el pequeño negocio que tienen -tomó aire, y trató de buscar las palabras para seguir, me di cuenta por su cautelosa manera de mirarme y escanearme con la mirada- ella.. Ha dicho que te retires antes.. Necesita que atiendas el negocio en su ausencia.

De repente la sensación de hace unos minutos aparece, reemplazando los nervios por la preocupación ¿acaso dijo que mi tía ha tenido un inconveniente?

-¿Inconveniente? -solté algo exasperado, tratando de ocultar la preocupación que me mataba por dentro- ¿Qué clase de inconveniente?

-Ella no me lo ha dicho... Solo me dijo que te comunique que saldrías más temprano.

-Mnh... -asentí de una manera no tan convincente, supongo que el hecho de saber que a mi tía le había pasado algo es tema de preocupación, ya que, mi madre y ella eran toda la familia que yo tenía. Quería creer que no había pasado nada malo, pero al no tener ninguna respuesta concreta mi mente empieza a crear -probablemente falsas- hipótesis sobre esta pequeña situación familiar. Sacudí mi cabello e hice un pequeño gesto de conformación con mi boca torciendo mis labios- gracias, director.. -repetí esta vez, tratando de sonar más convincente que la vez anterior.

[POV YOONGI]

Sentí la vulnerabilidad de Jimin en sus ojos, por toda esta situación. Hay una pequeña voz dentro mío que me exige a aprovechar esta ocasión, como excusa para acercarme a él.

Su inocencia es transparente a cada detalle y movimiento que emite, haciéndome sentir un escalofrío por mi cuerpo, tratando de descubrir cada fase de él.
Me fascina ver su rostro, y tratar de adivinar en lo que piensa, en descubrir cada parte inhóspita y recóndita de su mente, abriendo ante mi más dudas sobre él.
Me obligo a volver rápidamente a la realidad, y ver la situación de Jimin.

Pienso que han pasado horas desde que él esta sentado enfrente mío, con su expresión cabizbaja, y con sus manos en su regazo. Pero sé que no es así, puedo apostar a que sólo han pasado minutos en los que yo intento descubrir más de él, sabiendo que es inútil.

Su expresión es preocupada y nerviosa, por lo que yo no puedo resistirme de alguna manera, y giré mi rostro, disimuladamente para que no se notara cuantas emociones atravesaban mi mente.

Su inocencia, mezclada con su preocupación era notable a kilómetros.
Pude notar esa desesperación por saber lo que ha pasado con su madre, y quizá yo pueda ayudar en algo.

-Jimin...

Él me miró fijamente, como si tuviese respuesta a su dilema, y queriendo encontrar en mi la solución. Yo simplemente saco un papel en el cual anoto algo, y se lo entrego.

Él por un momento lo ve y vuelve su mirada hacia mí, con una pequeña expresión de confusión.

-Jimin.. -repetí verificando que me haya escuchado, no como la vez anterior- es un pequeño permiso. Muestra esto en la entrada, y te dejarán salir más rápido.

Él sonrió de una manera tan específica y peculiar; Sus ojos se volvieron aún más pequeños, y pude notar como su sonrisa se alargaba a medida que volvía a releer el pequeño papel.
Me miró fijamente y siguió sonriendo. Tomé eso como una señal de agradecimiento por el favor que le he hecho.

-Puedes irte, muñeco.. -sonreí también e hice un gesto lo bastante cauteloso como para que él entienda que puede irse, e ir a arreglar sus asuntos personales.

-Muchas gracias, hyung.. -hizo una pequeña reverencia para acompañar el casto agradecimiento que acaba de hacer.

Volvió a sonreír, y todo vuelve a tener sentido.

Ya estaba tomando sus cosas para irse, y estaba por darse la vuelta para retomar camino, pero una loca e inevitable idea sale de mis labios.

-Jimin... Mañana luego de clases quiero verte nuevamente... Aquí, en mi oficina.

Él se limitó a asentir sin tanta importancia y giró la perilla para poder salir.

Cuando todo su cuerpo atravesó la puerta, dejándome solo nuevamente me recosté con mis manos en mi nuca en el respaldo de la silla giratoria, como un gesto de victoria.

-Esto recién comienza, Jimin... -una sonrisa se forma en mi rostro.