¿diez años?┆yoonmin

Capítulo 1

[POV JIMIN]

Lo único que se escuchaba en el pasillo eran mis desesperados pasos y mi voz agitada. No había un alma a esa hora.
Di una pequeña mirada a mi reloj de pulsera, ¡Joder!, las ocho con catorce minutos. Yo tendría que haber estado allí a las ocho en punto.

Un brusco tropezón me hizo quitar aquellos pensamientos precipitados, haciendo que todos mis libros y fotocopias -incluyendome- cayeran al suelo.

Empecé desesperadamente a juntar todos mis apuntes, y sin darme cuenta apareció enfrente mío una sombra negra, con unos zapatos negros de cuero reluciente.

-¿Qué haces aquí?

Mi voz se volvió mas temblorosa, no sabía que responder.

-Y-Yo... voy... Tarde

Él me ayudo a recoger mis cosas, y me las dio en la mano.

-No te preocupes, muñeco -esbozó una pequeña sonrisa acompañada de unas palmadas en mi hombro- ve ahora, no pasará nada.

-Muchas gracias, director Min... -hice una reverencia.

-Adiós, muñeco -volvió a sonreír y se fue.

Me sonrojé al escuchar esas palabras provenientes de él.

Mordí mi labio y me dirigí rápido a mi aula, y entré.

-Llega tarde, señor Park -la profesora Choi Jiwoo me  mientras colocaba su mano en su cintura- tome asiento, por favor.

Solo asentí y me senté en mi banco, ella siguió explicando la teoría de Darwin mientras yo sacaba mis útiles.

-¿Qué ha ocurrido? -me susurró Hoseok.

-¡Eso! ¿Qué ocurrió que llegaste tarde? -preguntó Tae desafiante.

Aproveché que la profesora estaba copiando en la pizarra, y me di vuelta para contestarles

-Me he quedado dormido, y luego... Pues... Me choqué con el director Min.

Me sonroje al recordar que me había llamado muñeco.

-¡¿Qué?! -dijeron al unísono- te has topado con "Min Gay" -comenzaron a reír por lo bajo.

-¿Min Gay? ¿Qué carajo...?

-¿No sabes? -preguntó Hoseok sorprendido- todos aquí le dicen "Min Gay", al parecer lo encontraron follando con Jackson Wang, el secretario. Y con Doung Young, el inspector, en su oficina.

-Ese tipo no tiene límites -dijo Tae torciendo su boca y aparentando una expresión de asco.

Yo volví mi mirada a la pizarra y a mis apuntes, «dejen al tipo en paz», pensé.

Ellos volvieron su atención hacía la profesora Jiwoo, y no volvimos a hablar.

Luego de un rato una mujer -que aparentaba unos cuarenta años- entró al aula y quitó toda la atención de la clase.

-¿Park Jimin? -preguntó la señora con cautela.

Levanté mi mano.

-Aquí..

-Te esperan en la oficina del director Min.

-Oh -susurré.

[POV YOONGI]

Quería calmar mi mente, pero no podía.

Hoy, luego de tanto tiempo de espera me había cruzado con él.

Me encantaba, me encanta absolutamente todo de él.

Su risa, su forma traviesa de jugar, de moverse, todo.

Luego del encuentro que tuvimos en la mañana quería seguir viéndolo.
Su perfume invadía mi mente, soñaba con besar su cuello.
Joder, me había puesto todo duro por su culpa.

Estaba sentado en la silla giratoria de mi oficina hundiéndome en mis pensamientos hacia Jimin.
Una mano vago por todo mi cuerpo hasta detenerse en mi entrepierna.

Comencé a acariciar a mi miembro por encima de la tela del pantalón. Primero movimientos lentos, pero luego continúe con un poco más de fuerza.

Solté un casto gemido, pero quería más.

Me posicioné en mi silla de tal forma que pude desabrochar mi pantalón, y bajar mi bóxer.

Mierda la puerta no tiene seguro... Me llegan a encontrar masturbándome y seré hombre muerto.
Aunque no me molesta en absoluto que el que me encuentre sea Jimin.

Tome mi -ya erecto- miembro y di una brusca lengüetada a mi mano para pasarla a mi miembro, mierda, el aire que chocaba contra mi polla mojada me hacía estremecer, mierda.

Me arqueé una vez y envolví mi miembro con la mano comenzándolo a sobar de atrás para adelante.

Jalé de él con tanta fuerza que mi gemido se pudo haber escuchado hasta Corea del Norte.

Mis gemidos retumbaban por la sala, mientras mi mente enfocaba en la cara de Jimin.

Jalaba con fuerza de atrás hacia adelante y mi espalda se arqueaba.

Mi polla estaba estallando y yo no paraba de tirar para atrás y para adelante.

Mi miembro vibró, estaba por venirme, faltaba poco.

-Ya casi... -jadeé.

Solo un poco más... Y...

Comenzó a sonar el teléfono.

¿Qué? ¿En serio? Pudieron esperar a que me corriera.

Estaba tan agitado, y el teléfono seguía sonando..

«Más vale que sea importante...»

Tomé aire y atendí.

«Director Min, buenos días»

«Buenos días, soy la madre de Park Jimin...»

Hablé con su madre, y colgué triunfantemente.

Aunque no quieras, tendrás que volver a verme, Park.