Five

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La casa se ve ambas cosas; más grande y más pequeña de lo que jamás lo hizo cuando Raven y Charles crecían en ella. Hay alas enteras que no están siendo utilizadas al momento, las risas constantes y el ruido que existe hace que se sienta llena de una manera que nunca se sintió cuando eran niños.

Charles observa a Erik entrenando a Alex y a Sean, quienes están corriendo por el jardín. Nunca ha cuestionado los métodos de Erik, aunque tampoco le hubiera importado en lo mínimo si el punto de aquél ejercicio no hubiese sido otro que quemar energías. Los chicos estuvieron en la sede de la CIA por apenas algunas semanas, pero a pesar del gran tamaño de sus campos de entrenamiento, igualmente podrían haber sido prisioneros. Claramente disfrutaban el correr, gritar y ser niños sin hombres en trajes que los vigilaran.


Hace su camino hacia abajo por las escaleras mientras levanta la mano en forma de saludo. Erik lo nota y se escapa de él una de sus usuales casi-sonrisas.


-Eso es todo, chicos. -Grita a Sean y Alex, entonces cruza hacia donde está Charles al fondo de las escaleras. -¿Pasa algo? -Pregunta.

-No, no. Sólo me dirigía al laboratorio de Hank. Raven me dijo que tenía algo que mostrarme.


-Maravilloso. -Dice Erik. -Apenas han pasado tres o cuatro horas desde que estuvo a punto de matar a alguien.

-Desearía que no fueras tan duro con él. -Comenta Charles mientras ambos caminan hacia él edificio que Hank había convertido en su laboratorio. -El chico claramente es inseguro.

-Pero tiene que aprender a tener una piel más dura si realmente quiere ir a la batalla. -Replica. -Tu hermana también. Si ellos no estuvieran tan obsesionados con pasar por humanos...

-No ser capaces de "Pasar por humanos" es lo que los lastima. -Responde Charles. Es una vieja discusión que ya han tenido una docena de veces.

-¿Prefieres que escondan quienes son?

-Sólo hasta que el mundo se vuelva más tolerante. -Insiste. -Pequeños pasos, amigo mío. -Dice mientras empuja la puerta del laboratorio. -Todo lo que digo es...

-¡Charles! -Grita la voz de Raven, y luego el nombrado recibe un impacto que le quita el aire. Una explosión roja, similar a la que Alex genera, pasa volando, pero solo porque Erik lo ha golpeado contra la pared. Puede sentir la adrenalina. Sus manos tiemblan. Se aferra a la parte de atrás de la camisa de Erik, a pesar de que el peligro ha pasado claramente. Gira la cabeza, tal vez para agradecerle o compartir una mirada de asombro, pero la cara de Erik ya está girada y sus labios se presionan, juntos. Lo que se está convirtiendo en un hecho cada vez más frecuente.


Charles atribuye los nudos en su estómago y la debilidad de sus rodillas a la agitación de su pecho a la adrenalina. Erik es el primero en alejarse, sus ojos están oscuros con algo que tiene miedo de identificar.

-Gracias. -Logra decir, aunque su voz apenas puede pronunciar la simple palabra. Sus cuerpos siguen presionados a pesar de que sus labios no. -Bien...

Erik retrocede y se dirige directamente al jardín, ya vociferando nuevas ordenes para los dos chicos. Charles lo observa irse. Cuándo se voltea, Hank está completamente rojo y susurrando disculpas mientras que Raven y Moira observan con sonrisas maliciosas casi idénticas.

-¿Qué? -Pregunta él.

-Ya es la segunda vez que besas a Erik. -Responde Raven.

-Yo ¿Qué? -Cuestiona Charles. -No sé de qué hablas, él sólo estaba sacándome del camino.

-La tercera. -Corrige Moira. -Que nosotros sepamos, al menos.

Él agradece estar ya sonrojado, porque si había de empezar ahora, tendría que tener en cuenta que hubo otros dos besos.

Dos otros no-besos porque realmente no se habían besado.

Desafortunadamente... -Una pequeña parte de él replica.

-¿Enserio? -Pregunta Raven volteando hacia Moira.

-En el Jet volviendo de Rusia. -Responde. -De verdad deberías ser más cuidadoso frente a tantos agentes del gobierno, Charles.

-Y la primera vez que usó a Cerebro. -Añade Raven con una sonrisa. -¿Cierto, Hank?

Hank asiente. Charles cruza sus brazos.

-Raven, eso fue... No nos estábamos besando. -Insistió. -Fue un accidente. De hecho, todos fueron por accidente.

-¿Tres accidentes? -Insinúa Moira levantando una ceja.

Él no corrige el número.

-Está bien, Charles. -Dice su hermana dando pequeños saltos a través de la habitación y finalmente colgándose de su brazo. -No es como si yo no supiera que te gustaron...

-¡Y gracias, Raven, por compartir secretos que no son tuyos! -Espeta Charles. Ella deja caer su brazo con aspecto herido.

-Trabajo para la CIA. -Dice Moira sin inmutarse. -¿Qué te hace pensar que no me he dado cuenta?


Estaba demasiado sonrojado como para defenderse mejor (Sí, aún sonrojado por haber tenido el cuerpo de Erik tan cerca) así que abraza al adagio shakespeareano y decide que lo mejor es retirarse.

-Estaré arriba en la mansión clasificando cuentas si me necesitan. -Dice él. -Hank, en el futuro, por favor emplea mejores medidas de seguridad y búscame cuando estén en su lugar.

Es más duro de lo que pretende ser, pero no puede pensar con claridad. De hecho, no comienza a pensar sino hasta que está seguro en su estudio y su respiración ha vuelto a la normalidad, incluso cuando aún puede sentir el calor del aliento de Erik sobre sus labios.

Lengua Trabada e Inútil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora