Durante mucho tiempo el reino del mar se mantuvo como el más grande y poderoso, en varias ocasiones intentaron conquistarlo, pero su rey tenía tan buena organización que nunca lo lograban.
Lo que no sabían es que miles de monstruosas criaturas se escondían en el abismo esperando la señal de su líder para derrocar al rey y hacerse de los Siete Mares.
Lamentablemente ese día llegó, llegaron cuando menos se esperaba, al finalizar la fiesta más grande del imperio, con todas la sirenas y tritones reunidos ocurrió una masacre que parecía no tener fin, las aguas se tiñeron de rojo y el ahora autoproclamado Rey del abismo tomó a los sobrevivientes como trofeo, encerrándolos en una profunda cueva custodiada por el Kraken, Haruka era el hijo más pequeño del desaparecido Rey del mar y en ese momento anhelaba más que nada en el mundo su libertad y conocer la superficie, sus hermanos le habían alimentado la curiosidad por sus historias, él aún no tenía la edad suficiente para subir y deseaba hacerlo.
—Sabe, joven príncipe, puedo ayudarle.— Una voz en la oscuridad se dirigía a él. —Mi trabajo empieza cuando alguien desea encontrarme.— Había escuchado leyendas de la vieja Bruja del mar, aquella que alguna vez casi lograba conquistar su reino, pero no las creyó hasta que ella apareció frente a él. —Puedo ofrecerle un trato, será liberado de este lugar y podrá conocer la superficie y el mundo humano.— Haruka quedó congelado al oír tal proposición, sabía que siempre había algo oculto tras los tratos que hacían perder a las víctimas.
—¿Qué es lo que quieres a cambio?— soltó el joven tritón sin más, —Sé que a su majestad no se le puede engañar, lo único que quiero es su longevidad y será libre.— Haruka dudó un poco de sus palabras, pero no deseaba estar encerrado en ese lugar para siempre aunque no entendiera el significado de ser longevo, —¿de qué te serviría que yo renuncie a una larga vida?— la vieja bruja no iba a dejar escapar una oportunidad por el trato, —Es para asuntos propios, su majestad, además es bien sabido la triste vida de una criatura del mar, ve como todo a su alrededor muere sin que uno cambie.— El azabache supo de inmediato que iba a estar encerrado toda su vida sin poder cumplir su deseo de conocer la superficie y a las criaturas que habitaban fuera del agua, —Si eso me asegura la libertad, acepto.— estrechó la mano de la bruja, dándose cuenta de que era también una sirena. —Agradezco que aceptara mis servicios, ahora le diré lo que tiene que hacer, la salida será libre antes del próximo amanecer, en ese momento nadará lo más rápido posible, el Rey del abismo sentirá su ausencia cuando pase los arrecifes, tiene que seguir, pero aquí viene mi advertencia, hasta que no esté cerca de la costa no debe sacar ni una escama fuera del mar así como tampoco debe tocarle ni un rayo de sol, la única forma de ser libre es convertirse en humano y aquellas criaturas son lentas, si no sale a tiempo el Rey lo atrapará y asesinará, lo que haga fuera ya es decisión suya.
No supo cómo fue que se quedó dormido, cuando abrió los ojos se sintió más ligero y sus escamas habían perdido su brillo, sabía que faltaban pocas horas para el amanecer, descubrió que las cadenas que lo mantenían prisionero estaban rotas y cuando nado hacia la entrada de la cueva vio al Kraken profundamente dormido, de donde se encontraba hasta donde se hallaban los arrecifes eran aproximadamente unas 15 millas náuticas*, distancia que podía nadar en poco menos de una hora, pero tuvo un inconveniente, al perder más de la mitad de su vida, su nado se volvió lento, aunque no tanto como un humano y eso le traería problemas, si no nadaba lo más rápido posible no llegaría a tiempo a la costa.
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Lullaby for the Sea [MakoHaru]
FanfictionCuenta una vieja leyenda del mar que las sirenas y los humanos, sin importar las circunstancias, están destinados a encontrarse, las sirenas tienen prohibido ese contacto, porque saben que esos encuentros siempre terminan en tragedia. Cuentan en la...