Aquí voy, recargada sobre la ventanilla del avión y repitiendo en mi cabeza la única razón por la que acepte venir "vas a estar 3 meses en la Ciudad de México Emilia es tu oportunidad para conocer nuevos lugares" y si, acepte venir de vacaciones con mi padre fue solo por eso, salir de Guadalajara me va hacer bien, olvidarme un poco de la vida de campo me va hacer muy bien. Aunque a mi madre no le agradó tanto la idea de que mi padre estuviera ofreciéndome unas vacaciones acá y claro que yo la entiendo completamente, el se separó de mi mamá hace como 8 años y lo he visto muy pocas veces, así que es rara la sensación de estar con el por varios meses.
Después de la separación de mis padres solo tenía el apoyo de mi madre y mi mejor amiga Romi.
También tenía el apoyo de dos grandes amigos, pero no los veo tanto ya que se habían mudado de Guadalajara a una escuela de la CDMX , aun me comunico con ellos pero no tanto como me gustaria.Por fin el vuelo ha terminado, ya había recogido mis maletas y por lo lejos lo vi, después de tantos meses estoy parada frente a el de nuevo, no les voy a mentir es una sensación muy extraña.
-Hey! Emilia, mi pequeña Emilia que gustó me da tenerte por aquí. -me saludó
-Hola-conteste un poco extrañada
-Lo siento sé que esto es muy raro para ti, no debí ir tan rápido, mejor ven subamos al auto ya quiero enseñarte la casa -me dijo mientras me señalaba un Mustang negro mate
-Vamos- le sonreí-
Nos subimos al auto y el trayecto fue muy silencioso, que gran auto -pensé- esto nunca nos lo hubiera dado a mi y a mi mamá, les cuento después de que mi padre nos abandonará el se vino a la capital donde años después se casó con Rosario Meyer, ahora vive con ella y sus 3 hijos, espero y no sean una molestia pues los niños pequeños no me caen muy bien.
-y qué tal está tu madre -interrumpió mi padre mis pensamientos
-Bien muy bien de hecho- conteste, cabe aclarar que le mentí un poco mi madre la pasó muy mal varios años pero no quería que mi padre lo supiera.
-Bueno pues bienvenida a tu nueva casa -se estacionó frente a una gran casa color blanco
-Wow es muy grande-dije asombrada
-vamos es hora de que conozcas a Rosario- dijo abriendo la puerta
-ya hemos llegado- anunció mi padre y alguien salió de un cuarto que si no me equivoco es la cocina
-Hola! Mucho gusto soy Rosario Meyer me alegra ya tenerte aquí- me saludó una señora con un mandil puesto, no me equivoqué el cuarto de donde salió era la cocina
-Hola Yo soy Emilia, Emilia Ruiz-la salude
-Niños vengan a saludar-llamó Rosario dirigiéndose a dos personas que estaban sentadas el la sala.
-Hola yo soy Javier- me salud un chico como de 14 años
-y yo me llamo Manuel - interrumpió El Niño como de 12 años
-Hola mucho gusto en conocerlos-sonrei
-Javier crees que podrías llevar a Emilia a su habitación- le pidió mi padre
-claro que sí Luis yo la llevo, vamos sígueme- me dijo mientras subía las escaleras.
Yo solo observaba la casa con atención, es muy grande y muy bonita tiene muchas decoraciones y varios cuadros artísticos
-bueno este es tu cuarto- hizo un ademán para que pasara
-muchas gracias-le sonreí
-bueno yo me retiro, ponte cómoda -salió y cerró la puerta de mi cuarto
Ya por fin estoy en la Ciudad de México y ya no puedo echarme para atrás, veré qué me espera en estos 3 meses que estaré aquí.
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I LOVE YOU| Claumilia #Wattys2019
JugendliteraturLa vida es muy corta para estarse enamorando de lo común, ellos harán todo lo posible para pasar las pruebas que el destino les ponga enfrente.