Al escuchar la voz de Paolo, el novio de Flor, ambos se separaron bruscamente. Por suerte el joven no logró distinguir qué tan cerca estos se encontraban...
En cuanto le vio, Florencia corrió a abrazarlo. Le había sorprendido en demasía el ver a Paolo ahí y ahora. Durante el abrazo ella exhaló bruscamente el aire que había contenido mientras iba hacia él y por otra parte, el chico hundió la nariz en el pelo ajeno de la joven.
Cuando se separaron, Pablo ya se había marchado y Julie esperaba en la entrada de su casa a que su hermana y su novio entrasen. —Flor, ¿quién es ese narizón?— preguntó la niña provocando que la mayor contuviera una estruendosa carcajada. Carraspeó rápidamente y entró a paso veloz antes de que Julie siguiera con las preguntas indiscretas.
—Mamá, papá; les quiero presentar a mi novio. Paolo, ellos son ms papás: Laura y Rafael— y así el italiano estrechó su mano con las ajenas en un saludo cordial.
Si bien era verdad, que Julie estaba en lo correcto. Debemos admitir que la nariz de Paolo resaltaba más que cualquier otro rasgo de su rostro. Incluso más que sus profundos ojos azules o su perfecto y peinado cabello oscuro.
Antes de cenar, la familia Jiménez se dispuso a orar por estar esa noche todos juntos y pedir ron por aquellos que no son tan afortunados como ellos. Después de aquello de gustaron alegremente la cena.
—Dinos, Paolo ¿a qué se debe esta maravillosa sorpresa? Según nos comentó Flor, te sería imposible venir.
—Bueno, quise darle una gran sorpresa a mi novia y me alegra ser bienvenido, señor. Gracias de verdad.
—Oh vamos, llámame Rafael. No es necesario tanta formalidad.
—De acuerdo, Rafael. Espero no incomodar. Busqué un hotel cercano y ahí me hospedaré.
—¡Qué va! Quédate aquí con nosotros. Tenemos la habitación para los huéspedes.Pero de inmediato Flor protestó:
—¡Papa! Por favor... deja que Paolo siga con sus planes. A él no le gusta cambiar nada de lo que planea.
—Oh, no tengo inconveniente cielo. Gracias por todo, Rafael. ¡Acepto! Y adivinen qué, me quedaré hasta año nuevo.Las palabras de Rafael habían sacado de órbita a Flor. De pronto era como si no quisiera que se quedara con ella. Prefería que se quedara en el hotel. Por otra parte, no dejaba de pensar en el casi beso que por poco se daba con Pablo. El solo recuerdo la ponía con la piel de gallina y con una curiosidad enorme además de varias preguntas que se moría por formular.
—¿Verdad hija? ¡Florencia! –gritó su madre al verla tan ida–. ¿Qué te pasa? Estás como en la luna. ¿Todo en orden?— insistía la señora sin dejar de mirarla. Rápidamente Flor sacudió la cabeza y se centró en su madre. —Sí, sí. Estoy bien, ma. Sólo que ya estoy cansada. Lo lamento pero yo ya me retiro— dijo al tiempo que se levantaba de su lugar. De inmediato Julie le impidió el paso y le miró con un puchero. —Me has prometido que me llevarías fuera a prender las luces de bengala que mi padre me compró ayer. Anda, vamos. Pero sólo nosotras. Solas— hizo énfasis en la última palabra mirando a Paolo y se aferró a la mano de su hermana. Flor hizo un gesto de disculpa a su novio y salió con su hermana a encender las luces.
Flor le prendía las luces a la pequeña Jul y ella danzaba por la calle con su lucesita en mano muy feliz. Estaban tan distraídas con eso que no se dieron cuenta de que Pablo también había salido con sus sobrinos por el mismo propósito. Era así hasta que Julie señaló a los sobrinos de Pablo y una vez que obtuvo la aprobación de su hermana, fue a jugar con ellos, olvidándose de las luces.
Pablo se acercó a Florencia a paso lento y ya que se colocó a su lado, mantuvo las manos en sus bolsillos mientras que ella las mantenía sobre su pecho, con los brazos cruzados.
—Lo siento mucho.
—¿Lo sientes? ¿Y eso por qué?
—Por casi haberte besado.
—Ah...
—Sí...
—En ese caso yo también lo siento.
—¿De verdad?
—Sí. Bueno...
—Bueno, ¿qué?
—Nada...
—Flor, dime.
—Es que recordé nuestros momentos de infancia y quería revivirlo. Pensé que sería tan mágico como en las otras ocasiones.
—¿Te hubiera gustado un beso en la mejilla o...?
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The Christmas Song (Historia Corta) [Pablo Alborán] | TERMINADA |
Romance¿Quién diría que una bola de cristal navideña sería la causante de un embrollo del tamaño de un trozo de hielo? • Inspirada en la canción del mismo nombre, interpretada por Il Volo a dueto con la cantante Pía Toscano, incluida en su álbum de Navidad...