(DOS AÑOS DESPUÉS)
— Es que yo antes de entrar en OT, osea... osea, estando en OT, osea, hago cosas que, osea, que nunca... osea me imaginaba hacer, y bueno tam... también tengo cosas por aprender pero no sé bueno... decirle, bueno... darle las gracias a los profesores y a mis compañeros, y bueno... que les quiero mucho.
Al terminar de hablar con Roberto, Famous se giró para ver a sus compañeros. Mientras todos aplaudían, Damion meneaba la cabeza de un lado a otro, mirando a Famous y sonriendo, en señal de desaprobación.
...
— ¡FAMOUS!
En un pequeñísimo instante, todos los compañeros se abalanzaron sobre él.
El público gritaba y coreaba su nombre.
Damion le acariciaba la espalda.
— ¡Qué has ganado!
Le agarraba del hombro y no paraba de dar saltos de alegría.
— Ahí, ahí... ¡Levántala cabrón!
Y Famous levantó su trofeo. Porque había ganado OT.
***
Damion estaba tumbado en la cama y notó una mano acariciándole la espalda. A lo lejos escuchaba el sonido del mar, y notaba como se colaba el calor de julio por la ventana. Empezaba a amanecer, y no podía ver a quien estaba con él en la cama, pero por se sentía muy bien allí.
— Te amo.
Escuchó aquella voz canaria de repente. Empezó a recordar aquel piso de Adeje y aquella persona que estaba con él en la cama. Entonces, solo para asegurarse de que no soñaba, se dio la vuelta. Pero no había nadie allí.
Damion abrió los ojos de golpe.
Era temprano por la mañana. La semana anterior había sido un vaivén de emociones y viajes de aquí para allá, grabando la gala especial de Navidad y viéndose con sus compañeros. El programa había terminado y Damion tenía por fin tiempo libre que quería aprovechar.
El sol se colaba por la ventana de la habitación, como un haz que parecía anunciar un buen día por delante. La habitación era pequeña, de color amarillo claro, con unos muebles viejos y un pequeño balconcito que daba a la calle. Damion vivía en un piso madrileño con su pareja, Soraya, que le ayudaba a pagar el carísimo alquiler y con la cual compartía una vida agradable.
— My Darling... ¿estás despierto ya? —preguntó la chica.
— Sí.
El chico empezó a vestirse. Se puso una camiseta negra, unos pantalones negros, unas zapatillas... negras, y una chaqueta... vaquera. Más emo no podía ser. Soraya se quedó un rato en la cama, todavía media dormida.
— Voy a preparar el desayuno. Hoy va a ser un día largo. —anunció Damion.
— De acuerdo, ahora voy.
La cocina era pequeña. Los muebles blancos eran más nuevos, y en un rincón había una mesa redonda con cachivaches, rodeada de dos sillas. Tenía una ventana por la que entraba algo de luz, pero la mayor parte de la iluminación venía del salón, atravesando la gran abertura que conectaba las dos estancias.
No preparó gran cosa. Hizo unas tostadas y café, y peló un par de plátanos y otro par de peras. Lo cierto es que al chico se le daba de maravilla cocinar, pero hoy tenía prisa.
— Voy a ir con Frank a sacar unas fotos, y luego vamos a quedar con un grupo de amigos para el cumpleaños de Yolanda, así que no creo que vuelva hasta las nueve –se puso a decir la chica. "Cosas de influencers", pensó Damion.
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Madrid (fanfic damious)
FanficLo que no supo Famous, después de ver aquel chico en Madrid, era que iba a compartir con él los mejores momentos de su vida. - Podéis encontrarme en twitter como @ damiousismo Atención: queridos lectores, no subáis capturas de esta historia a las r...