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—Amor

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—Amor... Estoy bien, no te preocupes por mi —habló con calma el pelirrojo acariciando la mano del rubio mientras un pequeño estornudo se anticipaba en sus orificios nasales. Hizo una pequeña sonrisa después, a él le gustaba imaginar que su cuerpo estaba repleto de pequeñas personas que lo ayudaban sobrevivir, y que cada estornudo que daba era un cohete con bacterias en él (si, era infantil, pero eso lo entretenía).

—¡AIZAWA, ME QUEDARÉ AQUI! —volvió a gritar Katsuki por octava vez. Para su docente no parecía más allá que un reproche infantil por lo que se ganó una fuerte colleja en la parte trasera de su cabeza —. ¡¿Qué le pasa, viejo loco!?

Iida apareció como un rayo empezando a mover sus manos de una manera muy plana, dirigiendo sus majestuosos palabras de corrección al adulto y adolescente presente.
Esto solo hizo enfadar aún más a su profesor que le otorgó una fuerte mirada de odio.

—Tenya, como sigas así te bajaré diez puntos —soltó entre dientes haciendo que su alumno se paralizara, tal y como lo hizo Stain con su hermano—. Bakugō, no quiero más gritos. Sube al maldito autobús o lo haré yo.

—Ve, estaré bien. Solo es un resfriado normal con una fiebre que podría calentar el lado frío de Todoroki —se escuchó un pequeño quejido de Izuku en la parte delantera del transporte, Kirishima solo le sonrió siguiendo con su plática —, no hay de que preocuparse. Ve tranquilo.

El pelirrojo le regaló un tierno beso en su mejilla haciendo que este se volviera completamente rojo como sus ojos.
Katsuki solo empezó a caminar despidiéndose torpemente con su mano izquierda, dándole la espalda sin importancia.

—¡YO TAMBIÉN TE AMO, MINA! —gritó el enfermo despidiéndose de su mejor amiga.

—¿QUÉ?

—E-ERA UNA BROMA —volvió a gritar al ver el mini brinco que pegó el rubio dentro del autobús, juraría que había visto a Aizawa detenerlo con su extraña vestimenta de vagabundo.

El chico hizo una sonrisa nerviosa entrando a la UA para ir directamente a su dormitorio. Probablemente haría algo de comer y pasaría el mayor tiempo posible acostado en su cama viendo series o hablando con otros chicos sobre cosas muy masculinas, como cual es el mejor pintalabios que han tenido.
¿Qué?
Siempre divo nunca indivo.
¡Oh, espera! ¡KATSUKI SE LLEVÓ SU CELULAR! ¿¡Por qué hacía eso!?
Ay, pero no se pude enojar con él. Es un amor.

El pelirrojo, abstracto en sus pensamientos, no había notado que ya estaba frente a su habitación, bueno, casi. Estaba frente a la de su pareja.
Simplemente pudo suspirar, hasta sin siquiera darse cuenta el amor y cariño que sentía hacía él se hacia presente.
Decidió entrar y pasar el tiempo ahí, al fin y al cabo nadie lo notaría y Mineta no diría cosas raras y supondría cosas de doble sentido.

—A ver... ¿Qué puedo hacer aquí? —preguntó notando como la habitación estaba algo desordenada (y por no decir que parecía un vertedero de roedores). Sonrió bobamente notando una pequeña fotografía enmarcada en el escritorio del chico. Recuerda ese momento, Bakugō le había pedido ir a un puesto callejero a comer tacos picantes, la cara neutral de él comiendo lo hacía reír ya que horas después se estaba quejando que la boca le ardía mucho. ¡También recuerda que le dijo: “Si quieres te doy de mi leche para que baje el ardor” y Baku se puso super rojo! Su mano había quedado impregnara en su brazo derecho, le había pegado y no sabía porque. Luego él le dijo: “No dejaré que te juntes más con Kaminari y Mineta” ya había captado la referencia.

Kirishima empezó a soltar unos pequeños estornudos lo que hizo que terminara envuelto en las sábanas de su pareja, su olor masculino le gustaba. Sonrió levemente sujetándolas con fuerza, por alguna razón tenía la necesidad de abrazarlo. Algo en su interior le decía que era la última vez que haría algo así (probablemente porque Katsuki lo sacaría a patadas y le diría que no cogiera sus cosas).
Poco a poco cerró sus ojos empezando a quedarse en un sueño inolvidable.

Katsuki estaba tranquilamente sentando en uno de los troncos qur rodeaba la qué sería la fogata para el atardecer

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Katsuki estaba tranquilamente sentando en uno de los troncos qur rodeaba la qué sería la fogata para el atardecer.
Miraba con recelo a las parejas de su compañero, ¿por qué él no podía quedarse con Kiri? ¡Simplemente era un resfriado, hasta la anciana lo podría haber curado!

—¿Qué sucede? —el rubio escuchó una pequeña voz entre los árboles del lugar, gruñó con suavidad al darse cuenta que el que hablaba era su profesor mediante su celular—. ¿¡Qué?! —exclamó exaltado. Bakugō volvió su mirada hasta este notando como estaba más pálido de lo normal, podía notar pequeñas gotas caer de su frente. Algo estaba sucediendo —. S-Si, ya vamos en camino.
Uno de los adultos del lugar volvió su vista a sus alumnos haciendo que el de quirk explosivo volteara su rostro.

—¡Todos, al autobús! ¡Regresamos!  —gritó haciendo que las clases que estaban ahí quedarán completamente confundidos. ¿Qué le pasaba?

—Aizawa, ¿qué sucede? —preguntó con su voz grave AllMight mientras sostenía en su mano un helado con la forma de su cabeza.

—Ellos no están a salvo —dijo señalando a los más jóvenes —. Alguien se infiltró en UA... Acaba de estallar gran parte de la instalación.

Ok, ok

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Ok, ok.
Si, ya se que solo faltaban dos días en el maratón pero hice unos cambios drásticos.
¡La historia ya termina! Si, se que es muy pronto, pero tengo otras historias que continua y/o terminar. Le tomé un cariño a esta y la quiero terminar ya para no sobre explotarla como hice con otras.

¡Bye, bye!

Wattpad culero has mi guión de diálogo o te rompo el hocico.
Me cuesta un chingo editar esta mamada cabrón.

En Mi Mente// KiriBaku ChatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora