Capítulo 5

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Cuando ella entró yo cerré la puerta para que todo eso se mantuviera en secreto.

Al entrar ella vio todo y se quedó paralizada; en el piso estaba Pedro y mi papá sosteniendo de brazos y piernas, con Natalia conocer  la Cruz en la mano poniéndola en la cabeza del demonio; a Alejandro y a Mina ayudando a mi tía Sara por el golpe; a mi mamá cuidando de mi tío Norberto, que estaba sangrando de la cabeza, y a mi tía Carol que solo se nos quedó viendo con una cara de horror y sorpresa. Y en ese entonces el demonio se había salido de mi tía Maira; mi papá, Pedro y Natalia no sabían si el demonio ya había salido de mi tía, pero ella estaba tranquila se encontraba sentada en el piso con los ojos ya abiertos, haci que todos la dejaron de sostener y la soltaron de brazos y piernas; le molestaba la luz así que le dieron unos lentes de sol, se encontraba sudando y muy confundida.

Mi tía Carol fue hacia la vecina, la tomó de los hombros y la llevó a la puerta, cuando mi tía Carol la iba a sacar de la casa, yo lo impedi cerrando la puerta.
-Si la dejas ir talvez le diga a todos lo que vio, o le llame a la policía- dije.
-Creo que es muy probable... Tienes razón-dijo Carol.
-Yo les puedo ayudar, estoy aprendiendo algo de medicina y curaciones- dijo la vecina, la cual todavía no sabía su nombre.

Al dejarla adentro corrió hacia la cocina y yo tras de ella, pensé que iba a escapar, pero cuando llegue a la cocina ella estaba buscando algo cuando lo encontró me dijo que le ayudara, me dio una aguja, hilo, alcohol, algodón, una tela y bandas con seguros.
Las cosas las llevamos donde estaban todos; mi tía Maira al ver a mi tío Norberto en el piso desmayado fue corriendo hacia él; la vecina tomó el alcohol y lo puso en la nariz de mi tío; eso lo despertó pero después le puso unas vendas en su cabeza para que dejara de sangrar; fue con Alejandro, Mina y mi tía Sara; vio que mi tía tenida una herida en el brazo haci que agarro la aguja y el hilo y empezó a coser su herida, cuando ella acabo solo camino y se dirigió hacia el comedor que estaba del otro lado de la sala; la seguí para observar que iba a hacer, ella se encontraba de espaldas hacia mi.
-Bueno y ahora me dejaran ir o acaso soy una criminal- dijo seria.

-Bueno creo que talvez, si te portas bien y prometes no hablar con nadie de esto, puede que te duermas en la cama del perro y no en el piso- dije bromeando, y ella se ríe y voltea con migo.

-Gracias por ayudar a mi familia-

-No fue nada, para esto estudio ¿no cres?-

-¿Cuál es tu nombre?- pregunto.

-Me llamo Ariel alias la vecina- dijo sonriendome y le regreso la sonrisa -Bueno y tu ¿cómo te llamas?-

-Me llamo Victoria, pero mis amigos me dicen Vicki- dije.

Desde ese momento fuimos amigas, platicamos un poco sobre nuestras vidas, nuestros gustos, sobre nuestra forma de pensar etc. Desde ahí nos volvimos amigas.





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