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Contigo volví a saber lo que era preocuparse por alguien



Teagan

La puerta se cerró de golpe y me tiré a la cama enfadada, no podía creer que mientras yo me había dedicado la noche a buscarle, el se la había pasado acostándose con esa cantante. A la que más odiaba, y encima para colmo, venía a restregármelo como si yo tuviese algo con él. La mejor decisión que había podido tomar era echarle —aunque no estuviese contratado —y avisar a los que de verdad me cuidan, a mis guardaespaldas, del peligro que corro. 

Estaba tumbada en la cama y de repente una necesidad de comer irrumpió cuando mi estomago hizo un ruido de lo más extraño. Fui a coger el teléfono de la habitación para que me trajesen el desayuno cuando alguien tocó la puerta varias veces. Maldije en voz baja y jure que iba a matar a Jasper por molestarme en el momento más importante del día. Me abroché bien el albornoz antes de abrir y con cara de pocos amigos cogí la manilla de la puerta de golpe. 

—¿Qué quieres ahora? 

Los brazos tatuados de Stewart me avisaron de que no era quien yo creía y por un momento me sentí fatal, pero luego recordé lo que acababa de hacerme y volví a sentirme orgullosa de haberlo mandado a freír espárragos. Jasper debía estar lejos y no podía sentirme culpable por simplemente haber pensado que me molestaba a todas horas. 

—Relájate cariño, soy yo —alzó las manos y yo intenté respirar hondo para que no notase demasiado que estaba algo enfadada. Aunque creo que era demasiado tarde —. ¿Quién ha osado molestarte para que estés así? 

—Lo siento —me llevé las manos a la cara —. Un cámara se ha hecho pasar por camarero y casi consigue sacarme una foto, acaba de irse hace nada.  

Las pequeñas mentiras o mentirijillas, como a mi madre le gustaba llamarlas, no hacían daño a nadie. 

—¡Serán cerdos! 

Me aparté de la puerta y dejé que Stewart pasase dentro de la habitación mientras soltaba algún que otro insulto dirigido al cámara falso. Él y yo se suponía que volvíamos a estar juntos, aunque realmente no me apetecía, ni siquiera sabía porque había aceptado volver con él en la fiesta. No estaba muy segura de que me siguiese gustando, o simplemente atrayendo. 

—Ya veo que te sientes mejor. 

—¿Por qué lo dices? 

—Por lo de ayer, te sentías mal a la noche y como has pedido el desayuno supongo que ya estás mejor. 

Esa era otra pequeña mentira que le había contado. No encontraba a Jasper por ningún lado y eso era algo que me preocupó, así que decidí buscarlo por todas partes y mentirle a mi supuesto novio porque sabía con creces que lo odiaba y no habría permitido que me pusiera en su busca. 

Y todo para nada. 

Para que Jasper estuviese con esa...esa...esa...cantante de pacotilla. 

—Si, me siento mejor, gracias por preguntarme. 

—No me tienes que dar las gracias, eres mi novia y es mi deber ayudarte en todo. 

Me cogió del brazo y me empujó hacia el para besarme. Poso sus labios en los míos y noté como su lengua trataba de hacerse paso en mi boca, así que sin muchas ganas entrelacé mi lengua con la suya. Me dejaba llevar para que no notase que no deseaba besarle, pero me daba lastima, Stewart era una buena persona a pesar de lo que aparentaba a primeras, el caso es que ya había dejado de gustarme por alguna razón que no comprendía. 

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2019 ⏰

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