Salgo corriendo al baño, me cambió con mi piyama y me meto en la cama. Cinco minutos después entra Peeta usando su piyama y se mete en la cama.
Pero no apaga la luz, en cambio se queda mirándome directamente a los ojos y yo me sumerjo en el océano azul de sus ojos que tanto había extrañado. Noto que la distancia entre nosotros es muy corta de apenas unos cinco centímetros. Nuestros alientos se mezclan pero yo no despegó mis ojos de los suyos. Harta decido cortar con la distancia que nos separa y lo beso, lo besó después de mucho tiempo, un beso real.
Quisiera que ese beso dure para siempre, que se congele el momento, que solo quede ese beso pero nos tenemos que separar por falta de aire.
Y me doy cuenta de algo: lo que necesito para sobrevivir no es el fuego de Gale, encendido por la rabia y el odio. Tengo bastante fuego en mi misma. Lo que necesito es el diente de león en la primavera. El amarillo brillante que significa renacer en vez de destrucción. La promesa de que la vida puede continuar, sin importar lo malo de nuestras pérdidas. Que puede ser buena de nuevo. Y solo Peeta puede darme eso.
Así que después, cuando el susurra:
-Tú me amas. ¿Real o no real?
Le digo:
-Real.
ESTÁS LEYENDO
Una historia después de Sinsajo (Los Juegos del Hambre)
FanfictionCuando terminó "Sinsajo" y empezó el Epílogo sentí que algo no encajaba. Había una historia que no estaba escrita en "Sinsajo", una historia en la que Peeta y Katniss aceptaban su presente sin que el pasado los siguiera atormentando, una historia en...