Rodrigo está sentado abajo del girasol, esperando a que este despierte. Se escucha a su mamá gritándole.
MAMÁ DE RODRIGO (FUERA DE ESCENA):¡A comer! ¡Que se va a hacer tarde!
Rodrigo no le responde, empieza a amanecer.
GIRASOL: (Bosteza) ¡Buenos días, Rodrigo!
RODRIGO: ¡Ay, menos mal! ¡Por fin te despertaste! Me estaba preocupando.
GIRASOL: ¿Por qué?
RODRIGO: Porque cada vez te despertás más tarde.
GIRASOL: Es por la época del año, Rodrigo.
RODRIGO: Sí, ya me lo dijiste, pero igual, no sé...
GIRASOL: ¿Qué no sabés?
RODRIGO: Últimamente estás raro.
GIRASOL: ¿Qué tengo de raro? ¿Te estuve tratando diferente?
RODRIGO: No, vos seguís igual, pero estás diferente.
GIRASOL: (Ríe) No te entiendo.
RODRIGO: ¡Ay! Bueno, es que... Decime ¿Por qué ya no seguís al sol? Los girasoles siguen al sol.
GIRASOL: Ah, tranquilo, querido. Es natural. Cuando los girasoles crecemos dejamos de buscar al sol.
RODRIGO: O sea que es por tu edad.
GIRASOL: Sí.
RODRIGO: No entiendo, no pensé que te iba a pasar a vos.
GIRASOL: ¿Qué cosa?
RODRIGO: Crecer.
GIRASOL: Que haya durado mucho tiempo, no quiere decir que no crezca.
RODRIGO: Pero pensé que nunca lo ibas a hacer. Los girasoles están como mucho seis meses.
GIRASOL: Sí, ya lo sé.
RODRIGO: ¡Y bueno! ¿Cómo querés que no me sorprenda? Si hace dos años estás acá, conmigo.
GIRASOL: Crezco más lento, pero igual lo hago.
RODRIGO: No quiero que crezcas.
GIRASOL: Todos crecen. ¿Por qué no querés que yo lo haga?
RODRIGO: No sé, dejame.
GIRASOL: ¿Quéres decirme algo, querido?
Rodrigo se cruza de brazos y niega con la cabeza.
GIRASOL: ¿No me lo querés decir?
Rodrigo afirma con la cabeza.
GIRASOL: Sabés que podes confiar en mí.
RODRIGO: ¡Ay, bueno! (Suspira) Sé que las flores duran poco. Nunca me encariñé con una por eso. ¿Estás contento?
GIRASOL: Ah, ya veo...
MAMÁ DE RODRIGO: (Gritando) ¡Dale, Rodrigo! ¡Se te enfría la leche!
RODRIGO: Últimamente tengo miedo. ¿Y si vuelvo y no estás?
GIRASOL: Yo siempre voy a estar acá, no me voy a ir a ningún lado.
MAMÁ DE RODRIGO: (Gritando) ¡Rodrigo! ¡No vas a llegar tarde al primer día!
RODRIGO: (A su mamá) ¡Ya voy! (Al girasol) Prometeme que voy a volver y vas a estar acá, por favor.
GIRASOL: Te lo prometo, Rodrigo.
RODRIGO: Te juro que me gustaría quedarme acá, para cuidarte.
GIRASOL: No te preocupes tanto por mí, querido. Voy a estar bien.
Rodrigo se para.
RODRIGO: Bueno (se empieza a ir), nos vemos. ¡Ah! Y ayer me di cuenta de que tenías tos ¿No querés que te dé una bufanda o una campera?
GIRASOL: (Riéndose) No es necesario.
RODRIGO: ¿Seguro?
GIRASOL: Muy seguro.
RODRIGO: Bueno, vuelvo al mediodía. Ni bien salga del colegio vuelvo y te riego, ya sé que mamá a veces se olvida.
GIRASOL: No te enojes con tu mamá, a veces se olvida porque tiene muchas cosas que hacer.
MAMÁ DE RODRIGO: (Gritando) ¡Rodrigo! ¡Último aviso o te voy a buscar!
RODRIGO: ¿Cómo querés que no me enoje con ella? (Empieza a irse) Bueno, nos vemos.
GIRASOL: Que te vaya bien en el colegio nuevo, contame todo cuando vuelvas.
RODRIGO: No voy a tener nada que contar (Empieza a lagrimear).
GIRASOL: Rodrigo no llores, no me gusta verte así.
RODRIGO: Tarde. Me voy. Nos vemos al mediodía.
Rodrigo se va. El girasol suspira.
ESTÁS LEYENDO
El girasol de Rodrigo.
Short Story¿Cómo te sentiste cuando descubriste que nadie vive para siempre? Rodrigo atravesará esa etapa, despidiendo a alguien muy especial...