El girasol está solo en escena, tosiendo. Rodrigo entra en escena con el uniforme del colegio y su mochila. Se lo ve feliz.
GIRASOL: ¡Querido! ¡Viniste!
RODRIGO: Hola (Se sienta debajo de él). ¿Vos estás bien?
GIRASOL: ¡Ahora sí! Me preocupé tanto. Desde que te fuiste ayer no volviste. ¿Estás mejor?
RODRIGO: Sí, perdón por haberte tratado así.
GIRASOL: Tranquilo, querido. Está todo bien (sonríe). ¿Cómo te fue hoy en el nuevo colegio?
RODRIGO: (Eufórico) ¡El chico, el que me habló ayer me volvió a hablar!
GIRASOL: ¿De verdad? ¿Qué te dijo hoy?
RODRIGO: Bueno, yo estaba en el patio dibujando de nuevo, y vino y me preguntó: ¿estás dibujando otra vez? Yo le dije que sí, y me preguntó si lo podía ver...
GIRASOL: ¿Qué estabas dibujando esta vez?
RODRIGO: Bueno... (Saca el dibujo de la mochila) esto.
Le muestra el dibujo al girasol.
GIRASOL: ¡Cuantas plantas!
RODRIGO: Sí, es un bosque.
GIRASOL: ¿Y te dijo algo más?
RODRIGO: Ah, sí. Cuando le mostré el dibujo me dijo que estaba muy lindo. Y me preguntó cómo me llamaba.
GIRASOL: ¡Qué bueno!
RODRIGO: ¡Sí! Me dijo que se llamaba Iván.
GIRASOL: Iván, qué lindo nombre.
RODRIGO: Sí, pero bueno, después tocó el timbre y me fui al aula.
GIRASOL: ¿Él está en la misma aula que vos?
RODRIGO: No, está en otra. Yo voy al aula B y a él lo vi entrar al aula A.
GIRASOL: Entonces cuando no estés en el aula, aprovechá para hablar con él. (El girasol empieza a toser)
RODRIGO: ¿Estás bien? (Rodrigo se para)
GIRASOL: Sí. Tranquilo, querido.
RODRIGO: Hace rato estás tosiendo así.
GIRASOL: Ya se me va a pasar.
RODRIGO: Acordate que tengo bufandas para prestarte.
GIRASOL: Ya te dije, no es necesario.
RODRIGO: Bueno (suspira). Girasol ¿Cómo hago para hablar con él?
GIRASOL: Pero si ya le hablás.
RODRIGO: El viene a hablarme a mí, yo nunca fui.
GIRASOL: Ay, Rodrigo, si querés hablar con alguien podés ir a hablarle vos, no va a pasar nada malo.
RODRIGO: Bueno, puedo probar (Pausa). Pero mejor no, tengo vergüenza.
GIRASOL: ¿Vergüenza de qué?
RODRIGO: De él. Me da vergüenza cuando me habla, no me quiero imaginar si le hablo yo.
GIRASOL: Yo siempre hablo con vos, y nunca pasa nada malo, al contrario.
RODRIGO: (Sonriendo) Gracias. Pero todavía no sé cómo hablarle.
Rodrigo guarda el dibujo en la mochila.
GIRASOL: ¿Y si le regalás un dibujo?
RODIGO: ¿Vos decís que le va a gustar?
GIRASOL: Por supuesto, si ya te dijo que le gustan.
RODRIGO: Pero ¿cuál le doy?
GIRASOL: Mmmmm... ¿Y si hacés uno nuevo para él?
RODRIGO: Puede ser pero ¿de qué?
Rodrigo y el girasol piensan. Rodrigo lo mira.
RODRIGO: Te podría dibujar a vos.
GIRASOL: ¿Eso no lo hiciste ya?
RODRIGO: No, pero a vos solo.
GIRASOL: Ay, pero él ya me vio, ahora me conoce por tu dibujo... ¡Ya sé! ¿Y si lo dibujás a él?
RODRIGO: (Alterado) ¡No! No lo voy a poder dibujar bien. Mejor otra cosa.
GIRASOL: Ay, qué lástima yo quería saber cómo era.
RODRIGO: Bueno, puedo hacer un dibujo de Iván para vos. Pero me va a salir mal.
GIRASOL: Seguro te sale muy bonito.
RODRIGO: Lo tengo que ver más, para poder dibujarle bien la cara.
GIRASOL: Entonces hablale. Decile que tenés un dibujo para él, de paso le mirás bien la cara. Así lo podés dibujar mejor. Cuando tengas el dibujo me lo mostrás a mí y después se lo regalas a Iván ¿Qué te parece?
Rodrigo se queda pensando. Saca una hoja y un papel de su mochila. El girasol sonríe.
RODRIGO: Voy a probar. Pero si me sale mal, le dibujo otra cosa.
GIRASOL: ¿Y si te sale bien?
RODRIGO: No sé (sonríe), me voy a poner contento. (Rodrigo empieza a dibujar)
GIRASOL: (Por lo bajo) Yo también, querido.
ESTÁS LEYENDO
El girasol de Rodrigo.
Historia Corta¿Cómo te sentiste cuando descubriste que nadie vive para siempre? Rodrigo atravesará esa etapa, despidiendo a alguien muy especial...