Escena 2:

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GIRASOL: (Mira hacia el lado por donde salió Rodrigo) Ay, Rodrigo, sé que me necesitás, pero no puedo ser eterno (Mira al público,) ¿Cómo hago para explicarle esto? No puedo evitarlo ni negarlo, estoy viejo. Pude resistir todo este tiempo por mi querido. Yo también quiero quedarme más tiempo acá. Él me necesita. Pero por otro lado ya es hora de que él abra sus alas y vuele lejos de mí, como los pichones cuando salen del nido. Los pájaros adultos los dejan solos y ellos vuelan. Yo no quiero dejarlo solo a él. No le gusta la soledad, pero tampoco le gusta la gente. ¡Solo me quiere a mí! ¿Cómo hago para decirle que ya no voy a estar más? Él no es ningún tonto. Se está dando cuenta. Y va a llegar un momento en el que no pueda evitar esta charla. Se nota como estoy. Se me caen los pétalos, me duele el tallo. (Tose) ¡Y esta tos, que no se va! Ay, ¿qué hago? Rodrigo empezó en una nueva escuela y me dijo que no va a conocer a nadie. Igual eso no le importa, porque nunca tuvo muchos amigos (Pausa) ¿Tuvo amigos? (Suspira) Quiere que vaya con él y yo no puedo despegar mis raíces del suelo. Él me ve más como un superhéroe, de esos de los que dibuja él, pero soy un simple girasol. Y hay tantas cosas que no puedo hacer. Si pudiera, lo acompañaría a todos lados, pero eso tampoco es lo mejor para mi querido. Él necesita a alguien, que tenga brazos en vez de hojas y le dé un abrazo, eso necesita. Aunque su mamá a veces quiere darle, pero él se niega. Siempre se enoja con ella. Cuando sé que están discutiendo trato de escuchar todo, pero tengo que hacer un esfuerzo enorme porque estoy un poco sordo. Aunque después de eso él siempre viene conmigo y me cuenta: que su mamá le dijo que ordene la pieza, que su mamá quiere que termine de comer todos los fideos, que a su mamá no le gusta que esté todo el día en el jardín. Yo le digo que no se enoje con su mamá. Ella también se pone triste. Más de una vez la vi llorar en el jardín. Una vez dijo "¡Ay, no llego a fin de mes!". No entiendo por qué dijo eso, se ve muy sana. Yo seguramente no llegue a fin de mes. ¡Y Rodrigo se va a quedar sin mí! (Respira hondo) Tengo que calmarme, le quiero transmitir tranquilidad. Él me dice que yo hago eso. (Suelta el aire y hace una pausa). Lo extraño tanto cuando no está. Lo quiero, lo quiero mucho. ¿Cómo no quererlo? Si me enseñó tantas cosas, y yo a él (Pausa) Esta va a ser la enseñanza más difícil ¡Ay, mi Rodrigo! Si pudiera ser eterno por él lo sería. Pero le tengo que explicar que eso no va a poder ser. Mi final es inevitable. Pero mi mejor final sería tener la certeza de que mi querido va a estar feliz. Se merece ser feliz.


APAGÓN.


El girasol de Rodrigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora