Capítulo 10: Haciéndote espacio en mi vida

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- Mi amor, estás que ardes. Me fascinas así... –murmuró Lena, apreciando aquella imagen con una sonrisa.

- Len... –suspiró Yulia, liberando sus senos de su mano, dejando sus dedos izquierdos marcados en su seno derecho y liberando las sábanas. – Otro... por favor –suplicó, reposando su trasero nuevamente sobre la cama y abriendo sus ojos para ver a Lena sonriendo mientras se acercaba de nuevo a su vulva.

    Pero no, besó lentamente el pliegue entre sus muslos y su trasero, llevando a Yulia a un mundo libre; parecido a los principios de la Arquitectura Lecorbusiana: Construir sobre pilares-excitarla, Planta libre-cinco niveles, cinco orgasmos, estimularla en diferentes zonas, Fachada libre-desvestirla a su gusto, Ventana longitudinal-sus gemidos y, por último, Terraza-tomando control de la Planta libre, poseyendo el control su cuerpo y teniendo una vista inhumanamente amplia del paisaje, de Yulia. Lena volvió a besar lentamente los labios mayores de Yulia, sintiéndolos vibrando e hinchados, ya no tibios ni calientes, sino ardiendo, húmedos por su lengua pero al abrirlos, sus jugos se desencadenaron e inundaron la boca de Lena.

    Acariciando sus labios menores con su lengua, desencadenando un gemido cada tres segundos, Yulia sonreía y, de manera interna, se abrazaba a sí misma, no podría ser mejor, gemido fuerte; Lena atrapó su clítoris entre sus labios y lo expulsó aplicándole presión, repitiéndolo dos veces más mientras sonreía sin darse cuenta que empezaba a gemir ella también. Escuchar a Lena gemir mientras hacía círculos pequeños lentamente en su clítoris, no pudiendo moverlo de lo rígido que estaba, pero saboreando aquella rigidez, candente rigidez exitó a la morena. Lena paseó sus manos por los muslos de Yulia, haciéndole cosquillas suaves con sus uñas, retirando su cara mientras que, con su lengua, se limpiaba los jugos de Yulia de sus propios labios y juntaba las piernas de Yulia y las levantaba.

    Los labios mayores de Yulia se habían unido y, en su nivel de hinchazón, se veían más apetecibles de lo normal. Lena, manteniendo las piernas de Yulia elevadas, viendo que Yulia acariciaba su trasero con sus delicadas manos, paseó su dedo índice por toda su hendidura, desde por encima de su clítoris hasta su zona perianal, haciendo que Yulia dejara de gemir tan bajo y se liberara en unos gemidos un tanto más fuertes. Introdujo lentamente su dedo en Yulia, haciendo que Yulia gritara. "Please, fuck me... fuck me hard...". El dedo de Lena hacía círculos dentro de Yulia, construyendo en Yulia cierto vacío, una presión que Yulia no podía contener por mucho tiempo, que no pudo avisar pero que Lena notó por cómo clavaba sus dedos en su trasero. Sacó su dedo y lo saboreó y luego lo metió de golpe, hasta el fondo, librando a Yulia de aquella presión y llevándola a la inconsciencia temporal. El dedo de Lena se rodeaba del orgasmo de Yulia, más jugos y más calientes, menos densos.

    Yulia jadeaba, trataba de regular su respiración, de encontrar un poco de saliva que tragar. Sonriendo. Lena sacó su dedo y lo llevó a su boca mientras Yulia dejaba caer sus piernas de nuevo sobre la cama, viendo cómo Lena devoraba that mine-salty flavor. Y justo cuando Frédéric Chopin decidió tocar su piano en aquellos Surround Sound Speakers que inundaban de lujuria aquella habitación, se volvió todo romántico, haciendo que Lena se colocara encima de Yulia y la besara apasionadamente en sus labios, tomándola por su mejilla y dejándose hundir en los labios, en la lengua de Yulia, en la mano de Yulia que había colocado sobre la mano de Lena, su mano que tomaba a Lena por el cuello, y sí, aquella lujuria se disipó gracias a Chopin.

- ¿Que intentas hacerme? –murmuró Yulia, suspirando entre aquel beso que no quería terminar.

- Trato de besarte...

    No era la respuesta que Yulia esperaba, ni yo tampoco, pero Yulia bajó la guardia por un momento, pues, muy de la nada; sin principio ni fin, sin origen y sin terminación, pensó que lo que estaba haciendo estaba mal y era un pensamiento que la había atacado un par de veces en los últimos días, pero quería a Lena con ella, ah, qué dilema. Reanudaron su beso, Lena dejando caer su peso sobre Yulia, Yulia paseando sus manos por su espalda, por sus hombros y su cuello, sintiendo las medias de Lena rozarle sus muslos. Y en ese momento sintió lo que probablemente Lena había sentido aquella vez en su apartamento; un nudo en la garganta, era la culpa de Chopin y su Prelude en E-Minor. Pero continuó besando a Lena, intentando no llorar, pero no pudo. Una lágrima salió de cada lagrimal, Lena no se asustó, simplemente comprendió lo vulnerable que era Yulia también, adiós armadura. No, en realidad sólo había logrado quitarle el casco. Y Lena dejó de besarla, Yulia no abrió sus ojos por vergüenza, al fin se había visto débil. Lena simplemente besó sus lágrimas y las secó suavemente con sus pulgares.

- Eres hermosa, Yulia... ¿de qué te avergüenzas? –susurró, recorriendo las mejillas de Yulia con sus nudillos. Yulia no respondió, no sabía qué responder, no sabía cómo. – Estoy aquí por ti, así por ti... contigo no existe el término "commitment issues" en mí, sólo quiero verte feliz... ¿te hago feliz? –Yulia asintió, abriendo sus ojos y encontrándose con una Lena preocupada. – Sólo somos dos personas que encontraron el amor. No está mal lo que ESTAMOS HACIENDO, mi amor... –murmuró, dandole un beso en do frente. – Dime, ¿QUÉ QUIERES HACER? Quiero complacerte, es tu cumpleaños. Eres Lo Que me interesa de un Tiempo acá, mi afición... mi amor –murmuró, viendo a Yulia a los ojos, notando una leve sonrisa en ellos. – ¿Confías en mí? –Yulia asintió, cerrando sus ojos. – Lo que te voy a decir ahorita ha perdido valor a nivel mundial pero es primera vez que lo voy a decir, te pregunto de nuevo, ¿confías en mí?

- Sí, mi amor... –murmuró, en aquella voz quebradiza y llena de sentimientos encontrados.

- Te amo, ¿entiendes? –Yulia la vio como si le hubieran dado la peor de las noticias, no sabía cómo responder. – Esto demuestra lo que siento, ¿tú me puedes decir cómo te sientes, cuando estes lista, entendido? –Yulia no podía articular ningún pensamiento. – En diez minutos, en un mes, en un año, en una vida... algún día me lo vas a decir y voy a esperar ese día sin presionarte, pero necesito que sepas que lo que siento por ti no es nada más que amor... –confesó, dándole otro beso a Yulia en su frente y luego en su nariz. – ¿Qué quieres hacer? ¿Tienes hambre? ¿Quieres ver un poco de crappy TV? ¿Una baño?

- Primero... Me gustaría un poco más de champán si se me permite, por favor ...

El Lado Sexy De La Arquitectura (t.A.T.u - Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora