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La rama Q le dio la bienvenida a su jefe. El joven de cabello ondulado y gafas, tenia un aspecto descuidado. Como si no hubiera dormido la noche anterior.
Eros habia recibido una carta de algun enemigo de su hermano, Sherlock.

-¿Esta bien?- pregunta su ayudante, R.

- De maravilla. --el sarcasmo es inevitable en sus labios, se arrepiente por un momento, los malos modales de los Holmes los había calmado cuando inició en el MI6, no queria aue fuera evidente, de por sí su parecido con Sherlock lo hacia demasiado sospechoso - ¿Bond regresó de su mision?

-Si, señor. M lo mandó a la ala medica

Asiente de forma distante.

--estaré en mi laboratorio -su voz apagada hace que ninguno de los minions replique, no es conveniente molestarlo en ese estado, tiene el vago recuerdo de ello despues de que Bond se fuera por un tiempo

En cuanto está en la soledad de su laboratorio, saca su teléfono, Sherlock contestó de manera breve a su mensaje.

Estoy en ello -SH

Suspira, dentro de poco tendrá a Mycroft pegado a él junto a sus guarda espaldas, y lo que menos quería era llamar la atención, tenia compañeros muy observadores como Moneypenny la cual iba a ser un problema .

Cierra los ojos, centrándose en su palacio de la memoria, que en realidad parecía más su casa de infancia con muchas puertas y ventanas, pocas veces realmente entraba mientras estaba en el trabajo.

No notó el paso del tiempo hasta que su nombre  se  empezaba a escuchar a lo lejos entre las sombras de su habitación más tranquila.

-Q- ahora parece cercano. Entonces cae en cuenta que está en su laboratorio y que James Bond lo  sacude ligeramente.

-Lo lamento ¿que decia 007?

-Mi armamento- dice entregando un estuche

Q no tiene ganas ni de fruncir el ceño.

-Bueno, una de tres está bien- comenta

James lo mira evaluadoramente

-¿Estas bien?

-Si-la respuesta es tajante, grosera. Suelta un ligero suspiro y luego dice- lo lamento James, es una mañana difícil

Pocas veces Q le ha llamado por su nombre.

-Sabes que estoy aqui, para ti ¿Verdad?

El intendente sonríe un poco antes de asentir

(...)

John suspiró, su mirada pasaba de Sherlock a Mycroft.

-Hermano- el saludo tenso por parte del mayor de los Holmes hizo a John rodar lo ojos, aunque perdía su rigidez al verlo en traje deportivo.

Si John es sicero consigo mismo, los Holmes suelen ponerle esa tensión a su relación, como si fuera un aderezo.

-Mycroft -contestó Sherlock

- ¿He de suponer que estallaste una tercera guerra mundial?

-Si así fuera el caso no estarías haciendo deporte, aunque según recuerdo si  Lestrade está involucrado en eso, no saldrías ni aunque una bomba nuclear explotara

Hay un suspiro por parte de Watson

-Sherlock- murmura John porque es el único que le mantiene al margen

-¿vienes solo a hacer tus berrinches de niño pequeño?

- Eros me mandó un mensaje en la mañana. - comienza y los hombros de Mycroft se tensan - Está en problemas.

-No me sorprende, Eros es un iman para ellos, que fue esta vez ¿Hackeó al FBI  de nuevo o a la CIA, puede incluso que se haya infiltrado en el pentagono?

-Lo quieren matar- le corta John y Mycroft intenta no parecer sorprendido.

-¿Quien?

(...)

Su trabajo es agotador, pero mantiene a su cerebro entretenido y eso es lo que lo deja fuera de problemas, la ultima vez, William y él habian hackeado los satelites de la NASA, lo que hizo todo un escandalo que Mycroft escondió, despues de eso lo castigó trabajando para el MI6.

Sin embargo ese día parece que todo quiere abrumarlo.
Las deducciones a cada uno de sus compañeros de trabajo y a su jefe eran inevitables. ¿Quien diría que la agente 004 está saliendo con su minion número 13, estando casada?

Gruñe mientras mira su reloj, faltan diez minutos para su hora de salida, se centra en lo ultimo del papeleo tanto como puede.

Su tic nervioso de  hace cuatro años, cuando su hermana Seis años mayor salió de la isla en donde estaba para despues tratar de matar a sus otros hermanos,había tenido que mantenerse al tanto de sus padres y de la niña a la que Sherlock parecía haberse encariñado. Agradecia que en ese tiempo James no haya estado, hubiera sido sumamente incomodo que entrara a su apartamento encontrandolo lleno de pañales.

Y hablando de James Bond, el rubio observaba desde afuera de las oficinas de Q, con el ceño fruncido

-Si te quedas viendo tanto tiempo a Q, van a empezar a hablar - Moneypenny  habla a su espalda.

-No me importa, hoy a estado raro

-él no es una persona comun Bond- contesta- solo tiene un mal dia.

El agente 007 sabe que no es solo un mal dia, normalmente cuando eso sucede toma dos tazas de té en lugar de una y suelen tener una conversación llena de sarcasmo. Sin embargo esta vez ni siquiera había tomado té y no habían conversado.

Si bien en todos sus años de servicio, Bond ha aprendido una cara bonita siempre tiene secretos. Se pregunta que secretos oculta aquellos ojos mentirosos.

Eve frunce el ceño cuando ve a Q tomar su saco que Mallory le ha obligado a traer, Q es de los últimos en irse, así que  se le hace raro el que se vaya tan temprano.
No dice nada cuando Bond va detrás de él.

Por su parte James es consciente de que su curiosidad le puede traer problemas, pero siendo sinceros no es la primera vez que sucede.

Afuera de las instalaciones del MI6 hay un auto negro de vidrios polarizados, el cual hace a 007 mantener su distancia, ve que  Q suspira antes de abrir la puerta y subirse.

Si, definitivamente Q tiene secretos y la curiosidad de 007 se ha despertado.

The Game Is OnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora