Somebody To Love ✞

єιgнт;

Muchas personas han sentido tristeza, pero muy pocas conocen la verdadera tristeza.

Una de los peores sentimientos de los seres humanos es la tristeza, pero es preocupante y horrible cuando llega al punto de ser depresiva.

El sentirse completamente vacío, el sentirse despreciable, reemplazable, frágil, horrible, asqueado y odiado por ti mismo. Ver tu reflejo en el espejo y que nada te guste, ver cada pequeña imperfección de tu rostro, criticar lo que nadie a criticado. Es triste ¿cierto?

«venia sucediendo por demasiados años que me volví... Ya sabes, suicida. Quiero decir, yo no quería vivir. Entonces, sólo pensé: “si voy a morir, si me voy a suicidar debería tomar algunas drogas”»

Es extraño, cuando llegas a una conclusión no debes hacer nada para cambiarla ¿verdad? Siendo ese el caso, ¿por qué me estoy sintiendo tan triste?

Las emociones son innecesarias, ¿ahora entiendes porque? ¿cómo te sentirás si al verte en el espejo te dan ganas de vomitar? ¿cómo te sentirás si todo lo que creíste enterrado profundamente en el suelo vuelve a salir a la luz? ¿te sientes bien con eso? Que tus complejos salgan a la luz de nuevo, ¿no verdad?

«tambien podría convertirme en un drogadicto, porque ya me sentía como drogadicto todos los días. Despertándome hambriento, sólo forzándome a comer y vomitando de nuevo. Es como que...»

Nadie me ayudó cuando estaba así, ¿qué puedo esperar ahora? ¿algo cambio?

«¡Oh, vamos! ¡Un chico lindo está enamorado de ti!» dice una parte de mí

¿Y que demonios cambia que un chico lindo este enamorado de mí? ¿me hará más feliz? Lo dudo.

«oh, ¡Genial! Ahora hay lágrimas»

Él es lindo ¿yo? ¿yo que soy? Un chico bajito y delgado, sin fuerza ni intelecto, la mayoría de veces traigo penas ¿qué demonios ve él en mí?

«¿Y si solo está jugando conmigo? ¿y si solo es una broma? ¿y si sólo es una apuesta? ¿y si...? ¿y si...?»

La puerta sono, alguien estaba golpeando la puerta, no quiero levantarme, no quiero que nadie me vea como lo que soy realmente; un desastre.

«Es como que... estoy sufriendo todo el tiempo»

La puerta volvió a sonar, no quiero levantarme no debo.

Un, dos, tres, cuatro, cuatro golpes en la puerta.

Desganado, me levanté de la cama, me limpie torpemente las lágrimas, inhale, exhale, me puse en frente de la puerta, gire la perilla y abrí.

Y ahí está él, con su estúpida –y aveces linda, hay que admitirlo– sonrisa, con sus ojos cafés recorriendo mi cuerpo, con una bolsa en la mano izquierda.

—Hey lindo, ¿tienes hambre? —dice mientras alza la bolsa y la mueve de un lado a otro—. Y si no... ¿al menos puedo pasar? Hace frío aquí afuera.

Me apartó un poco y le permito entrar, cuando está entrando, se voltea hacia mí, se acerca a mi mejilla y deposita un beso en ella.

Siento calor en mí cara, y escucho su risa mientras cierro nuevamente la puerta.

«Y si... ¿realmente me ama?» dice una pequeña y casi inaudible voz en mi interior.