тєη;

343 30 0
                                    

Y aquí estoy, en frente de la cosa que me salvará de errores y cosas no deseadas, en frente de un estante, en una tienda por y para omegas.

Y al lado mío está el rubio, con un nerviosismo extremo que, es difícil de explicar.

—¡Vamos Niall! No es la primera vez que venimos acá por estas cosas.

—Se siente así —tragó saliva mientras sus ojos recorrían todo el estante buscando el indicado (por así decirlo) —. Se siente como si fuera la primera vez que venimos y tuviéramos que comprar esto.

—Ahg, Niall, eres un dramático, sólo acepta ser un Omega y ya está.

—Lo dice el que odia esa jerarquía —dijo mirándome, mientras encarnaba una ceja.

—No vamos a discutir eso ahora —volví mí vista al estante—. Escoge uno ¿quieres?

Su nerviosismo regreso.

Pude divisar como su mano derecha temblaba, lentamente se acercó al objeto, lo agarro velozmente y lo pegó a su pecho. Reí. Agarre el mío y le sonreí.

—Cariño mío, vamos a pagar —le dije con toda la tranquilidad del mundo.

Su rostro se torno de rojo, pero su ceño estaba fruncido. Como si mi sentido del humor le fastidiara pero a la vez le encantara.

El se acercó a mi oído y susurró:

—Eres un imbécil, Louis.

Fue lo último que dijo antes de alejarse hacia la registradora.

Volví a reír.

Ahora nos encontramos caminando sin rumbo específico. Me gusta esto. Y creo que a Niall también. Caminar sin destino y sin preocuparte por ello, es una tranquilidad inmensa. Cuando me sentía triste hacia esto, algunas veces llamaba a Niall para que me acompañará y el aceptaba sin problemas.

Se notaba que me quería.
Y yo a él.

Mi casa está lejos de donde nos encontramos justo ahora. En cambio, la de mis padres está a dos cuadras.

¿Qué? ¿acaso no mencione que vivo solo?

Me fui de casa porque estaba aburrido, aburrido de todo en casa. Pero eso es otro tema.

—¿Has hablado con ellos? —me pregunta Niall mientras pasamos por la casa de ellos sin dejar de mirar al frente.

—No. Sabes muy bien que no quiero —expresé

—Deberías hacerlo. Ellos te aman.

—No lo hacen Niall. No lo hacen.

—Vale. Te creo —mintió.

Seguimos caminando como si nada. Sin esperar nada.

Se me cruzo por la mente unos ojos marrones. Pero fue por un segundo y el pensamiento se fue rápido.

Ahora un cabello negro.
Una sonrisa.
Otra vez ojos marrones.
Labios rojos.

Pensamientos muy pequeños que desaparecen al segundo.

—¿Por qué le diste a Malik mí dirección? —pregunte, pero realmente no estaba seguro.

—Él me lo rogó —respondió con total calma, como si ya se esperara esa pregunta.

—No tienes ningún derecho a dársela.

—¿Quién soy yo para negarle las cosas a las personas?

—¿Desde cuándo te volviste tan tranquilo? Aveces te pones muy nervioso. Ahora, actúas con tranquilidad. ¿Por qué?

—¿Sabes por qué me gusta caminar contigo, Louis? —nege con la cabeza—. Por alguna razón estar a tu lado me ayuda a pensar, analizar lo que he hecho mal, arrepentirme, juzgarme. Pero todo eso lo logro cuando estoy a tu lado. No necesito que hables ni nada. Simplemente necesito que seas tú y ya.

No supe que decir.

—¿Entiendes lo que quiero decir?

—No. No del todo. Dices que solo puedes hacerlo a mi lado, pero eso no significa siempre, ¿verdad?

—Supongo que te refieres a que si lo hago cuando estamos en público, ¿no?

—Exactamente.

—No, no puedo. El ruido me desconcentra.

—Vale.

Y otra vez los dos hicimos silencio mientras nuestros pies caminaban sin rumbo.

«Ojos marrones, cabello negro, labios rosados, sonrisa. Ojos marrones, cabello negro, labios rosados, sonrisa.

Sonrisa de satisfacción.
Sonrisa de orgullo.
Sonrisa... Una puta sonrisa»

—¿Sigues hablando con él? —una sonrisa se formó en mi rostro.

—¿Quién es él?

—Venga, no te hagas el desentendido. Tú sabes de qué estoy hablando.

—No. No tengo ni idea

—¡Styles! ¡Harry Styles! ¿¡Sigues hablando con él!? —grite y Niall me tapo la boca con enojó.

Reí en mis adentros.

—¡Cállate! ¡Louis, cállate! —sonrojado tenía el ceño fruncido. Pero sus ojos se veían cristalinos.

Tengo un cariño inmenso hacia Niall, así que, aunque intenté no sentir nada, no puedo evitar quererlo.

Quizás lo amo.
Y por eso, mataría a quién le haga daño.

—¿Qué te hizo? —no obtuve respuesta— Niall, ¿qué te hizo Styles?

—Na-Nada.

—¿Por qué vas a llorar entonces? —trague saliva— Niall, ¿Qué.te.hizo?

—¡No lo sé! —grito furioso— ¡No lo sé Louis, no lo sé! —sollozo.

—Niall. Por, por favor no llores —intente abrazarlo, pero él se aparto rápidamente de mí.

—Tengo que irme Louis.

—Niall, no te vayas

—Tal vez nos veamos mañana —dijo mientras se iba hacia otra dirección.

—¿¡Por qué no confías en mí!? —le grite al final.

Saque mi teléfono del bolsillo y marque un número.

¡Oh! ¡Lindo! ¿qué hice de bueno para que me llamarás? —contestó desde la otra línea.

Necesito que me ayudes en algo.

¿Es enserio? Sólo me llamas para un favor.

—Te juro que te recompensare.

Ajá... Ya nos estamos entendiendo. Vale, ¿qué necesitas?

Necesito que me lleves a un lugar.

—Estoy a sus órdenes. Señor Tomlinson...












A.L.V

Somebody To Love ✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora