Han pasado algunas semanas desde que tuvieron esa charla que dejó dan preocupada a Katsa, le contó a Meried sobre lo sucedido pero lo único que le dijo fue que todo "estaría bien", como siempre dicen las personas y al final todo termina saliendo horrible.
Los últimos días estuvieron espantosos, había muchísimo viento, los reporteros del clima anunciaban tormentas eléctricas y probablemente suspenderían algunos días de clase, todo el día lloviznaba un poco y en las noches relampageaba, el clima ahora estaba del lado de la mala suerte de Katsa.
-¿Cómo sigue tu mamá, Katsa?.- Preguntó Meried una vez la localizó en una de las mesas de la cafetería.- ¿Te ha dicho algo más estos últimos días?.- Le pusó una bolsa de gomitas que había comprado antes de llegar a la escuela.-
-Mal Meri, no come mucho, siempre está desanimada e incluso a veces desaparece de la casa sin dejar rastro, trato de llamarla y me manda al buzón de voz.- Se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja y suspiró.- Hay noches en las que la siento cuando se sube a mi cama y se queda conmigo.- Se le escapó un hipido e hizo una pausa, luego continuó.- Me doy cuenta de que llora, todas las mañanas sus ojos están hinchados.-
-Cualquiera que sea su preocupación ya te lo dirá, solo dale tiempo.- Le sonrió y le robó una gomita.-
La campana sonó y todos los alumnos que estaban en la cafetería empezaron a ir a sus respectivos salones, Katsa y Meried se dirigieron al suyo y de nuevo se sentaron en los lugares mas apartados.
-Esto es aburrido, ese viejo logra hacer que mi cerebro se desconecte.- Meried estamos varias veces su cabeza contra la mesa sin hacer demasiado ruido.- Si sigue así moriré de aburrimiento.-
Una veloz silueta paso entre las nubes y se volvió a perder pero no evitó captar la atención de varios estudiantes que al poco tiempo empezaron a murmurar y a señalar hacia el cielo e ignoraron al profesor que gritaba histérico que le pusieran atención.
-¿Viste eso? Parecía ser una ave muy grande.- Meried buscaba con la mirada a la misteriosa silueta.-
-Probablemente fue un avión, Meri.- Distrajo su atención del cuaderno y vio unos segundos hacia la ventana.- O un águila que llevaba la merienda para sus polluelos.- Regresó su vista a sus apuntes cuando la silueta apareció de nuevo y esta vez se vio con mas claridad ya que paso justo por un relámpago.-
-¡¿Lo viste?!.- Esta vez pegó su rostro en el vidrio de la ventana y volvió a buscar a la silueta entre las nubes.- Parecía una enorme bestia, ¡Viste el tamaño de esas alas!.-
-¿Alas?.- Esta vez se levantó de su asiento y acompañó al resto del grupo a mirar por la ventana.- ¿Éstas segura de lo que viste?.- Afuera llovía a cántaros y apenas se podía ver el campo de fútbol americano, la silueta ya no volvió a aparecer así que todos regresaron a sus lugares.-
-¡Por fin me dejan continuar con la clase!.- Exclamó el profesor.- Como iba diciendo...
-¿Me permite profesor?.- La directora del colegio entró al salón después de que el profesor suspiró indignado e hizo un ademán para que continuara.- Bien, ya hemos llamado a sus padres para avisarles que las clases se suspendieron y que regresaran a sus casas, si el clima no mejora probablemente se suspenderán por tres días.-
Todos empezaron a celebrar y a aplaudir mientras guardaban sus cosas en las mochilas y salían a toda velocidad del salón, Meried y Katsa fueron las últimas en salir del salón y del colegio mientras esperaban a Lyra, por suerte Meried llevo un paraguas o ya estarían todas empapadas.
-¿Te aviso si vendría por ti? Llevamos aquí más de quince minutos.- Dijo Meried tiritando de frío y aferrándose al brazo de Katsa.-
-Siempre viene por mi Meri, debería llegar en cualquier momento.- Recorrió la calle con la mirada por si alcanzaba a ver el auto de su madre por algún lado pero no aparecia.-
Estuvieron ahí esperando otros quince minutos hasta que ambas optaron por ir a la casa de Katsa caminando, no había recibido ningún mensaje de su madre en todo el día y estaba preocupada por ella, Lyra no era de ese tipo de personas que desaparecían sin dejar rastro, la mayoría de veces le avisaba a su hija a donde iba o si se tardaría en pasar por ella.
Al llegar a la casa de Katsa ambas se dispusieron a comer en la tranquilidad de la cocina, la lluvia no había menguado ni un poco, Lyra tampoco estaba en casa ni tampoco había dejado una nota.
-Puedes quedarte si quieres aquí esta noche Meri.- Invitó Kat, temía que su madre no llegara esa noche.-
-No gracias Kat, mi mamá tendrá trabajo extra hoy y mi papá necesita ayuda en casa.- Sonrió y sobó la espalda de Katsa al ver su mirada de desepción.- Ey no te angusties Kat, ella volverá.-
-Lo se, solamente estoy preocupada.- Recogió los platos y los dejó en el fregadero.-
-De verdad no quiero irme Kat, pero mi padre ya me esta molestando de nuevo.- Bufó y se levantó de su asiento, abrazó a Katsa y se dirigió a la puerta.- Si necesitas algo no dudes en llamarme.-
-Si, gracias por todo Meried.- Su amiga asintió y salió de la casa.-
Subió a su habitación y se tiró a su cama, sacó su teléfono y revisó su Whatsapp para asegurarse de que no tenía mensajes nuevos, solamente tenía uno de Jackson pero decidió ignorarlo, abrió el contacto de su madre y le mandó un mensaje para ver en donde estaba y si se encontraba bien.
Pasaron horas y horas y Lyra no contestaba, sus ojos se fueron cerrando hasta que se quedo dormida.
(***)
-¿Kat?.- Lyra finalmente había llegado a casa, movió un poco a Katsa para que se despertara.- Cielo, ya estoy aquí.- Abrió un poco sus ojos y vio que ya era de noche.- Necesitamos hablar.-
-¿Que sucede mamá?.- Se sentó en el borde de la cama y la miró detenidamente.-
-Esto no te gustará en lo absoluto Kat.- Se sentó junto a su hija y tomó sus manos.- Quiero que sepas que todo esto es por tu bien, cariño.-
-Dilo ya mamá, me estas asustando.-
-Tu padre nos encontró.-
Esas simples palabras bastaron para que el mundo se detuviera, su respiración se empezó a agitar y a su cabeza volvieron las imágenes de todos los maltratos y golpes marcados, inconscientemente su piel empezó a hormiguear en donde anteriormente hubieron cortes y contusiones, su cuerpo empezó a temblar y empezó a sentir como empezaba a sudar frío.
-No...no mamá, eso no es verdad.- Empezó a negar con la cabeza repetidas veces.- ¿Como sabes que nos encontró?.-
-Hable con él ayer.- Suspiró, también para ella era difícil contárselo a Katsa, sus vidas estaban en peligro de nuevo.- Sabe donde vivimos, donde estudias y donde trabajo, sabe toda nuestra rutina Katsa.-
-¿Que quiere ahora? Que tenga por seguro que no dejare que nos vuelva a poner una mano encima.-
-Quiere que te vayas a vivir con él.- Su voz se empezó a quebrar.- Sera por unas semanas Katsa.-
-Y tú no accediste ¿Verdad?.- Lyra se quedó en silencio y eso lo explico todo.- ¡Por que lo hiciste!.-
-¡Me amenazó con matarte en frente de mi Katsa!.- Todo se volvió a quedar en silencio por unos segundos.- No quiero perderte a ti también Kat, no podría soportarlo.- Abrazó a Katsa como si nunca mas la fuera a ver y luego acuno sus mejillas entre sus manos.- Ya perdí a un hijo a manos de ese monstruo, no puedo perderte a ti .-
-¿Cuando me voy?.-
-Mañana pasará a buscarte a la escuela.-
-Bien, me iré a dormir.- Se acomodó entre las sábanas y miró a su madre.- Tengo la impresión de que esta será mi última noche en una cama cómoda.- Lyra asintió y le dio un beso en la frente.-
-Buenas noches, cielo.- Y sin más que decir salió de la habitación.-
Se quedó un rato viendo al techo un rato, se lavó los dientes, se mojo un poco la cara y regreso a su cama y en poco tiempo se quedo dormida.
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He vuelto :D
Me tarde un poco en actualizar, estuve un poco ocupada pero ya estoy aquí :3
U3U
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Alfa
FanfictionSer la futura reina de una comunidad no es fácil, mucho menos cuando ni siquiera tienes conocimiento de ella y que tu madre la lideraba antes, una comunidad oculta, llena de personas con características especiales y poco ordinarias que personas norm...