Capítulo 4

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A la mañana siguiente Katsa se levantó mas temprano de lo normal, preparó su maleta con ropa necesaria, metió de contrabando algunas golosinas y comida enlatada en caso de que a Jeffrey se le diera por dejarla sin comer, guardó una foto que se había tomado con Taemin y con Lyra hace años, sus zapatos y algunos libros, cerró la maleta y la dejó junto a su mochila escolar.

Se dió una ducha rápida y se colocó un conjunto cómodo y encima una sudadera grande de color negro, se hizo una trenza y se lavó los dientes, tomó su maleta y su mochila y bajó a la cocina.

-Buenos días mamá.- Saludó Katsa a su madre que tenía la mirada perdida en su plato con cereal.-

-Hola hija.- No apartó su mirada ni un segundo del plato.- Desayuna rápido para llevarte a la escuela.-

Asintió y agarró una manzana del frutero que estaba en el frutero de la barra de la cocina, tomó su mochila y su maleta y las subió al auto, Lyra llegó unos minutos después y juntas emprendieron su camino hacia la universidad.

-Hija.- Empezó Lyra una vez se estacionó afuera de la universidad.- Quiero que sepas que esto lo hago por tu bien, que te amo y que eres lo mas importante para mi en este mundo.- Acarició con dulzura la mejilla de su hija.- Te adoro Katsa.- La joven se lanzó a los brazos de su madre y la abrazó con fuerza.-

-No te preocupes mamá, estaremos juntas de nuevo en poco tiempo. Lo prometo.-

-Lo se cariño.- Se separaron lentamente y se sonrieron, ambas estaban aterradas pero Katsa tenía la confianza para poder lidiar con su padre y poder volver con su madre cuanto antes.- Que te vaya bien hoy.-

Se bajó del auto y entró al edificio en donde se encontró a su amiga Meried sonriéndole y agitando su mano para llamar su atención.

-¡Katsa!.- Se acercó corriendo a ella y la abrazó.- ¿Como estas? ¿Cómo está Lyra.- Su vista se posó en la maleta que estaba a su lado e inmediatamente su sonrisa desapareció.- ¿Y eso?.- 

-Nada va bien Meri.- Bajo la manija de la maleta y golpeó la puerta del casillero con la palma de su mano.- Jeffrey regresó.-

-¿¡Que!?.-

-Shhhh.- Meried se tapó la oca y ambas vieron al rededor para aullentar a los estudiantes curiosos que las miraban.-

-¿Es en serio?.- Susurró cerca de Katsa.-

-Si, mi mamá me lo dijo ayer y me tengo que ir a vivir con él unos días.- Señaló la maleta con la cabeza.-

-¿¡Que!?.- Esta vez exclamó en un susurro y empezó a caminar alrededor de Katsa mientras se tapaba la cara con una mano.- No te puedes ir a vivir con él Katsa.-

-No tengo opción Meried, además...no quiero que le haga daño a mi mamá ni a mi.-

-Venté a vivir conmigo Katsa, tú y Meried son bienvenidas en mi casa pero por favor no te vayas con ese hombre.- La tomó de los hombros y empezó a zarandearla.-

-No Meri, no quiero que tú tengas problemas con él pero tú tranquila, yo estaré bien.-

La campana interrumpió a Meried de seguir suplicándole a Katsa de irse con ella, tenían     clase de deportes así que fueron al gimnasio de la universidad.

Dieron unas cuantas vueltas corriendo, calentaron los músculos e hicieron algunos partidos de volleyball, algunos no hacían nada, otros jugaban quemados y otros terminaban las tareas de otras materias.

Después de una hora tuvieron clase de Coreano para algunos estudiantes que venían de intercambio, la lluvia caía intensamente afuera y eso llamaba más la atención de Katsa.

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