Cuatro días habían pasado desde que vio a su madre, desde que sabía la existencia de esas comunidades ocultas y desde que recibio aquel extraño mensaje.
Jeffrey había sido más duro durante esos días, ahora debía regresar a la casa en cuanto saliera de la escuela, si Katsa sonreía al ver su teléfono inmediatamente se lo quitaba de un manotazo y la miraba mal.
Ahora no tienes ningún derecho de ver a tu madre.
Más te vale no estarte viendo a escondidas con un muchacho.
Tu amiga esa, es muy cercana a ti, no me gustaría enterarme de otra cosa, bastarda.
Esas eran algunas de las cosas que había escuchado durante cuatro largos días de castigos aunque no le hiciera mucho caso a Jeffrey, ella sabía que el plan de salir de Seúl aún estaba en pie y no debía arruinarlo por más ganas que tuviera de soltar la bomba de que algún día se escaparía.
-Solo unos cuantos días más y adiós Jeffrey.- Dijo apretando los labios y tomando sus cosas para irse a la escuela.-
Vio con desagrado al hombre que dormía en el sillón y sosteniendo una botella de licor en su mano y sin más salió de la casa dando un portazo.
Katsa y Lyra ya habían decidido irse a Gwangju en dos días, un amigo de Lyra le consiguió un pequeño departamento en la ciudad, ya habían encontrado un colegio para Katsa y un trabajo temporal.
Llegó al colegio y lo primero que hizo fue buscar a Meried para contarle todo ya que no había tenido tiempo de hacerlo.
-¡Meried! ¡Meried!.- Llegó con su mejor amiga y la tomó del brazo, ambas empezaron a correr hacia el lugar más apartado de la Universidad.-
-¿Estas en problemas? ¿Es sobre Lyra?.-
-No, ósea si pero no sabes lo que sucedió.- Le empezó a contar todo detalladamente, Meried no dejaba de verla como diciendo "¿En serio?", terminó de contarle y Meried solo sonrió de lado.-
-¿Alfa?.- Rió un poco y luego vio a su amiga.- Según yo solo se les dice Alfas a los lobos Katsa, ¿Algo más?.-
-Me Iré a Gwangju en dos días.- Esta vez Meried la miró estupefacta.- Y no regresaremos hasta dentro de algunos meses, tal vez un año.-
-¡¿Un año?!.- Grito Meried exaltada.- No te puedes ir un año y menos a Gwangju, Me dejaras sola.-
-No estarás sola, estaremos en contacto todos los días y cuando todo se calme regresare.-
-Pero el clima aún está malo, podría pasarle algo al avíon o ¡quizá una paloma se cruce y se golpee y eso provoque que el avión explote!.- Se jaló el cabello mientras respiraba con agitación, Katsa solamente se rió y la abrazó.-
-Solo serán dieciocho horas Meri, no pasará nada.- Un fuerte relámpago resonó en toda la ciudad y espantó a ambas amigas.- Vaya clima de mierda.- Ambas se encaminaron a su salón ya que las clases no tardaban en comenzar.-
Se sentaron en sus lugares y empezaron a textear, Katsa con Lyra y Meried con William
A la distancia, escondido entre las nubes, un chico observaba a ambas amigas pero veía con más interés a la chica de ojos bicolor.
-Ya eres mía, princesa.- Dijo para si mismo y apreto la lanza de hierro que tenía en la mano.-
Su plan era simple, solamente iría, tomaria a Katsa y se iría sin dejar rastro y su Alfa lo recompensará al convertirlo en su mano derecha.
Katsa buscó por todo el salón a alguien que la estuviera mirando fijamente pero todos estaban concentrados en sus apuntes, hasta Meried estaba tan concentrada en el cuaderno que ni siquiera notó la inquietud de su amiga.
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Alfa
FanfictionSer la futura reina de una comunidad no es fácil, mucho menos cuando ni siquiera tienes conocimiento de ella y que tu madre la lideraba antes, una comunidad oculta, llena de personas con características especiales y poco ordinarias que personas norm...