Es normal, siempre me metía donde no debía estar. ¿Quién me había pedido venir aquí a buscar una bebida? . Mi sexto sentido para los problemas me había traído, y aquí estaba, parada delante de una loca guarrilla gritándome por quien sabe qué.
-Así que por favor no vuelvas a poner los ojos en mi chico porque por algo es mío. -me reí, ni siquiera sabía de quien me estaba hablando y tenía que aguantarla borracha mientras me reñía. - No te rías de mi, no sabes con quien te estás metiendo. -dijo levantando un poco más, si era posible, el tono de voz mientras se acercaba aún más a mi.
Gracias a Dios llegaron dos putitas más, supongo que sus amigas, a intentar llevársela mientras le decían quien sabe que sobre mi para convencerla.
Noté a alguien que me agarraba de la mano y me encontré con Christian. Gracias, ahora por favor que se la lleve.
-Por favor Alex.- dijo Chris haciendo un esfuerzo, era evidente que no estaba muy sobrio.- Tienes que dejarme hablar contigo, dame solo cinco minutos, si quieres después puedes irte, solo neces...
-Está bien. -respondí cortante.
-¿Qué? ¿Ya está? ¿Vas a venir? -parecía que todo el efecto del alcohol había desaparecido de golpe.
-Tus cinco minutos empiezan ya... - dije mientras reía por su reacción, en realidad lo único que quería era alejarme de esa guarrilla. La cual ahora mismo me estaba mirando mientras se acercaba de nuevo. Genial.
-Acuerdate de esto rubita, para tu desgracia nos volveremos a ver. - dijo mientras se marchaba con las otras dos detrás de ella.
-Eso ha sonado como una amenaza. -rió Chris.
-No, una amenaza debería haberme asustado. ¿Vamos?
Chris asintió y me llevo fuera de la cocina. Cada vez parecía haber más gente y él no paraba de saludar a todo el mundo. Al cabo de lo que pareció una eternidad salimos por una puerta que daba a un patio trasero. Era pequeño y tenia un par de sofás en una esquina, no había nadie más a parte de nosotros. ¿De quién demonios era esta casa y porque Chris la conocía tan bien?
Chris me señaló hacia los sofás con la cabeza, yo dudé y vi como el daba dos pasos hacia esa dirección mientras yo me quedaba parada mirándole. Realmente me había gustado y mucho, todavía me dolía el pensar que él me había engañado.
-Christian dijiste solo cinco minutos, creo que no es necesario sentarse.
Esa sonrisita suya desapareció pero volvió rápidamente mientras se pasaba la mano por el pelo y volvía a acercarse a mi.
-Alex, se que no debería haber hecho lo que hice pero...
-Puedes decirlo Chris, los dos lo sabemos, me engañaste. Me pasé toda la semana llorando porque tu ibas a estar fuera y habíamos acabado enfadados. Toda la jodida semana estuve preocupada mientras tu te estabas tirando a otra, y no cualquiera, estuviste con Chelsea...
-Pensé que habíamos roto Alex, estaba demasiado ebrio y ella había estado persiguiéndome toda la semana. -Yo ni siquiera le escuchaba, estaba demasiado enfada, desde que cortamos nunca habíamos vuelto a hablar de este tema y estar hablándolo ahora con él no me dejaba pensar con claridad.
-Cuando me diste el collar pensé que lo habías hecho porque me habías echado de menos y querías que hiciéramos las paces... Lo hiciste solo porque te sentías mal. Habías engañado a tu tonta novia y estabas arrepentido. -dije con rencor.
-Alexa te pediré perdón mil veces más si me dices que va a funcionar. Maldita sea, haré lo que sea si me dices que funcionará.
Él me miró y yo me quedé callada, baje mi mirada a mis zapatos. Al oírle suspirar le volví a mirar.
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Nuestro último verano. (editing)
RomanceNo me había dado cuenta de lo mucho que había echado todo de menos. Las puestas de sol, las mañanas que pasábamos metidos en el agua, el olor a mar, la manera en que las olas iban y venían, cuando entrabas lentamente porque el agua estaba demasiado...