Capitulo 3

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Harry se sentó en el sitio que le mando el profesor y empezarón las clases. Samanta de vez en cuando giraba la cabeza disimuladamente y miraba a Harry que estaba copiando en su cuaderno todo lo que es profesor dictaba. 

Sonó el timbre de salida, todos recogimos nuestras cosas y salimos para ir hacía nuestras casas. Como cada día Samanta me acompañaba y hablabamos de cualquier cosa. Pero ahora ella era la única que hablaba, de Harry. Me estuvo diciendo que le parecía muy guapo, y que le gustaba. Yo solo me límitaba a escucharla y asentir.

Cuando ya habíamos llegado a mi casa, nos depedimos y entré. La mesa ya estaba preparada al igual que la comida. Hoy había macarrones. 

Después de comer, subí a mi habitación, quería seguir leyendo el libro. Lo cogí, estaba donde la última vez lo deje. Abrí la página que estaba marcada y empecé a leer.

Subí al balcón después de él y lo encontré en la puerta. Observé, dividida entre confusión y creciente preocupacion, mientras él sacaba de su bolsillo un juego de llaves bastante familiar e insertaba la llave de mi casa en la cerradura. Yo bajé mi bolso de mi hombro y abrí el compartmiento en donde guardo las llaves. Ellas no estaban allí.

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Abrí los ojos lentamente, no me había dado cuenta de que me había quedado dormida. Tenía el libro abierto encima de mi, marque la página y lo guarde. Me levanté de la cama y una vez en el suelo me estire la ropa que se me había quedado arrugada. Mire la hora, solo eran las 4:23 de la tarde. Baje al salón a ver la televisión, cuando de repente suena el timbre. Fuí a abrir y me encontré con Samanta.

-Hola Sam, ¿habíamos quedado?- pregunté.

-Hola Madi. No, mis padres se van una semana fuera por el trabajo y tu madre me dijo que me podía quedar en vuestra casa el tiempo que no estén. Para que no me quedé sola- explicó. 

-Ah vale, entonces pasa- me heche a un lado para que ella pasara. Entró seguida de una maleta, cerré la puerta y subimos a mi habitación para guardar las cosas que traía. 

Yo me senté en el borde de la cama mientras ella guardaba su ropa en un hueco que había en mi armario. Cuando termino, bajamos de nuevo al salón para ver una película. Elegimos una que se llamaba "el protector", pero antes de empezar hicimos palomitas y cogimos algunas refrescos. Nos sentamos en el sófa y le dimos al play, la película ya estaba comenzando. Oí unos pasos por las escaleras, gire la cabeza y me encontré con mi madre entrando donde estabamos nosotras.

-Oh, hola Samanta, no me había dado cuenta de que ya estabas aquí- dijo mi madre.

-Hace poco que llegué- sonrió.

-¿Trajiste algunas de tus cosas?

-Si, ya las he colocado arriba.

Mi madre miró a la televisión y vió que estabamos viendo una película- bueno, no las molesto más, podeís seguir viendo la pelí- mi madre se fue por donde había venido y pusimos otra vez toda nuestra atención en la televisión.

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Así paso toda la tarde, viendo películas y contandonos algunos secretos. Me alegro de que Samanta no haya pronunciado ni una sola palabra del chico nuevo Harry, ya tenía suficiente con todo lo de esta mañana. Llego la noche y nos pusimos a cenar, mi madre preparó filete con patatas. Terminamos, y Samanta y yo subimos corriendo por las escaleras hasta llegar a mi habitación. Nos pusimos nuestros pijamas, la saqué un saco de dormir y lo coloqué en el suelo. 

Estuvimos como media hora aproximadamente hasta que decidimos dejar de hablar y irnos a dormir.

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Un poco de luz atraveso mi persiana dandome directamente a la cara. Abrí los ojos y segundos despúes sonó el despertador, que lo apagué enseguida. Miré al suelo donde estaba Samanta tumbada encima del saco. Salí de la cama y me agache para ponerme a su altura.

-Samanta, hay que despertarse- la sacudí un poco y ella se quejo- Vamos despierta, hay instituto- se volvió a quejar.

Salí de la habitación, baje a la cocina para coger un vaso con agua bien fría. Subí de nuevo corriendo, intentando que el agua no se cayese al suelo. Entré en la habitación y Samanta seguía durmiendo. Me pusé a su lado, fuí volcando el vaso poco a poco hasta que el agua fría cayo en la cara de Samanta. Ella se despertó de repente dando un saltito y yo solamente me reía.

-¡Aah! ¿Por qué  has hecho eso?- preguntó.

-Por que si no no te hubieras levantado.

-Me lo podrías haber dicho en vez de tirarme agua helada encima.

-Te he avisado y no me has hecho caso, no te despertarías ni aún que la casa estuviera ardiendo- reí, ella estaba sería mirandome con el ceño fruncido. Deje de reírme y la miré- ¿Estás enfadada conmigo?- ella suavizo el gesto, y una sonrisa decoró su cara.

-No, nunca me podría enfadar contigo- me abrazó.- Pero que sepás que me vengaré- intentó poner su cara seria pero la sonrisa igual no se la íba.

-Bueno, me parece justo- camine hasta el armario y cogí la ropa que me pondría hoy.- Voy a ducharme, no tardo- Entré en el baño y comencé a ducharme. Cuando terminé se metió Samanta y empecé a vestirme. 

Ya estabamos las dos preparadas, solo nos quedaba desayunar. Bajamos a la cocina y mi madre había preparado el desayuno de ambas. Nos lo tomamos y cogímos las cosas necesarias para el instituto.

Bitch || Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora