El Dios Dragón De La Guerra

Prólogo: De regreso.

En un Monte, en lo más alto se podía ver un palacio, que se podía ver que era realmente “divino”, adentro en lo más profundo del Palacio, en los pasillos, se podía ver aún individuo caminando lentamente acompañado de una niña que parecía tener 11 o 12 años.

El individuo tenía el cabello blanco como la nieve, excepto en el centro de cabeza, esa parte era negra, llevaba una chaleco negro, una camisa blanca, pantalones negros, zapatos negros y guantes sin dedos en su manos, aunque el brazo derecho de él, no es su brazo derecho de verdad, es una prótesis. En su espalda llevaba dos espadas, en su cinturón a ambos lados lleva dos revólveres grandes, en la parte detrás del cinturón tenía un enorme cuchillo. La niña que lo acompañaba tenía el cabello dorado, tenía una camisa blanca, pantalones negro y zapatos negros, en sus manos tenía dos guantes con algunas partes de metal y en su cuello tenía un collar que tenía el símbolo de un rayo con un Dragón.

Ambos estaba caminando lentamente, no querían llamar la atención de cierta deidad, el peli blanco tenía en su muñeca un brazalete y la niña también lo tenía, ese brazalete hacia desaparecer su presencia y el que lo acompaña también, aún la niña tenía otro por si acaso, podía estar detrás tuyo y ni te darías cuenta.

El peli blanco, se detiene en una puerta gigantesca, la ve detenidamente, ve a los lados por si tiene que abrirla con una palanca, pero nada, se acerca y la empuja así abriéndola. Al abrirse, se podía ver una gigantesca habitación, en el fondo estaba lo que estaba buscando. El peli blanco se pone serió, esa era una de las habitaciones más importantes de ese palacio, seguramente había una trampa o guardias. El peli blanco si dejar de ver la habitación le dice a la niña.

—No te separes de mí, está habitación es una de las más importantes, estoy seguro que hay una trampa o unos guardias —dijo el peli blanco seriamente a lo que la niña asiento con la cabeza.

Ambos entraron, la puertas se cerraron lentamente, no parecía que algo estuviera ahí, no ser escuchaba ni un ruido, solo los pasos de ellos dos. El peli blanco estaba más que seguro que había algo o alguien cuidado la habitación. Cuando estaban a mitad de habitación, escuchó varios ruidos de pisadas, como los de un animal, la habitación era enorme, había en casi todas partes puertas que conducían a otras habitaciones. Una de esas puertas se escuchaba pisadas de animales, esa era la señal de que ya sabían que estaban adentro. El castaño tomo de la mano a la niña y comenzó a correr, pero unas de puertas se abre bruscamente, el peli blanco se detiene y ve la puerta. De la puerta sale dos monstruos, tenía la cabeza de un Toro y cuerpo de un hombre, era la criatura temida por los hombres, “El Minotauro”. Pero no solo salio uno, si no dos, ambos tenían dos hachas gigantes, y detrás de ellos salieron dos perros enormes, ambos animales tenían una especie de armadura. El peli blanco los miraba con seriedad, sin despejar la vista de ellos, él le habla a la niña.

—Yo me encargo de los minotauros, tú... de esos perros con armadura —dijo el joven albino sin dejar de mirarlos.

—Ok... será divertido —sonrió  mientras tronaba sus nudillos.

Con un rugido de los dos Minotauros, comenzó la pelea. El joven albino agarró sus dos espadas y se lanzó contra ellos, y la niña se lanzó contra los perros.

Los dos Minotauros intentaron cortar al peli blanco, pero este esquiva los ataques de ambos, luego de esquivarlos Salta y en el aire, lanza sus dos espadas que estaban con cadenas Unidas al los antebrazos del peli blanco. La dos espadas se clavaron en la nuca de las bestias, el peli blanco los jalo, así cayendo de espaldas, luego con una increíble fuerza los manda a impactar contra los muros, luego los azota al suelo, cuando lo hace el peli blanco corre y se pone encima de ellos, ya que las espadas seguía clavadas en la nuca de las bestias, sin piedad alguna las arranca la cabeza de un solo jalón. El peli blanco habiendo decapitado a las bestias, quita las cabeza de sus espadas, luego las guarda, voltea a ver cómo le iba a la rubia, y ve que estaba sentada en los cadáveres de los perros que estaban descuartizados, estaban sin cabeza y sin sus patas, ella tenia una sonrisa inocente mientras tenía sangre en su cara. El peli blanco voltea a ver y siente que vienen más de esas criaturas, pero no solo eso, si que también la presencia de la deidad. El peli blanco frunce el ceño, tenía unos 3 o 2 minutos como máximo, estaba contra el reloj.