4

768 107 11
                                    

Habían pasado meses desde que Tony tuvo su primera conversación con aquel chico de Londres y la verdad le agradaba bastante. De alguna manera lograba escapar un poco de su realidad cada vez que se enviaban textos, si Tony estaba estresado siempre encontraba relajación en las palabras escritas por Stephen, quien incluso llegó a darle consejos médicos, aquel día Tony se burló un poco diciéndole que parecía su mamá, pero la respuesta lo dejo un tanto… impresionado.

Es solo que me importas.

Tony quería hacer como si eso mi hubiera sonado raro y tardó buscando una forma ligera para responder al comentario del mayor.

Durante esos meses también había descubierto que Stephen vivía solo en un departamento, que era una persona ordenada y con un gusto por la lectura que pocos podrían igualar; Stephen había devorado libros desde su infancia hasta su edad actual. No tenía límites; siempre buscaba ampliar sus conocimientos tanto de la medicina como de la literatura.

Eres un ratón de biblioteca.

Había escrito el castaño con una pequeña sonrisa mientras su rubio novio lo observaba y soltaba un bufido al ser ignorado por Tony.

Tal vez… Solo un poco.

La relación entre el rubio y el de ojos color miel se había ido perdiendo poco a poco, Tony le prestaba más atención a sus tareas y su charla con Stephen que a él y eso lograba sacar de quicio a Quill.

En fin… muchas cosas habían dado un giro drástico, pero lo que Tony menos se esperaba era lo que pasó a continuación.

Un día despertó por la mañana al escuchar los gritos de sus padres.

»Joder«. Pensó. ¿Era necesario que hicieran tanto escándalo? Más bien, ¿Era necesario que volvieran tan pronto?. Se levantó lentamente de su cama y camino fuera de su habitación. Mientras bajaba las escaleras se encontró a sus padres peleando en el vestíbulo, suspiro y se dedicó a escuchar la charla; ya tendría tiempo de ir a abrazar a su madre como saludo.

-No Howard, se acabó. No quiero seguir con esto-. Bufó Maria Stark viendo a su esposo.

-Deja de decir idioteces. ¿Qué es lo que harás? ¿De verdad crees poder vivir sin todos estos lujos que yo te doy?-.

-¡No voy a soportar más esto!-.

-¡Bien! Lárgate entonces-. Sentenció el empresario duramente.

La madre de Tony no lo dudo dos veces y salió de la mansión con la lágrimas bajando por las mejillas. El más joven tembló y sintió sus propios ojos arder. Él siempre había sabido que el matrimonio de sus padres terminaría pronto, pero por más que sepas que aquello va a suceder siempre duele, siempre.

Volvió a su habitación intentando no hacer ruido y se recostó dejando que las lágrimas bajarán por sus mejillas. Howard no lo busco y Tony lo odiaba más que nunca, quería escapar, pero no a casa de cualquiera de sus amigos, no… muy lejos de su estúpida vida.

Tony se pasó el fin de semana hablando del tema con Pepper, Rhodes y Stephen. No había querido charlar de eso con Peter y le había pedido a sus amigos que no le contarán nada al respecto.

El día lunes llego y asistió al MIT. Tony tenía un plan y lo pondría en marcha, daba gracias a que las vacaciones estuvieran a la vuelta de la esquina.

-¿No es maravilloso? La última semana de clases-. Comento James abrazando a Pepper y Tony con felicidad.

-Claro que lo es, después de esta semana Tony se irá de luna de miel con su novio virtual-. Comento de forma descuidada la chica.

Pepper había comenzado a llamar así a Stephen desde que supo de su existencia.

-Wow…-. Susurro el moreno y despeinó al más bajo. -Ve más lento Tony-.

-Cállense-. Bufó Tony rodando los ojos mientras luchaba por separarse del abrazó y poder cerrar su casillero. -Stephen es mi amigo, Peter es mi novio-.

-Por cierto… Ya no le prestas mucha atención-. Comento Virginia.

-Es porque he estado ocupado-.

-Ocupado hablando con el misterioso Stephen Strange. Si ese animal te hace daño juro que lo mataré-.

-Tú siempre juras matar a cualquiera que se acerque a Tony-.

-Ustedes si que son unos tontos, pero voy a extrañarlos a ambos-. Sonrió Tony.

-Espero que podemos visitarte-.

-Seguro-.

Trató de recuperar un poco más la confianza de su actual pareja durante el resto de la semana para finalmente soltar la bomba.

-Tenemos… tenemos que hablar-. Dijo mirando los ojos verdes del más alto.

La mente de Peter entro en pánico, nadie quería hablar un "Tenemos que hablar" de su pareja ni de su madre.

-¿Sobre qué?-. Cuestionó tratando de disimular un poco su nerviosismo.

-Bueno… cuando las clases terminen las vacaciones van a empezar y…-.

-Dios-. Susurro Rhodes sacudiendo la cabeza. -Solo dilo-.

-¿Decirme qué?-. Miro a los amigos del castaño. -¿Stardust?-.

-Voy a irme y no quiero, no quiero que esto acabe de otra manera así que…-.

Peter tragó en seco y suspiro cerrando los ojos.

-Esta bien, entiendo-. Se levantó de su lugar y tomo sus cosas. -Cuidate, ¿Si?-. Se inclino y beso la mejilla del castaño. -Siempre vas a poder contar conmigo, Stardust-.

Tony sonrió un tanto nostálgico y asintió. Vio a Peter perderse entre el resto de los estudiantes y los brazos de Pepper lo rodearon suavemente.

-Ya va a pasar-. Le susurró cariñosamente.

-Lo sé, solo espero que él sea lo que pienso, porque si no… no se que es lo que voy a hacer-.

Llegamos a la parte de la historia en la que por fin va a haber amor UwUr

Amor en línea | Ironstrange Donde viven las historias. Descúbrelo ahora