No te enamores de mí/ Ecko.

dos

Lucía.

Luci baja que ya llegaron - se asomó por la puerta Sofía.

Que!? - tan rápido? - pero todavía no estoy lista.

Wacha ninguna lo está - se rió y se fue.

Como estábamos ordenando, ninguna se cambió de ropa.
Al bajar note que aún no estaban, el auto recién se estaba estacionando.

Meli usaba esto:

Sofi esto:

Y yo esto:

Necesitaba ropa cómoda para ordenar.

Cuando entraron me puso un poco nerviosa.

Primero entró un chico flaco con una bolsa, el chico tenía el pelo de color platino en la parte de arriba y abajo lo tenía con un castaño oscuro además de eso un corte en la ceja. El siguiente que entró fue un chico con el cabello rubio. Y el otro..... Dios él otro era muy hermoso. Tenía los labios más lindos del mundo, era un poco más alto que los demás y su belleza era única.

Hola chicas - Ricardo entró de los últimos.

Hola - saludo Sofi a Ricardo y luego le siguió Meli.

Uh mamá está súper enojada te demoraste un montón - le dije en cuanto me saludo a mi. Obviamente era broma.

Mentirosa que sos - se puso a reír - recién hablé con ella por teléfono - me reí con el. - chicas estos son mis hijos. - apunto al del cabello platino - el es Mauro - este nos saludo con las manos. - este es Ivo - apunto al del cabello rubio, quien nos guiño el ojo - y este es Ignacio - este ultimo nos regaló una sonrisa. SE ME PARALIZA LA CONCHA.

Todas saludamos a los chicos.

Y ellas son - continuó Ricardo - Sofía, Melisa y Lucía. - todas les sonreímos.

Ricardo se fue a la cocina y nos quedamos los seis en el living.

Chicas quieren que ayudemos en algo? - preguntó Nacho.

Podemos poner la mesa - dijo Melisa.

Dale - dijo Mauro bien motivado.

Puedo poner música? - pregunte yo.

Si dale, así nos motivamos - sonrió Ivo.

Dicho esto fui y puse "No te enamores de mi" de Paloma mami. Dios me encantaba😍

Saque las cosas que habían en la mesa y puse el mantel.

Los demás habían ido a la cocina para ayudar.

Ivo y Meli se quedaron en la cocina ayudando a nuestros padres.

Sofi y lit fueron a comprar limón que se nos había olvidado comprar.

Yo y Nacho pusimos la mesa.
Yo estaba poniendo los platos y el los vasos.

No hablamos mucho.

No te enamores de mi , no ,no ,no, no te enamores de mí - comencé a cantar - tu corazón puedo partir.

El no dejaba de mirarme y de sonreír, eso me ponía nerviosa.

A qué te dedicas? - me preguntó poniendo los vasos detrás de mí.

Estoy estudiando actuación - dije orgullosa. - y vos?

Cantó - me giré para hablar frente a frente. - me encanta cantar - se acercó un poco a mi para acomodar el último vaso que le quedaba. Quedamos muy cerca.

A si? - trage saliva.

Asentio mordiéndose los labios y mirando los míos.

.....

Cuando estábamos en la mesa, estábamos muertos de la risa.
Los chicos nos contaban anécdotas de cuando a Mauro le tocaba cocinar. Nos advirtieron que nunca lo dejemos cocinar porque confundía el azúcar con la sal.

No parábamos de reírnos, la estaba pasando muy bien.

Así que se dedican a la música? - pregunto Meli.

Ivo asentio.

Y cuáles son sus nombres artísticos - pregunto mamá con mucho interés.

Bueno Nacho es Ecko, - comenzó Mauro a hablar - Ivo es Khea y yo soy Lit Killah.

Después de eso nos quedamos hablando de la música. Los chicos eran realmente simpáticos.

Estábamos terminando de comer y hablé yo.

Bueno y que era esa sorpresa que nos iban a dar - mire a Ricardo.

A si, casi lo olvido, gracias Lucía te debo una - me guiño el ojo.

Me debes cómo seis - dije yo a  los que los demás se rieron.

Ricardo se paró de la mesa, pero se quedó en su lugar. - hace ya tiempo que llevo saliendo con Éster y bueno ayer cuando salimos a cenar le pedí matrimonio y me dijo que si - WTF - nos vamos a casar chicos.

Silencio absoluto.

Que no les parece buena idea?- pregunto mi madre un poco triste.

Dios - recapacite y me levanté de la mesa - felicidades mamá.

Acto seguido todos se levantaron de la mesa y los felicitaron.

Se hizo tarde, ayude a llevar las cosas a la cocina. Los chicos se estaban despidiendo y cuando estaba sola en la cocina sentí una voz a mi espalda.

Adiós preciosa - Nacho me susurró al oído.

Me volteé y tragué saliva. - A-adios.

Aquel susurró había provocado que me estremeciera todo el cuerpo.