Capítulo 8: Baby's On Fire.

314 31 24
                                    

Narra Axl

Desperté con un dolor de cabeza horrible, últimamente los mareos, náuseas y ganas de morirme eran mi pan de cada día.

Por razones que no contaré en este momento, porque no me da la gana; estoy siendo medicado, y los síntomas son una puta basura.

No sabía que horas eran, pero al parecer ya todos estaban dormidos.

Después de beber y drogarse como imbéciles, como no.

Me quedé por unos 10 minutos sentado en la orilla de la cama, solo sintiendo como el tiempo pasaba.

Salí de mi trance, y bajé hacía la cocina, buscando algo para distraerme.

Opté por prepararme un poco de café, realmente lo necesitaba mucho.

¿Mezclar cafeína con antidepresivos es una buena idea? No sé, y no me importa.

Busqué una taza, encendí la cafetera, lo preparé, lo serví y me senté en uno de los taburetes que se encontraban frente a la barra de desayuno.

Me quedé viendo a la nada por unos minutos, perdido en mis pensamientos mientras sorbía de mi bebida.

De pronto, sentí que alguien respiró cerca de mi; mi instinto fue reaccionar violentamente e intentar golpear a quien estuviese haciendo su chistecito, hoy no estaba de humor y le iba a partir su madre a quien se me atravesara.

-Cálmate. - replicó rápidamente la persona a la que menos quería ver en este momento. - soy yo, soy Slash. - levantó sus manos en señal de rendición. - no me golpees, señor Jackie Chan.

Por un demonio, lo que faltaba.

-¿Qué carajos te pasa? - bufé molesto. - casi me ahogo con mi café, pedazo de estúpido. - gruñí.

-Lo siento, lo siento. - dijo entre risas. - solo venía por un vaso con agua. - se recostó en la barra a escasos centímetros de mi. - no quería asustarte, ternurita.

-Bien, como vas. - rodé mis ojos.

¿Este tipo no se cansa de colmarme la paciencia?, ¡Dios!

-¿Tanto te molesta mi presencia? - hizo un puchero. - creí que ahora eramos amigos. - se acercó más a mi.

-N-no. - tartamudeé. - pero, justo ahora me gustaría estar solo, gracias. - desvíe mi mirada hacía otro lado.

No quería seguirle el juego en este momento, no me sentía del todo bien.

-Yo creo que me tienes miedo. - sostuvo mi mandibula e hizo que mi rostro quedara frente a él de nuevo. - no te voy a comer Axl... - esa voz grave, tho. - a menos, que es lo que quieras.

Ni en tus sueños más salvajes.

-Obviamente no, yo prefiero a las mujeres. - dije altaneramente. - sin ofender, claro.

Así es, que tu bobo corazón se vaya rompiendo desde ya por no tenerme, querido.

-Bien, yo prefiero a los pelirrojos berrinchudos que parecen mujeres. - rió un poco. - sin ofender, claro.

-Eres un idio... - fui interrumpido violentamente con un beso que me tomó por sorpresa.

Rumpelstiltskin, esto no era parte del trato.

Por alguna razón homosexual, no sabía como reaccionar; así que simplemente coloqué mis manos sobre sus hombros y le correspondí.

Ustedes habrían hecho lo mismo, déjenme en paz.

Sus labios eran muy suaves, debía admitir que no estaba tan mal; su lengua se movía con mucha sutileza dentro de mi boca. Era una experiencia embriagadora.

Deslizó sus manos con rapidez hacía mis caderas y las apretó con fuerza, haciéndome dar un pequeño gemido.

¿Hace calor aquí, o solo es mi zona pélvica?

-Oh, Axl. - susurró sobre mis labios. - quería hacer esto desde el primer momento que vi tu maldito rostro.

Bien, eso calienta a cualquiera.

Sin decir una palabra más, me levantó y me colocó sobre la barra.
Mi taza se había caído y quebrado en mil pedazos; pero ahorita eso es lo de menos.

Abrió mis piernas con delicadeza, y se colocó entre ellas; podía sentir su erección presionando contra mi abdomen.

Sonrió, y bajó lentamente, dejando besos a lo largo de mi cuello y pecho, mi espalda se arqueaba inconscientemente; yo también lo quería, mi cuerpo lo estaba pidiendo a gritos.

De pronto, el sonido de unos pasos inundó el ambiente, cortando de golpe la acalorada situación.

Que no sea Izzy, que no sea Izzy.

-Alguien viene. - se detuvo de golpe. - mierda. - masculló. - pero no hemos terminado, regresaré para completar esto. - me dió un beso corto. - no lo dudes, Axl. - se separó de mi y salió sigilosamente del lugar, por la puerta que llevaba al patio trasero.

Entretanto, yo trataba de recuperar mi respiración y mantener la cordura, cosa que justo ahora me parecía imposible.

-Axl, ¿que haces ahí? - Duff me apuntaba con una linterna mientras tallaba sus ojos. - son las 3 de la mañana. - dijo seguido de un gran bostezo.

Estaban a punto de romperme en dos, pero llegaste y arruinaste todo.

-Vine por un poco de café, y ya. - respondí, como si fuese lo más obvio del mundo.

-¿Y por eso estás en la barra? - cruzó sus brazos y levantó una ceja.

-Oh, eso... - lo había olvidado. - no, es que acá está como heladito, y me resulta más cómodo. - sonreí nervioso. - ven, siéntate para que lo compruebes.

Gracias al cielo era Duff, jamás había estado tan feliz de verlo; Izzy no se tragaría ese cuento tan ridículo, y de seguro me mandaría a freír esparragos a la quinta.

-Axl, no creo que... - negué en repetidas ocasiones. -

-Vamos, Duff, no te hagas del rogar. - extendí mi mano hacía él.

-Axl...

-¿Por favor? - hice la típica cara de perrito regañado.

-Bien. - suspiró. - pero no le digas a Izzy. - hablo en voz baja. - o va matarnos a ambos. - sonrío ampliamente.

Este chico es una dulzura con todos, basta.

-Lo prometo. - levanté mi mano y reí.

Nos quedamos por algunos minutos platicando, y bromeando; luego decidimos que era momento de regresar a dormir, antes que Stradlin viniera y nos metiera unos buenos putazos.

Cerré la puerta de mi habitación y me tiré sobre mi cama; tenía mucho que pensar esta noche.

Mi plan no está saliendo como lo esperaba, el objetivo es que él caiga a mis pies, no al revés...

_____________________________

Ya era hora de que algo pasara entre estos geis, ¿no creen? e.e

Al principio iba a ser Steven el que llegaría a cortar el momento, pero me encanta mucho Duff, así que se chingó.

-Karu.

Te odio, Axl. | Slaxl |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora