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De mal humor apareció ese día en la tienda, tan así que Mark prefirió pasarlo por alto y no preguntar nada hasta que su amigo se calmara, no quería lidiar con un Jaebum enojado y destructivo, apenas hace dos semanas habían comprado una maquina nueva.

Ambos chicos estaban confundidos gracias al comportamiento del dueño de la tienda, Yugyeom, suponía que debía de estar feliz, hace dos o tres días Jinyoung lo había llamado, expresando que conocía los intereses amorosos del joven, pero que por su parte no esperase nada, ya que no lo consideraba su tipo y prefería decirle en esa instancia, que hacerle ilusiones. 

-Jaebeom...¿Sucede algo?- Dice la voz tranquila de Mark mientras miraba a su amigo. 

-¿Que si sucede algo?¡Claro que sucede algo! Hay un idiota, que ha estado con Jinyoung desde que abrió-Soltó con voz enojada, haciendo que los otros dos chicos presentes soltasen un suspiro de alivio. 

-¿Me estas jodiendo?- Ahora toda la tranquilidad de su voz se fue, al saber con exactitud el por que del comportamiento del menor.- Jaebum... a veces creo que tu mundo gira en torno a aquel chico. 

Avergonzado, parecía como si el mas alto, se hiciera pequeño sobre su puesto, siguiendo con su trabajo diligentemente, tratando de apartar los pensamientos de odio. 

Pasando el día, gruñía cada vez que miraba a través de la ventana y observaba a ese idiota junto a Jinyoung, a veces le hacia reír y podía apreciar el tierno rostro del menor, colocarse de una tonalidad carmesí, sus ojos desaparecer y una mano tapando la boca como un príncipe, quizá, si fuese otra ocasión disfrutaría plenamente de esa imagen, pero era un idiota el que provocaba eso en su chico bonito. 

-Vamos a ir a comer, ¿quieres que te traigamos algo o esperas a que volvamos?- Fue Yugyeom quien pregunta por ambos restantes, mientras se alistaban para salir.

-Vayan con tranquilidad, no tengo apetito, así que los esperare.

Completamente solo en la tienda, toma el lugar detrás del mesón, puesto que ocupaba Mark, comenzando a revisar detalles de la tienda, ingresos y si tenia que ir a hacer tramites para mantener el local. 

Inmerso en su actividad, la campanilla de la puerta le hizo dar un salto del susto y si no fuera alguien con modales, hubiese soltado un gruñido de perro. 

-¿Se te ofrece algo?- Su voz sonaba mas grave de lo común, dándole un aura completamente oscura, causando el pavor en el chico frente a el. 

-Y-yo...

-Hola hyung. 

-Oh, hola Jinyoung.

Adiós intimidante Jaebeom. 

Resulta que el chico al cual debió haber matado unas 30 veces en sus pensamientos, es el mejor amigo de Jinyoung, el cual de vez en cuando va a verlo, pero el motivo de su visita a su tienda, era que el chico quería hacerse un tatuaje- 

-Jinyoung me dijo que este era un buen lugar y también que puedes hacer algo justo a mi gusto- Hablo el chico inocente que no sabia de su odio hacia el, ya al notar que el mas alto no daba miedo. 

-Pues, justo a la puerta hay unas carpetas con dibujos, si hay uno que creas que es perfecto para ti, me lo traes y pasamos a la sala, pero si ninguno te convence, me dices tu idea, yo lo diseño, ahí tendría que ser procesado hasta mas tarde o mañana- Explica con paciencia al chico, mostrando una leve sonrisa. 

Jinyoung y el chico, siguieron sus indicaciones comenzando a revisar los diversos tatuajes que habían, todos dibujados entre los tres jóvenes que manejaban la tienda, totalmente originales y exclusivos. Miraba de reojo a su chico bonito, quien estaba al lado de su amigo, revisando hoja por hoja, opinando y ayudándolo a escoger una buena elección. 

entre flores y tatuajes [adaptación] bnior;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora