Christian me mirá anonado por lo que le acabo de decir.
--¿Qué has dicho, dulzura?. --Me mira con una pizca de picardía en su mirada--
--Que quiero que seamos amigos con derechos.--Le digo con una sonrisa--
Es simple y sencillo.
--Wow, me esperaba un "Cojamos en la oficina del director" o "Quiero que me lleves a Disney", pero con eso me conformo.
Rio como estúpida por lo que acaba de decir, además ya conozco Disney.
--Entonces somos amigos con derechos.--Dice a lo que yo asiento-- Y Cay, los amigos con derechos ¿Pueden hacer esto?. --Coloca su mano en mí rodilla y comienza un camino hacia mí falfa--.
--Claro, que puede hacerlo, pero luego porque llegó tarde a clases. --Me rio y bajo del auto, escucho un gruñido de parte de él y baja del auto--
En el transcurso de la conversación habíamos llegado al instituto y por mí lo hubiera dejado seguir con sus intenciones pero había visto a Vanessa al entrar y necesitaba contarle lo que estaba pensado. Jamás había hecho algo tan alocado como esto, bueno con mí ex novio íbamos a carreras ilegales yo era su acompañante en todas ellas, perdí mí virginidad con él, era una bestia en la cama pero nada se compara con el pequeño Grey, bueno de pequeño no tiene nada.
Me adentro a los pasillos de la aburrida institución y lo primero que me recibe es la cartera, las pruebas de porristas serán dentro de una semana, genial lo agendare en la lista de cosas que jamás haré, por otro lado las pruebas para el equipo de voley serán mañana y yo tengo todo preparado, al ser la capitana debo dar el ejemplo.
Vanessa está parada en mí casillero mirándome con una sonrisa traviesa.
--Así que bajando del coche de Harrison, eh.
--Debo hablarte sobre eso, vamos al salón de música.
Le cuento brevemente la historia pero con lujo de detalles. Ella no para de gritar como loca fan en todo momento.
--Bien, pero recuerda, los amigos con derechos siempre terminan con corazones rotos o en el altar. --Me dice levantándose del asiento para ambas salir del salón--
--No nos pasará eso Vane, solo es sexo y del bueno.--Nos adentramos a los pasillos--
--Bueno, voy a dejarte pensar eso. Ahora deben establecer Reglas, Cay.
--Sí, estoy al tanto de eso quédate tranquila.--nos paramos frente a la puerta del salón de historia--
--Ah y antes de que se me olvide te paso a buscar a las ocho.
--¿Para qué?.
--Para la fiesta de Jackson, no me la pienso perder y tú vienes conmigo.--Dicho esto se va a su clase y yo entro a la mía--
Christian está sentado junto a Marcie, ambos se ven demasiado entretenidos y muy cercanos para mí gusto, decido ignorar mis sentimientos y me siento junto a Kylie, adelante de los tortolos.
Nos pasamos la clase haciendo chistes entre nosotros y eso al parecer molesta a mí amigo de atrás.
Salimos de la clase al tocar el timbre y me dirijo junto a Kylie y Vanessa a la mesa que utilizamos habitualmente, allí ya está Zack junto Jackson, su mejor amigo y nuestro también.
Al parecer Kylie y Vanessa se llevan muy bien ya que vienen detrás mío hablando. Me siento al lado de Jack y Zack y comienzo a devorar mí hamburguesa.
--¿Quién es este?. --Me pregunta Jack en susurro--
--Mi Sexy vecino y también nuevo amigo. --Le digo también en susurro, aunque todos saben que es sexy y mí vecino--
Él asiente y comienza a inspeccionarlo. Jackson Gallagher, Jugador de fútbol americano, mí mejor amigo, junto a Zack, desde los seis años, es uno de los playboys más conocidos del instituto, es ardiente, rubio de ojos claros y podría decirse que gasta la gran mayoría del sueldo de su padre en el gimnasio, es un idiota.
A lo lejos veo a Christian sentarse en la mesa de Marcie, la de los populares.
Tan tan taaaaaaaan.
Esa mesa es exclusiva para gente idiota, descerebrada, muy sexy, más ricos que el resto y para los que forman parte del equipo de fútbol y las porristas. No me sorprende que Christian se siente ahí.
(...)
Ya por la noche me encontraba totalmente lista, me había bañado, maquillado y vestido como una chica normal hace un viernes por la noche.
Me había puesto un vestido negro que se ajustaba perfectamente a mí cuerpo, terminaba un centímetro debajo de mi trasero y tenía un pronunciado escote, Me gusta llamarlo "el arma mortal".
Salí a la puerta a esperar a que los chicos vengan por mí, a los cinco minutos el auto de Zack aparece frente a mi, me subo en el y lo primero que veo es a mí amiga, ella viste un vestido bastante parecido al mío sólo que en rojo.
--Juro que si Van no sería novia de Zack y tú mí mejor amiga me haría un buen trío con ustedes. --el comentario de Jack nos hace reír y provoca un golpe de Zack-- Oye amigo, sólo dije que tu novia está muy buena. --Otro golpe-- Bueno ya entendí.
Llegamos al lugar de la fiesta, la cual es la casa de Jack no entiendo por qué nos acompañó.
--¿Por qué recogiste a Jack si la fiesta es en su casa?. --Pregunto cuando bajamos del auto--
--Porque Jessica Danvers no paraba de intentar tocarme las bolas. --Resoponde el rubio adentrándose en la fiesta conmigo de su mano--
Todos se paran a felicitar a Jack por la gran fiesta que está dando, yo aprovecho la situación y me despego de él para ir al centro de la pista.
Para cuando ya eran las doce había bailado con 4 chicos los cuales quedaron fascinados conmigo, así que me llevo cuatro números a casa, igual jamás los llamaré. Me siento una rompe corazones.
Estaba por retirarme de la pista cuando siento unas manos sujetar mí cintura y mí espalda chocar con un pecho duro.
--Me estás matando con ese vestido. --Susurra en mí oído erizando toda mí piel-- si no fuera porque estamos en público te haría gemir peor que ayer y mirá que ayer fue uno rápido, imagina como gemirias si me tomara el tiempo de lamer y observar cada punto de tu perfecta piel.--Me toma de las caderas y me gira--
Me muerdo los labios y me acerco a su oído
--Debemos poner reglas, Harrison. -- susurro en él. Me toma de la mano y me guía hacia el patio trasero de la casa de Jack--
La música aquí se escucha menos y hay muy poca gente.
--Primra regla: Nadie puede saber de esto, la gente se meterá y cargará lo que tenemos. --Habla él primero--
--Segundo: No podemos tener sexo con otras personas, incluidos los simios, osea Marcie.--Dije mientras él sujetaba mi cadera y me apretaba contra su pecho-- y otra cosa, yo ya se lo he contado a Venessa.
--Está bien, pero a ella sola y nadie más. --Asiento-- Tercero: No podemos mantener relaciones románticas mientras estemos en esto.
--Cuarto: Seremos amigos sobre todas las cosas.
--Y por último, nada de sentimientos, nena. Queda prohibido enamorarse. --Dice alejando su cara un poco para verme completamente--
--No pensaba hacerlo, Harrison. --Dicho eso toma mí mano y nos adentramos a la casa, mejor dicho a la pista de baile--.
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