Capítulo 2

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Al salir de clases Dranas y yo, esperábamos a dos de nuestras amigas en la entrada: Amarania  una híbrida de ruiseñor y hada de pelo castaño claro, lacio y ojos azules, bastante lista, y Atalgea, otra híbrida, pero ella era de ruiseñor y mujer lobo, con ojos color miel y pelo negro y corto. De normal, eran ellas las que me esperaban a mi, por lo que me estaba empezando a asustar. Gracias a que Dranas no está viva (cosas de su especie), podría hablar con ella sin tener que prestar demasiada atención a la modulación de la voz, pero habiendo tantos alumnos humanos alrededor... no sería bueno que abriera la boca. 

-¿Por qué tardan tanto?- Se quejó la kitsune a mi lado. -Ni siquiera Bonnie tarda tanto en hacer las maletas para una acampada en la montaña...

Bonnie es el novio de Dranas, es un alquimista bastante bueno, y gracias a los avances de la sociedad, ha conseguido crear otra piedra filosofal. Pero si que es verdad que tarda mucho en hacer las maletas. Es demasiado previsor e intenta llevarse casi todas sus creaciones (que no son pocas) siempre que salen más de un día de casa. De un momento a otro escuchamos que alguien gritaba nuestros nombres, y al girarnos vimos a nuestras amigas, Amarania, como siempre llevaba un vestido con estampados florales, mientras que Atalgea con su característico poncho negro y pantalones de cuero contrastaba con el hada. Sin embargo lo que me molestó no fue su tardanza, sino que las seguían los cazadores de esta mañana.

-Esto tiene que ser una broma... - Murmuré lo suficientemente bajo para que nadie me escuchara. Dranas asintió en respuesta con el ceño fruncido.

Cuando nos alcanzaron el pelirrojo se nos acercó sonriendo.

-Hola de nuevo "gente que no me importa". Espero que hayáis tenido un gran día después de lo de esta mañana.- Dranas no sonrió, yo menos. -Vamos era una broma, la verdad es que no me esperaba encontraros aquí. Mis primos y yo no sabemos volver a nuestra residencia temporal, y necesitamos ayuda. 

Mis amigas me miraron a mí. A pesar de que son cazadores, y gracias a eso resisten estoicamente el poder hipnótico de nuestra raza, todas sabíamos que no era seguro del todo para ellos si iba yo. Pero como ruiseñores es nuestra obligación deber a los cazadores en todo lo que pudiéramos, y eso inclina totalmente la balanza.

-¿Dónde os instaláis?- Dije antes de arrepentirme.  Todas me miraron con sorpresa.

-No estamos seguros de la calle, solo sabemos con certeza que hay una especie de circuito al lado del sitio.- Esta vez habló un moreno de ojos verdes.

Eso dejaba muchas opciones, la "ciudad" (si es que se la puede denominar así) a pesar de ser muy pequeña, celebra muchas carreras de todo tipo. A su vez, hay muchas residencias al lado de estas.

-¿Enserio? ¿Solo sabéis que hay un circuito a su lado?- Se burló Dranas. -Como yo lo veo creo que hay unos quince circuitos que tienen casas o pisos a su lado. Esto va a ser una pérdida de tiempo.  

El chico que nos había dado a información frunció el ceño. -¿Y yo que sabía? No conozco nada de este sitio.

-No creo que sea un problema demasiado serio.- Empezó a decir Amarania.- Hay una solución muy fácil para esto: vivimos cada una en una punta de Caelatae y podemos acompañar a los chicos por el tramo del camino que tomamos todas juntas, si no han encontrado su residencia antes de acabar la ruta, nos dividimos, así abarcaremos más terreno. En cuanto alguno reconozca el sitio, llama a los demás y quedan en un lugar conjunto de la primera fase del recorrido y vuelven todos juntos.

Al terminar de dar su idea, todos sintieron conformes. Todos, menos el pelirrojo.

-¿Y si alguno termina el tramo antes que los demás?- 

Todos nos giramos para mirarle. 

-¿Qué?- Preguntó al aire con una mueca molesta.

-Ignoraba que supieras pensar Derek- Dijo con sorna un chico rubio de ojos grises de metro setenta de altura aproximadamente.

-JA JA JA ¡Qué gracioso! ¡Me parto!- Le respondió el nombrado.

-Antes de que sigan con su pelea, creo que será mejor que nos presentemos.- Dijo el chico que nos había dicho lo único que sabían de la localización de su residencia. -Creo que ya conocéis a Derek.-dijo señalando al pelirrojo- Y a Cormac.-Esta vez señaló al rubio que se había metido con el cociente intelectual del ya nombrado.- Ellos son los gemelos Benton y Eli, no preguntéis quién es quién, porque ni siquiera nosotros lo sabemos.- Los gemelos eran bastante similares, ambos tenían el pelo de color caramelo, los ojos marrones y aproximadamente la misma estatura que el rubio.-El chico que está aquí callado a mi lado es Meir y yo soy Aiden.- Meir tenía el pelo rubio y ojos marrones era un poco más bajo que Cormac y tenía la mirada fija en Dranas. 

Asentí a sabiendas de que en unos cinco minutos me olvidaría de sus nombres. 

-Yo soy Linnette, podéis llamarme Lia.- Traté de ser lo más breve posible. A pesar de que parecía que no estaba pasando nada notaba como cada vez que abría la boca el pelirrojo me miraba fijamente. No se si es por que mi voz le afecta o tengo algo en la cara, pero mejor prevenir que curar.

-Yo soy Dranas, la chica del poncho es Atalgea y la de vestido Amarania.- Le hice un gesto con la cabeza a la kitsune en agradecimiento por haber intervenido. Repentinamente el pelirrojo se propuso hablar.

-Vale, no es por molestar, pero ¿podemos irnos ya? no quiero parecer desagradable, pero como no lleguemos a tiempo mi padre me va a matar. Y la verdad, no me apetece morir joven.

-Vale ETS andante, pero tenemos que ir a por unas amigas nuestras que estudian en otro instituto.-Dijo Dranas empezando a caminar hacia el otro centro educativo.

-¿ETS andante?- Preguntó desconcertado.

-Si, por si no lo sabes significa: Enfermedad de Transmisión Sexual.- Le explicó la kitsune, mientras los cazadores se reían sin poder evitarlo.-¿Vamos o preferís quedaros mirando las moscas?- Posteriormente nos dirigimos a por nuestras amigas.

El canto de Ruiseñor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora