Capítulo 1

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Hay días en los que me pregunto: ¿por qué narices no hice caso al pequeño duende de mi cabeza que me dice todas las mañanas "NI SE TE OCURRA SALIR DE LA CAMA"?... hoy es uno de esos días. "Gracias" mamá...

-¿Cómo se te ocurre salir de noche? ¿Acaso no sabes lo peligroso que es? ¡Por Ruiseñor! ¿Es qué no me escuchas nunca? ¿Y si te hubiera pasado lo de Ilirien? ¡Te recuerdo que aun intenta escapar de ese lobo que no la deja ni a sol ni a sombra!

Mi madre seguía hablando y hablando y hablando... Todo esto porque no podía dormir y se me ocurrió dar un paseo. Mi padre a su lado me miraba mal... Genial, mas me vale ir comprando unas ganzúas, porque ya estoy viendo que me cierran con candados y cerrojos la puerta... Solo he saludado a una persona que pasaba por allí además era uno de los nuestros (un ruiseñor). Los ruiseñores reconocemos a los nuestros una vez escuchamos su voz, poseemos el don de Ruiseñor y podemos hipnotizar a las personas, bueno a casi todas, los cazadores y los otros ruiseñores se libran y para evitar que los demás caigan bajo ese poder modulamos la voz a una tonalidad con menos poder, sin embargo yo no puedo hacerlo con tanta facilidad como otros de mi raza, por eso siempre elijo el silencio.

-¡Linnette!- Gritó mi madre.-Debes tener cuidado ¿Y si te hubieras equivocado y fuera un humano? Debes pensar en las consecuencias. Espero que esto no se repita.

-No te preocupes Reyra, Jaly vendrá a recogerla y Dylan mañana se cambia de instituto. No volverá a pasar.

Mi madre asintió poco convencida.
Posteriormente me preparé mentalmente para el lunes... Va a ser un día muy largo.

Nada mas llegar a clase veo a Dylan, mi primo. Mientras se acercaba podía ver como varias chicas le miraban... Tal vez está mal que lo diga yo, pero mi primo tiene los mejores genes. Su pelo castaño es indomable y enmarca una piel morena,decorada por las dos esmeraldas que tiene por ojos, su complexión atlética, su energía y voluntad se reflejaba en su rostro.

-Buenos días Lía.- Saludó llamándome por mi apodo- Espero que nos muestres el instituto antes de ir a quejarte a tus amigas sobre la nueva forma de control de tus padres.

-¿Has dicho "nos"?-Le pregunté ignorando radicalmente la parte de las quejas, habíamos crecido juntos, y siempre me apoyaba cuando tenía momentos como estos. Dado a mi gran dificultad para modular la voz, mi familia siempre se preocupaba mucho por mi. No los culpo, pero solo se percataban de mi agobio mi tía Crisana y mi primo. Solo decía eso cuando quería que lo hablara con alguien porque tengo la mala manía de guardarme todas las cosas malas y pasado un tiempo explotar.

-Si, mis amigos y yo hemos venido, yo para vigilarte y ellos para distraerme del deber encomendado por tus padres.

Solo asentí para empezar a guiarle a la biblioteca, la cafetería etc.

-¡¡¡Lia!!!- Al girarme vi a una de mis amigas; Dranas.

-¿A pasado algo?

- Si, hay alumnos nuevos- Vale, si a Dranas le pareció que debía saberlo, eso puede significar dos cosas.

-¿Pelirrojo o cazador?

-Ambos... Pero es: cazadores.- Sonrió de lado. Dranas tiene el pelo corto, negro con las puntas blancas y rojas sus ojos negros hipnotizaban, todo esto decorando una tez oscura, color caoba. Ella es un ruiseñor pero a su vez pertenece a una variante de la raza kitsune, los cuales son zorros espirituales que poseen varias colas, es decir es una hibrida. Al cambiar de forma se convierte en una zorrita pequeña negra con las patas de pelaje blanco y rojo. La naturaleza que su raza le otorgaba era muy agresiva, por lo que no me fiaba de esa sonrisa.

-Vale, dos cosas, la primera ¿Cómo que "cazadores"? La segunda ¿Qué pasa?

-Son varios de su clan, origen británico, por lo que he oído, hay un pelirrojo y me río de él, por que es muy tonto. Nada más llegar coquetea con las profesoras. Me pregunto cuantas ETS tendrá.- Dijo haciendo crecer su boca en una sonrisa que quien no conociera temería.

-Eso yo lo tengo que ver...

Rápidamente Dranas cogió mi mano y tiró de mi hasta la recepción, donde había un grupo de cinco personas con cara de haberse comido un limón y un pelirrojo (bien formado, todo hay que decirlo) sonriendo a mi profesora de mates... De todas las que hay, ha elegido a la casada, que no sonríe a nadie y a la que solo le agradan los hombres mayores que ella... Si logra hacer que le sonría le compro un premio.

-Si no fuera así no le preguntaría, mi profesor ese año no se esforzaba. Si podría explicarme la base de la incógnita...

-Eso lo deberá preguntar a su profesor. Ahora deben dirigirse a jefatura de estudio donde se les explicarán las materias principales y se les asignará un guía del centro. Si vuelvo a verte por aquí rondando, me aseguraré de que tengas a la semana los partes necesarios para canjearte la expulsión.

El pelirrojo la miró asombrado abriendo sus ojos marrones. Asintió y sus acompañantes empezaron a reírse a sus espaldas. Sin embargo ese asombro no duró mucho, pronto se fijó en nosotras... Y yo que esperaba que un cazador fuera serio...

–Disculpar, espero que me podáis indicar donde queda jefatura.– Nos sonrió. Antes de que mi querida amiga dijera algo que pudiera crearle problemas, señalé un rectángulo pequeño de vidrio en el cual ponía «JEFATURA» escrito con letras azules.

–Gracias, por cierto, me llamo Dereck ¿Vosotras sois...?

–Gente que no te importa.– Dranas no es paciente y yo no puedo hablar mucho...Básicamente, si no eres un ruiseñor no esperes que te hable.

–Vale «gente que no me importa»– dijo mirándome fijamente. – Gracias por las indicaciones.

Seguidamente se fue con sus compañeros a por sus horarios.

–Que tipo tan pesado.– Se quejo la kitsune a mi lado... no pude evitar darle la razón.

El canto de Ruiseñor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora