"Dos mundos que se enfrentan, sin saber que esconde el otro".
* * * * * * * * *
Use Somebody, su sonido retumbaba por toda la casa, mientras me encontraba en el pequeño estudio improvisado de mi habitación.
Mi mano se deslizaba por el lienzo repetidas veces logrando una transición entre entre el naranja y rojo, suspiré satisfecha, pintar era mi mejor terapia, los colores cálidos me hacían sentir en un estado zen.Revise mi celular al haber culminado, y me halle que tenía dos mensajes de Whatsapp, enviados por George:
"Hola, Alexandra"
"¿Cómo van las cosas cosas por el apartamento? ¿Ningún problema? Por cierto, hoy fui a visitar a Noa en la mañana"Apresuré a responder su mensaje:
"Hola, George"
"Todo esta bien, Gracias"Salí de la aplicación, y bloqueé el celular.
Ya había pasado una semana desde mi último pseudo ataque de pánico, bufé desesperada por el hecho de que no podía olvidar aquello.
Y tampoco quería ayuda, pero sabía que en el interior, quería que esas pesadillas y ese pánico desaparecieran totalmente dejando solo recuerdos vacíos, quería una vida. Quería poder salir con amigos, deseaba fervientemente explorar sin miedo a lo que se preparara, deseaba incansablemente olvidar todo... Deseaba sentirme amada, y no de una manera cariñosa, deseaba que alguien me quisiera como una mujer, como una potencial pareja, pero... ¿A quién engañaba? Soy un desastre, jamás iba a tener una persona a mi lado que me sostuviera y me abrazara mientras que con palabras dulces me tranquilizara y me diera las fuerzas de enterrar esas pesadillas... Sacudí mi cabeza ignorando aquellos absurdos y ridículos pensamientos.La alarma arrolladora del horrible reloj, indicaba las seis en punto de la tarde, hoy debía hablar con el doctor de mi hermano, quien me iba informar sobre el ultimo análisis de los exámenes médicos de Noa.
Ya extrañaba a mi hermano y de verdad lo quería en el apartamento, verlo solo doce horas a la semana no era grato. Volví a recordarme que necesitaba de su compañía y de su rebosante alegría, cuando él se hallaba en mi casa mantenía mi mente ocupada con sus idiotas payasadas y así me mantenía alejada de las pesadillas, él no era más que mi hermano, sin duda era el mejor amigo.
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Llevaba aproximadamente quince minutos en la espera del doctor, y según lo confirmado por la hija de puta de la recepcionista estaba en cirugía de última hora, que por cierto, no paraba de ataladrarme con su mirada.
Mire desinteresadamente las revistas médicas a mi lado izquierdo, el aburrimiento me estaba consumiendo.¿Por qué mierdas Noa tuvo que inscribirse a ese estúpido concurso clandestino de autos?
Después de otros diez minutos, que mate viendo una y otra vez la galería de mi celular y el insignificante agujero en mi pantalón. Joder, como odio esperar.
- ¿El doctor Clarke tardará mucho en venir? -Pregunté a la recepcionista, claramente fastidiada, quería regresar a casa. Maldito Noa, y pensar que.
-Solo unos minutos más, le pido que mantenga la paciencia, señorita Santorrino -Solté una una risa irónica, ¿Era idiota o nació así?
- ¿Paciencia? -bufé desesperada -He estado casi que media hora sentada en la puta sala de espera de resultados por mi hermano, ¿y usted quiere que tenga más paciencia? ¿Sabe qué? Métase esa paciencia por... -Un carraspeo por su parte me detuvo debía cuidar mi lengua y controlar mi temperamento por lo que inhale profundamente, di la vuelta y volví a sentarme, solo que a los segundos me sentí incómoda, de mala manera mire a la secretaria la cual estaba milagrosamente enfrascada en su deber o en Facebook.
Volví a escanear la sala hasta que mis ojos se toparon con unos ojos azules hipnóticos y fascinados. Solo basto con mirarme fijamente para que mi mal humor aumentará, me analizaba como si fuese un experimento, no sé cuánto tiempo transcurrió pero no hubo un segundo en el que aleje mi mirada de la suya y al parecer, él tampoco tuvo intensión alguna.
Pero algo había cambiado, no me sentía hostil y al percatarme del hecho de que lo miraba con igual curiosidad, pestañee varias veces saliendo de mi estupor. Su mirada cambió, disminuyendo la intensidad de hace rato, elevó la comisura de sus labios, suavizando sus facciones y transformando su rostro más juvenil.
- ¿Alexandra, estás ahí? -Preguntó el doctor Clarke. Ni siquiera me había percatado que había llegado, retire mi mirada y volví toda mi atención al doctor.
-Disculpe... ¿Qué decía? -Dije, sonando más brusca de lo que pretendía.
-Tu hermano está evolucionando muy bien, hay muchas posibilidades de que el miércoles de la siguiente semana ya se podrá ir, se que eran dos semanas pero hasta que no se encuentre del todo bien, lo mejor será tenerlo unos días más por acá, claro si es necesario.
- ¿Dentro de siete días? -Pregunté aún sabiendo la respuesta.
-Si. Tengo buenas noticias, he podido establecer un permiso para que el horario de visita quedé habilitado todo el día, se que tal vez tus estudios interfieren en el horario de visita.
- ¿En serio? Se lo agradezco -Dije forzando una sonrisa, su gesto había sido amable.
-Sí, sé lo importante que es para ustedes dos tenerse el uno para el otro. Por lo que he visto y me ha contado su hermano, y aunque se que no es mi asunto. Pero soy doctor, es mi única excusa -Nos echamos a reír de su pequeña broma, me pidió un momento y se dirigió a Miss Facebook.
El hecho de que mi hermano se hubiese vuelto un poco mas vulnerable después del accidente, el hecho de que hubo la posibilidad también de perderlo... Inmediatamente mi interior se estremeció por aquel pensamiento, él estuvo cerca de la muerte e inclusive así, aún se siente que él es el único que está luchando emocionalmente por los dos... sin embargo yo me rehúso en las noches a someterme a una tortura sin salida.
- ¿Alexandra, me puedes acompañar para arreglar algunos datos que no concuerdan en el historia médico de Noa? -Me preguntó el doctor Clarke. Asentí, volviendo a mi silla para recoger mis pertenencias.
Cuando levante la mirada el chico aún estaba allí, pero esta vez tenía el ceño fruncido mirando hacia su IPhone, y como si sintiera la presión de mi mirada, me pilló mirándole lo que generó una electricidad en todo mi cuerpo, erizando los vellos de mi piel. Ésta tensión era palpable. Me acordé de mi hermano y reaccione al instante provocando una sonrisa a medias por parte de él, sabía lo que me provocaba y sólo se burló. Otro idiota a mi lista.
-Hola, Knight.
-Hola, doctor Clarke -Se saludaron con un ademán. Él me guiño el ojo, y siguió enfrascado en su celular.
Fui detrás del doctor Clarke, sirviendo como excusa para retirarme de aquella mirada. Lo que más me sorprendió fue que no sentí miedo absoluto... sólo una inexplicable atracción, rodé los ojos inmediatamente, estaba delirando, era eso.
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I'm Here (Estoy Aquí)
Teen Fiction"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" (Pablo Neruda). El destino es cruel, de eso no hay duda. Un sinfín de problemas y llantos han cruzado por mi vida, pero en el dorso de mi Biblia con caligrafía increíblemente...