"¿Qué tan jodida se puede estar, si lo único que existe en tu mente son sombras que portan el dolor del que tratas de huir?"
* * * * * * * * *
- ¡Eres una jodida zorra, al igual de la desgraciada de tu madre!
Eres una bastarda que no merece de mi cariño, no mereces ni siquiera la mierda que provenga de mí, solo mereces sufrir, mereces que te pisoteen, mereces que te vean como un perro sarnoso siempre persiguiendo, rogando solo por un poco de atención, mereces solo humillaciones... Estarás rodeada de basura porque eso es lo que eres. -los gritos de papá se hacían cada vez más fuerte, destrozando a gigantes partes mi autoestima, mis esperanzas... Trataba de manera incontrolable callar mis sollozos, pero cuando él me decía eso... era imposible no llorar.¿Por qué, papá?
¿Por qué me tienes que gritar así?
-No eres más que una puta barata... vete a la mierda.
¡Desaparece de aquí! -Bramó causando un escalofrío en mi columna vertebral.-No quiero ver a una bastarda. Tu existencia está mandando a la borda toda mi reputación, tú madre primero y ahora tú, son demasiados errores para mi vida -.
Estaba de espaldas en el extremo de la habitación, hice todo lo posible para no llorar y evitar que me viera, traté de esconderme bajo una pequeña mesa, pero fue en vano, sentí como me lastimaba agarrándome fuertemente del brazo, dejando su marca en mi débil y pequeño brazo.
¿Por qué?
¿Por qué padre, no me amabas?
- ¿Qué te dije acerca de llorar? -Susurró en un tono de voz escalofriante. Sin previo aviso me abofeteó lanzándome directamente al suelo.
Se me escapó un pequeño sollozo, orando para que no lo hubiera escuchado... pero no fue así...
- ¡Llora! ¡Como la jodida prostituta que eres! -Me gritó tirando de mi cabello fuertemente.
Odiaba cuando hacía eso.
En mi mente gritaba:
¿Papi, no ves que me duele?
¿Papá, por qué me odias tanto?
-Me avergüenza que seas mi hija... si es que en realidad lo eres -Dijo mirándome con desprecio. Era más que claro que era su hija, no había perdido prácticamente ningún detalle de aquel atemorizante rostro.
-Tú no mereces ser llamada mi hija, lo más creíble seria fuera que tu madre se acostó con otro haciéndome creer que tú eras mía. No eres más que basura... y siempre lo serás -Sus palabras se calaban en lo más hondo de mí, su mirada diabólica que me hacía daño, su sonrisa irónica, me perseguía...
Pegué un aullido de miedo y desesperación, sentía como el pánico se apoderaba de mi cuerpo. En la penumbra de la noche aún podía ver su rostro diabólico, sus ojos inyectados de sangre. Mis manos temblaban, mientras acariciaba mi cabello
-No tengas miedo... no llores. Estoy contigo mi bella princesa- Me susurré a mí misma citando las palabras que mi mamá incansablemente me repetía hasta acunarme y hacerme olvidar aquellas memorias.
Atraje mis piernas hacía mi pecho haciéndome un ovillo, y meciéndome de adelante hacía atrás, el incesante murmullo de mi voz, era el único sonido en la habitación, exceptuando el público en el exterior en la ciudad, fervientemente desee que aquellas palabras fueran de ayuda, aunque muy en el fondo sé que, no servía de nada.
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I'm Here (Estoy Aquí)
Teen Fiction"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" (Pablo Neruda). El destino es cruel, de eso no hay duda. Un sinfín de problemas y llantos han cruzado por mi vida, pero en el dorso de mi Biblia con caligrafía increíblemente...