Camino por la banqueta obscura que esta a un lado de la hilera de bares y clubs. Tengo mis manos en mi abrigo negro. Mi mano derecha juega con la píldora purpura que se encuentra en mi bolsillo. Un par de motocicletas pasan a un lado de mi, el aire helado envia escalofríos a mi espina dorsal. Los anuncios iluminan la calle, encandilándome. Nadie me conoce aquí, no es diferente de todos los lugares en donde eh estado. Nadie me conoce aqui, nadie me ha conocido nunca.
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Esta historia no trata de romantizar el uso de drogas, problemas mentales o acciones auto-destructivas.