Paso un par de días, o semanas, siguiendo la misma rutina. Entro a clubes nocturnos y me intoxico con lo que sea que este a mi alcanze. El robar se me ha echo un habito y ya no solo es alcohol. Dinero, drogas, tanto como pueda tomar. Y no me trajo consecuencias, hasta hoy.
Siento los nudillos de una mano desconocida hacer contacto con mi quijada otravez.
1, 2, 3, y después se me hace imposible seguir contando. Me tambaleo. Me recargo de espaldas a la pared y una sonrisa aparece en mi cara, sangre enmarcando mis dientes frontales. No lucho, no me resisto. Me dejo hacer a su gusto.
Alcanzo a ver alrededor mio antes de caer de rodillas, parece ser el callejón trasero de el club en el que me encontraba esta noche. Obscuro, basura y charcos adornan el asfalto.
Escucho las voces de los hombres a lo lejos, pero se que siguen a un lado de mi. No distingo sus palabras y pronto un sonido agudo invade mis oidos.
Puedo sentir todo apagandose, de la manera que siempre lo quise. Mierda, ya aguante mucho mas tiempo de lo que tenía planeado aquí. No puedo evitar el escuchar las voces de la gente que solia preocuparse por mi; ''Tienes que parar con este comportamiento auto-desctructivo'' ''¡Joder, Michael! ¡Todos estamos tristes, todos tenemos problemas!'' . Me dejo guiar por ellas.
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Comienzo a tomar el conocimiento a causa de un olor fuerte a alcohol. Un sonido agudo y persistente cada vez se hace mas fuerte. Me siento, tomando mi cabeza entre mis manos y grito. No puedo concentrar mis ojos en un solo objeto, parpadeando rápido. Mi pecho siguie el mismo ritmo de mis parpados.
Unas manos toman mi cara, y yo sigo en shock, gritando. Mi respiración parece ser cada vez mas rápida.
"¡Hey! ¡Hey! ¡Escuchame!" la cara al frente mio comienza tomar forma, pero el sonido sigue distante. ''Mierda Michael, ¿En qué te metiste?'' Su dedo trata de levantar uno de mis parpados caídos. ''¿Sabes quién te hizo esto?'' Quito su mano de mi cara de un golpe. Farfullando algo bajo mi aliento, molesto. Trato de levantarme, fallando al primer intento. Caigo al suelo. En el segundo - torpe - intento, siento su cuerpo deslizandose bajo mí hombro, y casi me dejo caer en ella.
Logro levantarme con su ayuda, y me dejo guiar por sus pasos. Estoy muy fuera de mi como para no hacerlo.
"Voy a llevarte a donde me quedo." Quisiera el preguntarle el porque me ayuda. Quisiera agradecerle. Pero me limito a mirarla sin expresion alguna. "Después de que estes bien puedes seguir siendo "Mr. Misterioso" y yo puedo seguir acosandote." dice con una sonrisa engreida, volteando hacia arriba a verme.
Su lugar consiste en un cuarto con un baño. Un colchón, un sillón de cuero desgastado y un pequeño buro de madera como unicos muebles . Pilas de libros viejos en el piso y un montón de fotos pegadas en la pared. Sin faltar las múltiples botellas vacías de alcohól regadas por el suelo.
Sin decir nada, me lleva a su "cama" y me ayuda a recostarme. Pone un cigarrillo en mi boca y por instinto lo sostengo en mis labios para después encenderlo con la flama que coloca adelante de mi.
Doy una calada grande, evocando el amargo sabor. Toma el cilindro de mis labios y veo como lo lleva a los suyos. No puedo evitar admirar su belleza, la luz de tono azul iluminando su cara cuando exhala el humo espeso.
"Estas estaban alrededor tuyo cuando estabas en aquel callejón" dice al devolverme el cigarro, palmeando su abrigo para ubicar el objeto. Saca las multiples cajas de pastillas y una botella naranja de el bolsillo interior de su chaqueta. "Tengo que confesar que tome un par, pero aún nada" la miro sin expresión y tomo el contenedor anaranjado. Lo abro y vacío dos píldoras en mi boca, tragandolas sin ayuda de agua. ''¿Que son?'' Dice mientras hago un gesto al sentirlas pasar por mi garganta. Espero unos segundos antes de contestarle.
"Antidepresivos."
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