"¡Abre la puerta!" Mis ojos comienzan a abrirse y comienzo a tomar conciencia de lo que esta pasando. "¡4 días!" Seguido por mas estruendos tras la puerta hacen que me levante. "¡Me debes 4 días!".
Desde mi ''asalto'' a la farmacia y mi segundo encuentro con "Red" no eh salido de mi alcoba. Sucio y con necesidad de afeitarme. No tengo dinero para seguir pagando el motel, ni para nada. "Mierda" murmullo bajo mi aliento."¡Mierda!" esta vez grito.
"Hijo de puta ¡Voy a llamar al guardia!" Reacciono, tomando mi ropa a manotazos, amontonándola en la mochila vieja. Tomo las cajas de pastillas sobrantes y las meto en el bolsillo de mi sudadera. Me quedo parado en el medio de la habitacion unos minutos pensando en mi siguiente movimiento, el cual no logro figurar.
"¡Joven, abra la puerta!" Una voz diferente habla. Mierda, mierda, mierda. ¿Que es lo peor que me pueden hacer?
La ventana. Un pisode altura. La puerta comienza a ser forcejeada, en poco tiempo abren la cerradura pero la cadena los detiene. Mi visión va y viene de la puerta al piso que cada vez parece mas distante. Un cerrucho comienza a hacer fricción con los eslabones oxidadados. ¿Que es lo peor que me pueden hacer? Y ¿Que es lo peor que me puede pasar? Son las preguntas que dan vuelta en mi cabeza a cien kilómetros por hora. La cadena se rompe. Salto. Caigo en cunclillas pero la velocidad me hace tumbarme de lado. Raspando todo mi torso y doblando mi pie.
Los cuerpos de el oficial preocupado y de el dueño frustrado se asoman por la ventana y me quedo inmóvil.
"¡Imbecil voy por ti!" Una cara desaparece y reaccióno. Tomo mi mochila al levantarme. No puedo evitar pero gemir un poco al sentir el dolor esparcirse por el costado de mi cuerpo. Escucho la puerta principal abrirse y comienzo a correr. A pesar de mi pie herido, el viejo no es capaz de alcanzarme.
Después de correr mas cuadras de lo necesario me detengo jadeante, otra vez perdido.
Sabia que el dinero se me terminaría en algún momento, pero evitaba pensar en ello.
4:00 p.m. Suficiente tiempo para encontrar un lugar antes de que anochesca. No es que me importe mucho pasar la noche en la calle, pero no es una buena ciudad para hacerlo.
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2:06 a.m. Veo los cuerpos moverse en el centro de la pista desde mi asiento en la barra. Habia logrado escabullirme al interior de un club nocturno con poca seguridad. Tomo un par de pastillas y las trago, formando una mueca cuando raspan mi garganta. No puedo evitar sentirme como un desperdicio.
Despues de casi una hora observando las luces y los lasers de colores, mi tranquilidad es interrumpida. "¡Vaya! Tenemos que dejar de encontrarnos de esta manera ¿No crees?" Una voz familiar dice a mi costado, no me molesto en voltear. Se quien es. Escucho un bufido causado por mi falta de palabras. Crei que ya lo habria entendido para este momento.
"¡Oh, pero claro! ¡Se me olvidaba que no soy digna de tu atención o voz!" Dice divertida, arrastra las palabras, borracha. La volteo a ver, tiene una apariencia mas obscura, las ojeras bajo sus ojos mas profundas, sus pòmulos prominentes y sus ojos se ven irritados.
"¿Que?" Toma una calada de su malboro rojo. ¡¿Que me ves!? Saca el humo entre palabras, enojada. No hablo, pero la sigo observando. "No se cual es tu problema, idiota." Observa a la multitud conmigo por unos minutos. "¿Sabes?, hay tipos que hacen fila por estar conmigo, gente que se muere por saber mi nombre, no necesito esto.'' Frustrada espera una respuesta a su arranque, la cual no doy. Me quedo callado, viendo al frente, pero puedo sentir su mirada clavada en mi. ''Pedazo de mierda" Dice entre dientes y se va; Como todos. Como siempre. Porque tiene razon, soy una mierda, porque soy un desastre, porque no merezco nada, ni a nadie.
Tomo uno de los vasos pequeños que se encuentran en la barra, y tomo su contenido antes de que alguien se de cuenta. Ya perdi la cuenta de cuanto alcohol ajeno eh tomado. Ya perdi la cuenta de la pastillas que eh ingerido. Solo se que todo da vueltas, y que quiero seguir girando. Para siempre.
