Primera semana de trabajo superada. La verdad es que todo había ido mejor de lo que Alba hubiera pensado. Por suerte se hacía cargo del grupo de niños más pequeños, y se pasaban las horas jugando a saltar la comba, el pollito inglés, etc y haciendo excursiones de vez en cuando. El ambiente con el resto de monitores era muy bueno. Al contrario que con las amigas de su prima, aquí Alba sí que había encajado bien. Se había hecho mucho con Miki, Joan y María, y más de un día cuando acababan de trabajar habían salido juntos a tomar algo o a pasear por la playa. Alba solía aprovechar las tardes para salir a conocer el entorno, hacer fotografías o pararse a dibujar en su bloc de notas. Otros días simplemente se encerraba en su habitación a pintar dejándose llevar por su inspiración. Ese viernes por la tarde Mireya llamó a su habitación y abrió la puerta:
-Alba, mañana es el cumpleaños de Sabela y hacemos una fiesta. ¿Te quieres venir?- La verdad es que no había acabado de congeniar con ninguna de sus amigas excepto con Sabela, así que porque no ir.
-Ah, pues sí. ¿Cuál es el plan?
-Iremos a casa de una amiga suya que se ha prestado a dejarnos su casa ya que está sola.
-¿Natalia?
-Sí, ¿la conoces?- preguntó extrañada Mireya.
-Bueno, nos presentó Sabela el día de la discoteca. Pensaba que no eráis amigas.
-Y no lo somos, de hecho casi no nos conocemos. Ella es más de otro rollo. Pero ella y Sabela son amigas des de pequeñas, y como tenía la casa sola y a Sabela no le apetecía salir a ningún sitio a celebrarlo nos decidimos a hacer un plan más tranquilo.
Alba acabó aceptando. Totalmente que Natalia era de otro rollo diferente al de su prima, justo por eso tenía ganas y curiosidad para conocerla y esa era la oportunidad perfecta. Aprovechó la tarde y la noche para hacerle una ilustración sencilla a Sabela como regalo de cumpleaños. Se conocían poco pero a Alba le hacía ilusión tener un detalle con ella.
Al día siguiente, Mireya y Alba fueron en coche hacia casa de Natalia. Su casa estaba a las afueras del pueblo e ir andando era casi imposible ya que la única manera de llegar era por carretera. Nada más llegar Natalia y Sabela las recibieron. Sabela abrazó a Alba y le dijo que le hacía mucha ilusión que estuviera allí. Natalia les enseñó un poco la casa y las llevó al porche donde tenían pensado que se desarrollara la fiesta. Había música, comida y bebidas. No era una fiesta muy multitudinaria, eran entre 12 y 15 personas, la mayoría de ellas del entorno que de Mireya. De hecho, por parte de Natalia sólo estaba Damion. Natalia estaba más pendiente de que todo estuviera en orden que de socializar. Alba, después de pasar un rato charlando con Sabela y alguna de sus amigas, se dirigió a Natalia que en ese momento estaba fumando:
-Oye Natalia,- le dijo acercándose por detrás y poniéndole la mano en la espalda para que se girara- si necesitas ayuda en algo dímelo.
-Ah, tranquila Alba. No te preocupes ya lo tengo todo controlado más o menos. Muchas gracias igualmente por eso. –Le respondió con una sonrisa.
-A ti, por dejar que viniera. No os conozco casi y te lo agradezco mucho. –Natalia se rió en ese momento.
-No, si yo tampoco me hablo con la mitad de la gente que hay aquí. Eso no es un problema. De hecho ya he hablado más contigo que con la mayoría de los que están. Sabela me debe una. – Esas palabras le hicieron especial ilusión a Alba. Natalia le parecía una persona dura y con una barrera a la hora de abrirse con la gente, pero no sabía porque su mirada y su expresión cuando hablaban le transmitían calma y cercanía a Alba.
Más adelantada la noche se sentaron todos juntos a jugar a los típicos juegos de beber. Alba y Natalia no estaban muy participativas, estaban más observando el panorama. Era como que las dos se daban cuenta de que no encajaban con el rollo que llevaba esa gente, pero de vez en cuando se regalaban miradas de complicidad. Alba cogió el móvil para mirar si había algo interesante:
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Roman Holiday | Albalia | Albay
FanficAlba decide pasar el verano trabajando en un lugar nuevo para desconectar de su vida en la ciudad y conocer nuevos ambientes. Poco se imaginaba ella que podría llegar a establecer conexiones tan profundas con alguien casi sin darse cuenta en tan poc...