Capitulo 1

8.9K 466 88
                                    

Mikayla tarareaba para sí mientras pelaba las verduras para la cena. Esa noche los investigadores de la base vecina iban a ir a cenar, y esperaba que el alegre sonido enmascarara su aprensión. Sus hombres sabían exactamente cómo se sentía acerca de tener a otras mujeres a su alrededor en un planeta ocupado con criaturas diminutas que podrían afectar a la libido de un hombre, pero habría sido muy grosero hacer volver a las científicas de investigación médica inmediatamente. Y, además, como Bryce señaló de forma más bien poco discreta, sus hombres estaban trabajando con esas mujeres a diario, por lo que no tenerlas a la mesa para cenar sólo afectaría a sus posibilidades de hacerse amigos, no al contacto con sus hombres.

Habría estado bien contar con algo de compañía femenina, pero tenía muy poco en común con las científicas médicos. Las pocas veces Mikayla había pasado tiempo con ellas, se había mostrado torpe, tímida y tal vez un poco intimidada. Jacqueline parecía especialmente desdeñosa y siempre hacía que Mikayla se sintiera poco bienvenida, incluso en su propia casa. Y bien, siempre y cuando Mikayla fuera sincera consigo misma, debía reconocer que tal vez no había sido tan acogedora como podría haber sido. Pero no ayudaba que las tres mujeres hubieran trabajado juntas durante años, o que se conocieran tan bien, o que Mikayla sintiera que no tenía nada en común con ninguna de ellas. La ex-novia de Peter y el infierno que les había hecho pasar probablemente también era un factor.

Sentirse un poco nerviosa sobre lo que debería ser una cena familiar con tres personas más le parecía tonto incluso a ella, pero no podía evitar su inquietud.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Ryan, mientras él y Ty entraban en la habitación.

—Gracias, pero lo tengo todo bajo control. —Era muy amable por su parte preguntar pero, al menos con la excusa de tener que preparar la cena, podía postergar el tener que preocuparse de cómo iba a lidiar con sus huéspedes—. Deberían estar a las seis, ¿no? —preguntó, con la esperanza de que las mujeres lo hubieran cancelado todo por algún motivo.

—Acaban de llegar —dijo Ryan alegremente, pero Mikayla podía oír la tensión en su voz. Sus invitadas no debían haber llegado hasta por lo menos una hora después, y al adelantarse, hacían pensar de forma sutil que Mikayla no estaba a la altura. Trató de frenar sus pensamientos de zorra. Dios, sólo porque se sintiera intimidada por las mujeres, no quería decir que tuvieran la intención de hacerla sentir inadecuada.

Ty la envolvió en sus brazos, casi como si pudiera ver dentro de su mente y todas las inseguridades que se arremolinaban en su interior.

—Va a estar bien —dijo para tranquilizarla—. Los demás pueden mantenerlas entretenidos mientras te ayudamos con la cena.

Oh, joder, fabuloso. No sólo tenía que preocuparse porque iba a parecer que la cena se había servido tarde, sino que también tendría la oportunidad de agobiarse pensando que las tres mujeres habían llegado pronto para pasar tiempo socializando con sus maridos.

Colocó las verduras en la tabla de cortar, su irritación creciendo con cada rebanada. Por qué sus maridos habían invitado a las mujeres en realidad, se escapaba por completo a su comprensión. Matt y Bryce, y Ryan y Ty pasaban tiempo más que suficiente con las mujeres en el trabajo durante el día. ¿No era suficiente?

—Tal vez —dijo Ty con una voz sospechosamente informal—, deberíamos preparar nosotros la cena, y así podrías pasar algo de tiempo con nuestras invitadas.

—No —dijo ella sólo un poco demasiado rápido. Le parecía ridículo sentirse así, pero no podía evitar la sensación de ser inadecuada. Pero maldito si le iba a dejar su tarea favorita a Ryan y Ty sólo para poder ir a supervisar a tres mujeres maliciosas que en ese momento probablemente estaban jugando con sus maridos mientras ella estaba en la cocin...—: Quiero decir, sí. Eso sería maravilloso. Podéis cocinar mientras yo voy a supervis... digo, socializar con nuestras invitadas. —Los labios de Ryan se arquearon ante su desliz, pero asintió y cogió el cuchillo que había estado usando.

Los Hombre De Mik 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora