Junio 23 de 1991.
Harry Potter.
Miraba la serpiente en aquella vitrina con cierta tristeza, era como verme a mí mismo, atrapado, sin nadie que me entendiera, solo siendo observado con curiosidad unos segundos, para luego ser observado con desagrado, era una vida vacía, pero esperaba que no siempre fuera así, y poder escapar algún día de esta prisión, demostrando que era más de lo que los demás veían.
-Algún día, seré libre -dije mirando el cristal -Espero tu igual -mencioné mirando el cuerpo enrollado de la serpiente, que descansaba con tranquilidad.
-Que se mueva -escuché decir a mi primo.
-Muévete -dijo mi tío golpeando ligeramente el cristal.
-¡Muévete! -gritó mi primo, golpeando con fuerza el cristal.
-¡Está dormida! -dije molesto por su actitud, no era ningún rey para tratar así a todo el mundo.
-Que aburrido -menciono antes de irse.
Suspiré intentando quitar la tensión de mis músculos, el enojo que sentí fue menguando lentamente, y entonces llego la sensación de paz, que me venía luego de revelarme contra mi familia, era algo embriagante, era como tener un poder enorme, pero sabía que no siempre podía salirme con la mía como ahora, mire el cristal y la serpiente me veía con atención.
-Lo siento, es un idiota -dije a modo de disculpa -No sabe lo que se siente estar encerrado.
-Ni lo que es tener modales -siseó con molestia.
-¿Puedes escucharme? -pregunte asombrado y la serpiente asintió -Jamás hable con una serpiente -admití sintiendo una gran emoción recorrer mi cuerpo -¿Tu puedes hablar con los demás? -pregunte temiendo no ser el único, pero ella negó con la cabeza lentamente -¿Vienes de Birmania? ¿Ahí naciste? ¿Extrañas a tu familia? -pregunte emocionado de poder hablar con una serpiente.
-No -apuntó a un letrero que decía.
Criada en cautiverio.
-También es mi caso, nunca conocí a mis padres -dije algo deprimido, por la tan acertada casualidad, ambos éramos como un reflejo del otro.
-Pero aún no es tarde, su madre aún ronda por ahí, su alteza -dijo con un ligero siseo.
-¿Cómo...? -no pude terminar mi pregunta porque fui empujado con fuerza y caí al suelo.
-¡Mamá, Papá, miren lo que está haciendo la serpiente! -gritó mi primo, mientras se pegaba al cristal, de manera exagerada.
Lo mire furioso, es que acaso no podía pasar cinco minutos, sin recibir la atención de medio mundo, pues ojalá estuviera en el lugar de la serpiente, así podría ser admirado como la enorme y estúpida bestia que es.
Sin saber cómo, el cristal pareció desaparecer y mi primo cayó dentro del habitad de la serpiente, y está aprovechando el momento, salió de su cautiverio y se colocó frente a mi, enrollando su largo cuerpo con delicadeza y lentitud.
-Gracias, su alteza -siseó inclinando un poco la cabeza.
-No hay de que -dije algo impactado de verla tan cerca, y por lo que había sucedido.
-Prometo regresarle el favor -con esas palabras, se fue dejándome impactado.
-¡Mamá! -se escuchó el grito de mi primo -¡Mamá, por favor ayúdame!
Al girar mi mirada, lo vi empapado, gritando y golpeando el cristal, tal como había pensado, una perfecta bestia, ante ese pensamiento, no pude evitar reír, pero la cara de mi tío, me dijo que no me iría nada bien a mí.
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Nada es lo que parece (Harco/Drarry).
Fanfiction¿Crees conocer la historia de Harry Potter? ¿Si? Él creía lo mismo, pero una serie de eventos le hacen dudar sobre la historia que Dumbledore le contó, y sus sospechas comienzan a hacerse más fuertes, cuando una persona decide no solo abrir la caj...