Que comience... ¿Las clases?

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Septiembre 1 de 1991.

Harry Potter.

-¡Santos hipogrifos! Ya es muy tarde, muy bien Harry, este es tu boleto, no lo pierdas -Hagrid me entrego un boleto de tren, mientras veía el reloj con ansiedad.

-¿Plataforma 9 ¾? Hagrid no existe esa plataforma ¿O sí? -me gire a verlo, pero ya no estaba a mi lado.

Confundido y un poco molesto, camine por la estación buscando el andén, pero por más que miraba para todos lados, no encontraba ni una sola pista, luego de preguntarle a un oficial que únicamente se rió de mí, decidí sentarme a pensar, si era un mundo mágico, la entrada debería estar oculta por magia, así que la pregunta era ¿Dónde buscar?

Camine por un rato, preocupado por la hora, cuando una familia de pelirrojos paso casi corriendo a un lado mío.

-Todos los años es lo mismo, el lugar siempre esta llenos de muggles -escuche como decía una mujer llenita, mientras llevaba de la mano a una niña y era seguida por varios chicos más.

-Muggles -al reconocer la palabra, me acerque lentamente, hasta que vi como tres de los chicos desaparecían por una pared.

-Disculpe -llamé a la mujer -Podría decirme ¿Como...? -me que sin palabras, no sabía realmente que era lo que tenía que hacer, así que únicamente apunte a la pared.

-¿Cómo entrar a la plataforma? -pregunto la señora y asentí algo avergonzado de no saber cómo hacer eso -No te preocupes, también es la primera vez que Ron va a Hogwarts, lo único que te tienes que hacer, es caminar entre las plataformas 9 y 10, corre un poco si estas nervioso -sugirió, supongo que viendo el miedo que tenía a estrellarme de lleno contra la pared.

Asentí un poco nervioso y me coloque frente a la pared, respire profundo y corrí con todas mis fuerzas hacia la pared, cerré los ojos esperando el golpe, pero al no sentir nada, abrí los ojos encontrándome con un enorme letrero que anunciaba el andén 9 ¾.

Con una sonrisa, camine por el andén mirando como los niños y padres pasaban por el lugar, por un momento, me llegó algo de tristeza, así que me subí lo más rápido que pude al tren, luego de dejar mis cosas en su lugar, camine hasta encontrar un lugar vacío y me senté con algo de pesar, ojala estuvieran mis padres aquí para despedirme con una sonrisa.

***

-Hola -escuche que me hablaban y me gire para ver a un chico pelirrojo, que creo recordar estaba con la señora que me ayudo -Puedo sentarme, los demás lugares están ocupados -aclaro algo nerviosos al ver mí duda.

-Claro -asentí algo emocionado por tener a alguien con quien conversar.

-Soy Ron, Ron Weasley -se presentó, una vez estaba sentado y me extendió la mano.

-Harry -contesté tomando su mano -Harry Potter -dije con una pequeña emoción correr por mi cuerpo, que creció al ver su cara de asombro.

-Entonces tienes la... -me miró nerviosismo y lo mire confundido -La cicatriz -mencionó en un tono bajo.

-¡Ah! Sí -quite el cabello que caía en mi frente y le mostré la cicatriz.

-Genial -dijo con asombro, que me hizo sentir muy bien.

-¡Golosinas! ¡Golosinas! -se escuchaba que gritaba alguien por el pasillo -Hola jóvenes, ¿Desean alguna golosina? -pregunto una mujer, que llevaba un carrito lleno de dulces que nunca había visto, y por una vez en mi vida, podría comprar algo de lo que vendían.

-No, gracias, traje algo de casa -dijo Ron en tono desanimado, mostrando una bolsa de papel.

Eso me recordó, las miles de veces que yo tuve que aguantar el no poder probar ni un dulce, porque mi primo era lo primero en la mente de mis tíos, así que actué por instinto al recordar esos momentos amargos.

Nada es lo que parece (Harco/Drarry).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora