Stolen [Mikayuu] :( **EN EDICIÓN**

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Cada tercer día salia a comprar la despensa, acostumbraba comprar pan, mermelada, algo de fruta , queso y otras cosas.

Iba caminando porque así conocia mejor las opacas calles de Rusia y me ahorraba lo del taxi, mientras el frío aire chocaba contra mi rostro dejando seguramente mi nariz roja.

sinceramente no iba prestando atención al camino ni a la gente que pasaba a mi alrededor, estaba muy errático en lo que Mika y yo comeriamos.

-ahh- suspire, habian pasado ya un tiempo desde que nos habíamos mudado a Rusia, al menos ya me había acostumbrado al clima y a mi rutina matutina de permanecer en casa y esperar la  llegada de Mika.

pero era algo que sinceramente me aburria.

-ugh-

sentí un golpe en mi hombro haciéndome caer a mi y a mi despensa, me sentí mal porque esta se había regado por todo el suelo.

-fijate imbe...-

sentí mis sentidos nublarse.

Tomé mis pertenencias y salí del trabajo, durante el camino a  casa me preguntaba en  la comida que estaría haciendo Yuu-chan.

también me preguntaba en la ropa que estaría usando y si se había peinado.

  pensamientos  que ya eran un hábito para mi.  

al tomar el camino a casa, torpemente me parecio haber visto a alguien conocido.

  -¿M..Makoto?-  pregunte extrañado.

-¿Mikaela?- dijo el sujeto-

¡si era Makoto!

-¡bro, no te había visto en años! cuanto has cambiado  ¿donde estuviste metido todo este tiempo?- esbozó el pelicafe emocionado.

-uff una larga historia un tanto desastrosa- respondí.

-Me imagino, que te parece si salimos para recordar buenos tiempos y contarme un poco-

-no suena mal makoto ¿puedes el jueves de la siguiente semana?-

-Humm.. Ese día esta perfecto-

-¿Te parece en mi casa?-

-sigues viviendo donde siempre? -

-sip-

...

después de varios minutos y de intercambiar numeros nos tuvimos que despedir, Makoto era uno de mis  amigos aqui en Rusia, un beta igual que yo...

Pocos sabían de mi partida a japón y no estaba en mis planes contarle a Makoto, aunque quiza me arrepiento de no haberlo hecho.

seguí mi camino a casa, el atardecer estaba a punto de comenzar y era algo que me gustaba disfrutar con Yuu-chan.

estaba a dos casas de llegar a la mia, desde estas siempre lograba percibir el aroma de Yuu-chan..

 súbitamente  sentí mis piernas flaquear y mi estómago revolverse.

algo no andaba bien.

había un aroma intruzo mezclándose con el que ya conocía desde hace tiempo, como pude apresure el paso, necesitaba ver a yuu-chan cuanto antes, subí las escaleras torpemente, toqué el picaporte...

estaba dudando en abrir la puerta.

¿realmente quería ver lo que estaba del otro lado de esta?

un sin fin de imagenes se cruzaron por mi mente abrumandome por completo.

la abrí sin más rodeos topandome con Yuichiro recostado en la cama ojeando una revista.

-Creí que nunca entrarias- esbozo el azabache sin despegar los ojos de la revista.

pense que esta imagen de yuu recostado en la cama me tranquilizaria pero solo me hizo enojar, algo no andaba bien, sentia la traición el el aroma que desprendía.

-invitaste a alguien- dije serio.

-hable con la vecina- 

-no me mientas- 

-salí por un segundo... tardaste tanto que queria ver si ya venias-

tire mis cosas del trabajo al suelo, corri hacia una de las ventanas buscando algo tras el cristal...

mas bien...

a alguien.

Yuichiro se levanto de la cama y se poso en la entrada de la cocina recostando su cabeza con la pared, llebava puesta una bata de baño, el no acostumbraba a bañarse a estas horas.

la expresion que tenia en el rostro me hacia entender que se burlaba de mi.

caminé hacia el y lo tome por los hombros tirandolo hacia la cama acorralandolo bajo mio.

-¡Dime quien es el! ¡¿Quien es!?-

Lo despoje de la bata en un intento desesperado 

-¡Dimelo! ¡¿Quien es?!- 

necesitaba encontrar su aroma de omega debajo de esa escencia agena.

Descubrí su pecho y comence a morderlo, queria borrar cada rastro que no era mio.

-DIMELO YUU-CHAN ¡¿QUIEN ES EL?!-

Abrí sus piernas, pocicionandome entre ellas, bajé mis pantalones junto con mi ropa interior y comencé a penetrarlo, haciendo que el omega se retorciera sin decir nada, solo se dedicaba a gemir gustosamente.

con desespero comence a besarle, sintiendo ese aroma extraño que me lastimaba con demasía.

-no no no - dije entre sollozos de desesperacion - ¡dime quien es!-

El me tomo del rostro para seguir besandome ¿a caso lo hacia a drede para darme cuenta de lo que había hecho?

estocada tras estocada, mordita tras mordida y el maldito aroma no desaparecia de su piel.

Yuichiro me miraba con burla, sin más comenzo a reirse.

y yo solo me dadicaba a llorarle.